miércoles, 29 de abril de 2020

¿NUEVO COMETA OBSERVADO DESDE EL GALILEO GALILEI?



El Survey ATLAS ha descubierto un nuevo cuerpo menor del sistema solar que tiene toda la apariencia. Si amplian la imagen parece observarse una coma asimétrica, alargada hacia arriba y hacia la izquierda. Este objeto todavía no ha sido catalogado como cometa y se está comenzando a determinar su órbita. Entre los primeros que han observado este posible cometa, descubierto el 22 de abril, y reportado astrometrías al Minor Planet Center, está César Fornari, del Observatorio Galileo Galilei de la ciudad Oro Verde, quien nos facilitó también el siguiente GIF que muestra su evolución en el cielo estrellado y la siguiente información técnica. El nombre provisorio de este posible cometa es A10lExP, se encuentra cerca de la órbita de Júpiter y su magnitud estimada 18.8.
Ojalá podamos participar pronto, apenas salgamos de esta maldita cuarentena, en una observación cometaria en el Galileo Galilei!!!

Info Tecnica
Nombre provisorio: A10lExP
2020 04 28
Coord. 11 52 28.18 -48 11 34.4
Dist. a la Tierra 5.38 UA
Dist. al Sol 6.12 UA
Mag. 18.8







LA POLÉMICA RELACIÓN ENTRE COMETAS Y EPIDEMIAS (PARTE 4). EL HALLEY Y LA GRIPE.



“La sospecha de que el cometa Halley, en particular, es responsable de la gripe merece un pequeño comentario. Hoyle y Wickramasinghe no le achacan todas las variantes de la enfermedad, sino las dos concretas variantes del virus conocidas como H2/N2 y H3/N2: la primera es la gripe asiática que se extendió por todo el mundo en 1957, mientras que la segunda es responsable de la epidemia de 1968. En ambos casos hubo pruebas de que muchas personas de más de setenta y cinco años eran inmunes a estos subtipos de virus, lo que suponía que habían contraído la enfermedad en anteriores epidemias, y esta cifra encaja pulcramente con el período de setenta y seis años de la órbita del Halley alrededor del Sol (también, cabe pensar, con la longevidad humana). Como anteriormente hemos explicado, el cometa no necesitaba estar en cercanías de la Tierra en 1959 ni en 1968: solo sus nubes cargadas de gripe”.
“Que viene el cometa” de Nigel Calder, Biblioteca Científica Salvat (página 147)

lunes, 27 de abril de 2020

LA POLÉMICA RELACIÓN ENTRE COMETAS Y EPIDEMIAS (PARTE 3) LA GRIPE ESPAÑOLA



“Para ilustrar los brotes desiguales, súbitos y extensos que exige la teoría, cita la cepa fatalmente virulenta que atacó por primera vez a los seres humanos en Massachusetts, en septiembre de 1918 y que un par de días después caía sobre otros individuos en Bombay. Eso ocurrió en los tiempos anteriores a los viajes aéreos intercontinentales, cuyo advenimiento, según Hoyle, ha tenido pocas consecuencias sobre la velocidad de difusión de la gripe. Los epidemiólogos explicarían la aparición casi simultánea en Estados Unidos y en la India aduciendo que los virus alojados en los animales se habrían extendido antes por todo el mundo a través de los pájaros y los animales domésticos. Pero Hoyle se mofa de estas explicaciones mundanas: la gripe, dice, parece existir únicamente en los seres humanos en la medida en que “procede del exterior”. La antigua costumbre inglesa de aislar a los niños en pensionados proporcionaba una oportunidad especial para comprobar las hipótesis de que las enfermedades proceden de los cometas. Hoyle y Wickramasinghe no se contentaron con peinar la literatura médica en busca de los misterios que pudieran resultarles favorables. Como buenos científicos, formularon una predicción: que todo nuevo brote de gripe estaría muy desigualmente repartido. La epidemia de 1977-1978 les ofreció la oportunidad que necesitaban y los pensionados disponían de una información exacta sobre donde dormían sus alumnos y quienes y cuando contraían la gripe. El resultado fue el primer libro de astromicrobiología: “Las enfermedades proceden del espacio” (“Diseases from space”, 1979) que ilustraron con planos de los colegios y residencias, como en las novelas policíacas más complicadas.
Y partiendo de las tribulaciones de la aristocracia de los adolescentes aquel invierno demostraron, satisfactoriamente al menos para sí mismos, que la gripe no se transmitía de individuo a individuo y que incluso se difundía de forma más caprichosa de lo que ellos mismos habían previsto. Por ejemplo, en el Eton College, una tercera parte de los muchachos cayeron enfermos, mientras que en el St. George’s College, situado a unos pocos cientos de metros de distancia, no hubo ningún caso de gripe. Los muchachos de Eton dormían en veinticinco alojamientos distintos pero se mezclaban durante el tiempo lectivo y, en alguna medida, para comer, pero la incidencia de la gripe oscilaba entre un solo caso en los setenta chicos de un alojamiento hasta niveles muy por encima de la media en otros.
La probabilidad en contra de que tales variaciones fueran de origen aleatorio, los astrofísicos la consideraron astronómica y presentaron una explicación meteorológica de su desigual distribución. Los virus más activos procedentes del espacio exterior serían los arrastrados por gotas de lluvia que se “secarían” antes de llegar al suelo, dejando que los virus se desplomaran en turbulencias locales durante el resto del camino: la dirección del viento en la superficie terrestre, en interacción con la topografía y las edificaciones, podrán afectar mucho la forma de la turbulencia, creando puntos afortunados que escaparían al virus.
No es saludable salir de casa: ésta es la deducción evidente de los datos y de la teoría en general. Se dice que un ejemplo trágico ha sido la “enfermedad del legionario” acaecida en 1976. Algunos miembros de la Legión Americana salieron a unos cuantos pasos del vestíbulo de su hotel de Filadelfia para ver el paso de un desfile y fueron presa de una pequeña nube cometaria que transportaba un bacilo hasta entonces desconocido, Veintinueve no consiguieron recuperarse”.

