lunes, 16 de noviembre de 2020

EDGAR ALLAN POE Y LOS COMETAS (PARTE 2)

 


“La conversación de Eiros y Charmion” es un relato sobre el fin del mundo por un cometa, sumamente interesante, que ya publicamos entero en una de nuestras primeras entradas, hace casi 7 años.

El relato se estructura a partir de la conversación entre Eiros, quien murió junto con toda la humanidad, y Charmion, quien murió 10 años antes. Eiros le cuenta a Charmión el proceso de descubrimiento del cometa y los debates entre ciencia y superstición respecto a si la humanidad debía temer una aproximación cometaria a la Tierra. Una de las teorías más conocidas es que el miedo cometario que generó el cometa Biela en 1832, cuando un cálculo erróneo de su órbita hizo pensar que podía chocar con la Tierra, hasta que el Observatorio de París disipó los temores aduciendo que el cometa Biela “prácticamente no tenía masa”.

“Eiros.—Como has dicho, aquella calamidad era enteramente insospechada, pero desgracias análogas habían dado a los astrónomos motivo de discusión. Apenas necesito decirte, amiga mía, que ya cuando nos dejaste los hombres coincidían en interpretar los pasajes de las muy santas escrituras que hablan de la destrucción final de todas las cosas por el fuego, como referidos solamente al globo terráqueo. Las especulaciones, empero, sobre la causa inmediata del fin, no llegaban a ninguna conclusión desde la época en que la ciencia astronómica había despojado a los cometas del terrible carácter incendiario que antes se les atribuía. Bien establecida se hallaba la escasa densidad de aquellos cuerpos celestes. Se los había observado pasar entre los satélites de Júpiter, sin que produjeran ninguna alteración sensible en las masas o las órbitas de aquellos planetas secundarios. Hacía mucho que considerábamos a esos errabundos como creaciones vaporosas de inconcebible tenuidad, incapaces de dañar nuestro macizo globo aun en el caso de un choque directo. No sentíamos temor alguno de un contacto, pues los elementos de todos los cometas eran perfectamente conocidos. Hacía muchos años que se consideraba inadmisible buscar entre ellos al agente de la destrucción por el fuego. Pero en aquellos días finales las conjeturas y las extravagantes fantasías abundaban singularmente entre los hombres, y aunque el temor sólo asaltaba a unos pocos ignorantes, el anuncio de un nuevo cometa formulado por los astrónomos fue recibido con no sé qué agitación y desconfianza generales”.

La traducción es la de Julio Cortazar y el cuento entero se puede leer aquí:

http://cometasentrerios.blogspot.com/2014/02/el-fin-del-mundo-por-un-cometa.html


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