“Que viene el cometa” de Nigel Calder, Biblioteca Científica Salvat (páginas 145 y siguientes)

miércoles, 22 de abril de 2020

LA FRAGMENTACIÓN DEL COMETA ATLAS POR EL TELESCOPIO ESPACIAL HUBBLE



Impresionante registro de la fragmentación del C/2019 Y4 ATLAS. Se observan cuatro grandes fragmentos y al menos una docena de fragmentos más pequeños

martes, 21 de abril de 2020

LA POLÉMICA RELACIÓN ENTRE COMETAS Y EPIDEMIAS (PARTE 2)





"El divorcio entre las enfermedades corporales y los cometas parecía definitivo y absoluto… hasta que Hoyle y Wickramasinghe ofrecieron retroceder la medicina unos cuantos siglos, volviendo a casarlos. Según la versión de los dos astrofísicos, las enfermedades proceden del espacio exterior y son una continuación directa y una  confirmación diaria de que la vida se originó en los cometas. Si los cometas sembraron nuestro planeta con virus y bacterias hace millones de años, ¿Por qué no ahora? Si una millonésima parte de los residuos de los meteoritos que caen a la Tierra desde los cometas está compuesta por virus, cualquier jardincito captaría millones de virus por día, dispuestos a tomar por asalto plantas, animales domésticos y personas. Hoyle y Wickramasinghe suponen que las distintas enfermedades que afligen a la especie humana se originaron en cometas distintos.
No están proponiendo una vulgaridad del tipo de una vinculación directa entre la visión de los cometas y las epidemias. El peligro que perciben radica en las nubes invisibles de polvo que vomitan los cometas, orbitan en el interior del sistema solar y se desperdigan por espacio exterior y lo ensucian siguiendo procedimientos muy complejos. Cuando la Tierra atraviesa una de esas nubes, los gérmenes que sobreviven al choque se van asentando en el suelo muy lentamente, a la vez que los factores meteorológicos los difunden y reagrupan por todo el mundo. Una vez bien asentados en la tierra, las enfermedades no precisan suministros procedentes del espacio, por ejemplo, la tuberculosis. Otras, la polio y el cólera, pongamos por caso, persisten por su propia cuenta, pero van siendo “aderezadas” con nuevas entregas de gérmenes procedentes del espacio. Por último, en este catálogo malsano, hay enfermedades como la peste bubónica y la viruela que vienen y van según decreten las nubes orbitantes.  Hoyle y Wickramasinghe afirman “nosotros no hemos llegado a nuestras conclusiones alegremente”.

En: “Que viene el cometa” de Nigel Calder

domingo, 19 de abril de 2020

LA POLÉMICA RELACIÓN ENTRE COMETAS Y EPIDEMIAS (PARTE 1)



No ha sido mera superstición relacionar cometas con plagas. Uno de los astrónomos más importantes de la historia, Fred Hoyle, fue uno de los primeros en fundar teóricamente las posibilidades de panspermia a través de los cometas, hoy plenamente aceptadas por la ciencia. Ese marco teórico lo llevó a extremos, como veremos. Citaremos uno de los libros cometarios más interesantes: “Que viene el cometa” de Nigel Calder, de la entrañable y ochentosa Biblioteca Científica Salvat (páginas 139 y siguientes):
“Hoyle no ha tratado de enmascarar su fiebre del cometa, de hecho admite haberla contraído:
Quizás ningún objeto astronómico merece mayor atención popular que los cometas, y luego de haber visto personalmente a dos ellos muy brillantes, ambos en 1957, los cometas Arendt-Roland y Mrkos, estoy en condiciones de entender la razón.
A los pocos años de escribir esas palabras en 1975, Hoyle demostraba junto con Wickramasinghe que, aparte de todo lo demás puedan hacer, los cometas siguen evocando asombrosas teorías nuevas.
Los cometas de Hoyle y Wickramasinghe son bolas de nieve recubiertas con alimento interestelar y parcialmente deshechas. En los orígenes del sistema solar, durante la avalancha de los cometas, cada bola de nieve recogió en su superficie productos químicos basados en el carbono y otros materiales esenciales para la vida, tomándolos de las nubes de polvo situadas entre las estrellas. La celulosa, el material más habitual de la materia viva terrestre, se supone que es un material abundante en el polvo y estos autores describen como los cometas adquieren un manto de material interestelar, tal vez de un kilómetro de grosor.
Al principio todo estaba congelado, pero luego se produjo la licuación. Al formular por primera vez sus ideas Hoyle y Wickramasinghe se basaron en los choques entre cometas para disparar las reacciones químicas entre los ingredientes. Estas reacciones pudieron dar lugar a depósitos acuosos y calientes capaces de sobrevivir miles de años. En 1980 se tuvo en cuenta otra fuente de calor: el aluminio radioactivo del núcleo del cometa, asimilado de la estrella que explotó al nacer el sistema solar, pudo derretir el núcleo de las grandes bolas de nieve.
Charles Darwin concibió el comienzo de la vida en “algún charco cálido” que contuviera los necesarios productos químicos. Hoyle y Wickramasinghe ofrecen charcos cerrados mayores que catedrales, y en miles de millones de cometas, cada uno de ellos aislado del espacio exterior por cientos de metros de costra congelada. Allí pudieron evolucionar espontáneamente los virus y las bacterias, afirman. Con el tiempo, los charcos contenidos en los iglúes acabarían congelándose, conservándose los virus y las bacterias en un estado letárgico. Hace 4.000 millones de años un cometa fértil trajo la vida a la Tierra, según esta teoría. Pudo ocurrir en forma de impacto directo o bien a través del polvo meteorítico de la cola del cometa. Al precipitarse en las cercanías del Sol, el cometa se desprendió de las capas exteriores como si fueran vainas de semillas, liberando las frágiles células en el espacio. La mayor parte de las células moriría pero algunas, tal vez congeladas y envueltas en hielo protector, habrían tropezado con la atmósfera terrestre, cayendo en la superficie. Allí debieron encontrar, gracias a los anteriores choques con cometas, “suministros de los alimentos químicos a los que estaban acostumbradas”
Si esa inoculación fracasó, si las células murieron en el nuevo medio ambiente o bien no consiguieron desarrollar los medios para vivir a la luz del Sol, siempre habría otro cometa para volver a intentarlo. Y miles de millones de años después de que la vida se instalara en la Tierra, los bípedos que son el resultado final de la evolución, miraron a los ancestrales cometas y les temieron, por ser portadores de enfermedades”.

miércoles, 15 de abril de 2020

COMETA S/512025 POR CÉSAR FORNARI DESDE EL OBSERVATORIO GALILEO GALILEI





César Fornari, del Observatorio Galileo Galilei de Oro Verde, compartió con nosotros imágenes inéditas de un cometa recién descubierto, tan nuevo… que todavía no tiene nombre definitivo. Su nombre provisorio es S/512025 y la magnitud estimada es de apenas 15.8, como se ve en las capturas de pantalla de la información del Minor Planet Center. César no se limita a realizar imágenes fotográficas, esenciales para ir comprendiendo el comportamiento de este cometa tan recientemente descubierto, sino que sus imágenes son verdaderas observaciones (que es lo que hace el astrónomo amateur, observar) por cuanto se extraen de ellas las correspondientes astrometrías, la medición del punto exacto en el cielo en que se encuentra el cometa. Es con las sucesivas astrometrías que se va determinando las órbitas de los cometas y asteroides. Así es, las observaciones de César se integran con las de otros astrónomos certificados con el código MPC y permiten conocer con certeza órbitas que, incluso, podrían llegar a ser de cierto peligro si fueran cercanas a la órbita de nuestro planeta.




IMPRESIONANTE VIDEO DE LA FRAGMENTACIÓN DEL COMETA ATLAS

En estos días estamos asistiendo a un evento cometario realmente extraordinario: la fragmentación del cometa C/2019 Y4 ATLAS
Recomiendo fervientemente seguir este procesa por la web de la Sección Cometas de la Liga Iberoamericana de Astronomía (LIADA), cuyo enlace se encuentra en nuestra barra de enlaces, a la que reportan astrónomos de todo el mundo. Pero no quiero que se pierdan esta estupenda animación realizado observadores cometarios de la Stazione Osservativa di Cima Ekar, observatorio del italiano  Istituto Nazionale di Astrofisica (Asiago, Provincia di Vicenza, Regione del Veneto):


Cr

Crédito: Federico Manzini, Paolo Ochner y Virginio Oldani

lunes, 13 de abril de 2020

Develado el posible origen de ‘Oumuamua, el cometa interestelar


Fuente:
La fuerza gravitatoria de una estrella habría provocado el desprendimiento de fragmentos de otro cuerpo con la suficiente energía para escapar del sistema planetario y llegar al nuestro.




Ilustración de ‘Oumuamua (ESO / M. Kornmesser)

En 2017 un visitante muy especial se acercó al sistema solar. El cometa ‘Oumuamua , con su extraña y alargada forma, supuso el primer objeto interestelar jamás detectado hasta la fecha. De donde salió, parece ser un misterio. Incluso se llegó a hipotetizar que era una nave extraterreste.
Un nuevo estudio publicado hoy en Nature Astronomy indica que ‘Oumuamua podría provenir de un fragmento desprendido de un cuerpo progenitor que pasó demasiado cerca de su estrella anfitriona antes de ser destrozado por las fuerzas gravitacionales.
Este hallazgo permite explicar algunas de las peculiares características del cometa, incluida su forma inusualmente alargada o su falta de coma -una de las colas que presentan estos objetos en forma de nube difusa de elementos sublimados alrededor del núcleo.


Recorrido de 'Oumuamua al entrar en el sistema solar (ESA; artist impression: ESA/Hubble, NASA, ESO, M. Kornmesser.)
‘Oumuamua ha provocado más de un dolor de cabeza a los investigadores que lo han estudiado desde su descubrimiento. Además de ser el primer cuerpo de origen interestelar detectado en nuestro sistema, sus inusuales características no permitían clarificar del todo su naturaleza.
Aunque se esperaba que tuviera el aspecto de un cometa, las observaciones iniciales encontraron que era un cuerpo similar a un asteroide, sin evidencia de actividad cometaria como la presencia de la coma. Pero a su vez, experimentó una fuerza no gravitacional en forma de aceleración en su paso cerca del Sol, algo típico de los cometas producido por la liberación de gases y polvo a presión que dan lugar precisamente a la coma.
Los modelos desarrollados hasta la fecha han tenido problemas para reproducir estas inusuales características y, aunque algunos escenarios son capaces de explicar la expulsión de objetos interestelares de este tipo, hacía falta uno que explicara ‘Oumuamua en su totalidad.
En el nuevo estudio, la investigadora Yun Zhang, de la Universidad Côte d’Azur (Francia) junto con Douglas Lin, de la Universidad Tsinghua (China), proponen una teoría de formación unificada para los objetos interestelares similares a ‘Oumumua que permita incluir las muchas características peculiares del cometa.
Para ello emplearon un modelo que simulaba los procesos de alteración causados por las fuerzas debidas a la gravedad de una estrella sobre un cuerpo que orbite cerca. La fuerza en concreto se denomina fuerza de marea, la cual es capaz de alterar la forma de los astros.
Mostraron que, si el cuerpo progenitor se encuentra a unos cientos de miles de kilómetros del astro, este se distorsiona y fragmenta por las mareas estelares dejando tras de sí restos muy alargados que giran con la suficiente energía cinética para escapar del sistema planetario. Es la mejora de la resistencia del material debida al calentamiento que se da durante este acercamiento a la estrella la que da esta peculiar forma a los fragmentos.
Zhang y Ling proponen como progenitores candidatos para los objetos interestelares tipo ‘Oumuamua a cometas con un largo periodo de órbita o planetesimales -fragmentos precursores de planetas- en órbitas casi parabólicas, es decir, bastante excéntricas. Los autores sugieren que estos cuerpos progenitores podrían estar retenidos en regiones más allá de los planetas como la Nube de Oort.

La investigación también logró dar cuenta de la aceleración no gravitacional observada durante su acercamiento al Sol a pesar de la ausencia de coma. Aunque la mayoría de las sustancias volátiles se sublimaran al acercarse a nuestra estrella debido al incremento de la temperatura superficial, el agua podría retenerse en las capas más profundas y su evaporación a través de la superficie porosa de ‘Oumuamua proporcionaría una fuente de liberación de gases. Esta tendría lugar sin actividades cometarias medibles, es decir, sin presencia de coma.

jueves, 9 de abril de 2020

DOS COMETAS POR EL “OBSERVATORIO GALILEO GALILEI” DE CÉSAR FORNARI



En la entrada anterior reprodujimos la noticia del descubrimiento de un cometa desde el observatorio sanjuanino “Estación Carlos Cesco” en el paraje El Leoncito de la Provincia de San Juan, a través de un telescopio de la red MASTER, operado remotamente desde Moscú.
Ahora compartimos una imagen del provisoriamente llamado M60B7LC obtenida desde el Observatorio Galileo Galilei de la ciudad de Oro Verde.
La historia de este observatorio, el más importante de la Provincia de Entre Ríos, es hermosa. Fue levantado de la nada por un astrónomo aficionado de un entusiasmo envidiable. Funciona en el fondo de la casa de su propietario, César Nicolás Fornari, y hemos tenido el privilegio de verlo nacer y crecer. Cuenta con un imponente telescopio de 16 pulgadas, el más moderno equipamiento y un edificio sumamente bello y cómodo. César Fornari tiene un amplio espectro de aficiones astronómicas y entre ellas la astrometría y la fotometría de asteroides, participando activamente de los programas de la Asociación de Observatorios Argentinos de Cuerpos Menores (AOACM) con el código MPC X31 (que obtuvo luego de que el Minor Planet Center reconociera sus observaciones astrométricas como sumamente precisas). Un observador cometario sumamente calificado, nuestro amigo César Fornari, el astrónomo más importante de nuestra provincia de Entre Ríos.
Reproducimos la entrada de Facebook (se lo encuentra como César Nicolás Fornari) en la que compartía las imágenes siguientes:

Dos cometas surcando el cielo en las cercanías del polo sur.
* 2I Borisov cometa interestelar (no pertenece al Sist. Solar) de entre 1.4 y 6Km de diám. descubierto el 30 de agosto de 2019.
* M60B7LC Cometa aparentemente descubierto en 5 de Abril 2020 desde la Pcia. de San Juan complejo El Leoncito aún en observación y mediciones atrométricas de las cuales estamos contribuyendo desde Oro Verde.
Telesc. RC 16" + SbigSTF8300M + EQ8
Observatorio (Privado) Galileo Galilei X31 - Oro Verde - Argentina







UN NUEVO COMETA DESCUBIERTO DESDE EL OBSERVATORIO “EL LEONCITO” EN ARGENTINA


Fuente:

Descubrieron un cometa desde un observatorio de Barreal

Científicos de la UNSJ y de la universidad estatal de Moscú observan todas las noches con ese equipo.




Foto: archivo DIARIO HUARPE.
08 de abril de 2020

Científicos de la Universidad Nacional de San Juan y de la Universidad Lomonósov de Moscú descubrieron un nuevo cometa desde la Estación Carlos Cesco, ubicada en el paraje El Leoncito, en Barreal.
Lo hicieron en los primeros días de abril con el telescopio Master 2 que pertenece a una red de siete instrumentos en todo el mundo. En San Juan hay uno que fue instalado en el 2016 en el departamento de Calingasta por la universidad rusa.
Los científicos siguen trabajando desde sus casas porque el equipo es robotizado y en la noche se abre solo.
“Todavía falta la confirmación de la Unión Astronómica Internacional pero es casi seguro que es un nuevo cometa descubierto por el observatorio”, dijo al respecto el director del Observatorio Felix Aguilar, Ricardo Podestá.
No hay muchos datos de las características de este cometa porque “está recién descubierto y ahora hay que empezar a estudiarlo”.
Aunque se sabe que “está cerca del Polo Sur celeste y tiene una magnitud visual de 16, está muy lejos”, comentó Podestá. Para que pueda verse a simple vista la magnitud tiene que ser de hasta 4 o 5. “Mientras más grande el número, más débil es el objeto”, explicó. 
Los especialistas de ambas universidades comenzarán a estudiar la órbita para ver cuando se acercaría al Sol y si va a ser visible para el ojo humano.
Por el momento al cometa lo nombraron M60B7LC, si la Unión Astronómica Internacional confirma el descubrimiento los astrónomos de San Juan y de Moscú deberán colocarle un nombre definitivo.
“Es difícil descubrir un cometa ahora porque hay muchos telescopios observando el cielo todas las noches y se necesita muy buena tecnología para hacer estos descubrimientos. En San Juan la tenemos”, cerró Podestá.

martes, 7 de abril de 2020

TAMBIÉN SE FRAGMENTA EL COMETA ATLAS




En la última entrada reportamos la fragmentación del primer cometa interestelar plenamente confirmado, el I/2 Borisov (‘Oumuamua vino de fuera del sistema solar pero no sabemos con certeza lo que es).
Ahora, leyenda la web de la Sección Cometas de la LIADA, nos enteramos que el cometa que parecía ser uno de los más importantes de los últimos tiempos, el C/2019 Y4 Atlas. Distintos reportes de observadores del hemisferio boreal (donde lo pueden disfrutar) muestran imágenes del núcleo alargándose y casi separado en dos partes. No se reporta aumento de brillo. Seguiremos pendientes.
Fuente:

sábado, 4 de abril de 2020

EL COMETA INTERESTELA BORISOV SE FRAGMENTÓ



El primer cometa interestelar registrado se parte en dos y expulsa un fragmento
Fuente:
Científicos midieron a qué velocidades y ángulos se desprenden las mitades del núcleo y ese cuerpo de hasta 100 metros de ancho.



Imágenes del cometa tomadas por el telescopio espacial Hubble el 23 y el 30 de marzo.
NASA / ESA / D. Jewitt (UCLA)
Dos equipos de astrónomos han confirmado la fragmentación del cometa 2I/Borisov, el primero objeto interestelar registrado, que fue descubierto en agosto pasado a medida que se estaba acercando al Sol.
Los cálculos apuntan a la separación de un fragmento en torno al 7 de marzo pasado, y un posterior evento aún más destructivo, producido el 23 de marzo o días posteriores, cuando el núcleo del cometa se partió en dos. La división estuvo anticipada por dos llamaradas registradas a principios de ese mes, que los astrónomos asociaron con explosiones.
El primer reporte del desdoblamiento del núcleo apareció este 2 de abril en el sitio web The Astronomer's Telegram, y es fruto de la comparación de tres fotografías tomadas por el telescopio espacial Hubble los días 23, 28 y 30 de marzo. Los investigadores hablan de dos componentes separados por un ángulo de una décima parte de segundo (hasta 180 kilómetros de distancia) y alineados con el eje principal de la cabellera de polvo, es decir que ambos continúan el mismo trayecto.
La expulsión ocurrió el 23 de marzo (cuando el núcleo todavía aparecía en la fotografía como un solo objeto), y la velocidad estimada de la expansión ronda los 0,3 metros por segundo, calcularon los astrónomos. Este valor es típico para los cometas divididos dentro del Sistema Solar, aseguran los expertos.
Otro equipo se enfocó en un supuesto trozo del mismo 2I/Borisov que se había separado semanas antes de las fechas de esta serie de imágenes, probablemente el 7 de marzo, a causa de una de las explosiones previamente descritas. Un resumen de sus observaciones ha sido publicado este viernes en el mismo portal profesional.
Los científicos midieron el aumento de la distancia entre el centro óptico del propio cometa y ese fragmento entre el 23 y el 28 de marzo, y en las fotografías era solo de 1 y 2 píxeles. Eso significa que el fragmento se movió en tres décimas de segundo en la dirección opuesta al Sol y hacia afuera del centro visible de la cabellera. El fragmento tiene un tamaño máximo estimado de hasta 100 metros, según los autores.
Ambos grupos de astrónomos siguen monitoreando el desarrollo de los eventos descritos por medio del telescopio orbital y las instalaciones terrestres.
El 2I/Borisov gira en el plano de la galaxia Vía Láctea, casi perpendicular al del Sistema Solar.
El cometa pasó más cerca del Sol, a aproximadamente 2 unidades astronómicas, el 8 de diciembre pasado y se está alejando del centro de nuestro sistema planetario.