FELIZ 2025

 

Feliz 2025 a todos los que salen al campo, a las afueras, al patio, al balcón, a la ventana para observar los cielos…

Buscando…

Cometas que observar o disfrutar con los amigos…

Planetas que observar o disfrutar con los amigos…

Estrellas variables que observar o disfrutar con los amigos…

Meteoros que observar o disfrutar con los amigos…

El Sol para observar o disfrutar con los amigos…

La Luna para observar o disfrutar con los amigos…

Estrellas dobles para medir…

Asteroides para astrometrías…

Exoplanetas que transitan…

Enseñando a los demás algo de ciencia y compartiendo grandes momentos aprendiendo de los demás en las plazas y parques…

A todos los que aman observar con amigos, FELIZ 2025

POSIBLE DETALLES CERCA DEL NÚCLEO OBSERVADOS EN EL C/2023 A3 TSUCHINSHAN-ATLAS

 

Personalmente solamente observé el gran cometa de 2024 dos veces, una vez con malos binoculares y pésimo cielo en el medio de la nada (me arrepentí) y otra con mi telescopio en compañía de amigos, el 16 de octubre, que es lo que ilustra la imagen de la izquierda. Por primera vez pude observar dos características que nunca había observado: anticola y un ligero detalle en la parte exterior de la zona cercan al núcleo de la coma, bastante similar a lo observador en la imagen de la derecha, del 13 de octubre. Es probable que mi observación estuviera sesgada por las imágenes previas. ¿Fue así o realmente era tan visible?

PREMIOS COMETARIOS. PARTE 6: WILSON COMET AWARD

 

Otro premio cometario instituido por un mecenas privado fue el Edgar Wilson Award, instituido en 1998, ofrecía 20.000 Dólares anualmente para los descubridores de cometas amateurs (si hay más de uno el premio se comparte). El dinero proviene de un Fondo Fiduciario que un empresario de Kentucky, creó a su muerte en 1976 para ayudar a los que compartían con él su pasión por la astronomía amateur. El Smithsonian Astrophysical Observatory, a través de su Central Bureau for Astronomical Telegrams, es el encargado de adjudicar el premio. Se premia a astrónomos amateurs que hayan con equipo amateur descubierto un cometa. El Premio ha sufrido discontinuidades menores, pero desde 1998 se viene otorgando con bastante regularidad, aunque ya no consiste en dinero en efectivo. En 2024 recibieron el Wilson Comet Award (el cometa descubierto se detalla a continuación:

Hideo Nishimura, Japón, C/2023 P1.

Gennadi Borisov, Rusia, C/2023 T2.

Jordi Camarasa, España, y Grzegorz Duszanowicz, Suecia, C/2023 V4.

Xing Gao y Xi Liao, China; Robson Henrique dos Santos Hahn, Alemania, P/2024 FG9.

La lista de ganadores incluye muchos nombres conocidos (y ya legendarios), como Dan Macholz, Leonid Elenin, Terry Lovejoy o Kaoru Ikeya. Hay varios brasileños a lo largo de este siglo, y ningún argentino, lo que es un signo de nuestra decadencia astronómica, ganada por la astrofotografía (y no me vengan con la calidad del cielo, con la humedad brasileña).

LOS COLORES DE UN COMETA: C/2023 A3 TSUCHINSHAN-ATLAS

 Crédito: Gerald Rhemann

Es tan grande la producción de imágenes del Tsuchinshan-Atlas que seguimos seleccionando vistas espectaculares para compartir. La imagen que presentamos es increíble por los colores que presenta, relacionados con la composición de la coma y de la cola. La imagen es del 19 de octubre y muestra además la anticola que se observó en esos días (incluso visualmente). El color blanco de la coma y la cola de polvo es típico, más difícil de encontrar es el azul de la cola de gas ionizado y si bien es frecuente que aparezca el color verde característico de la emisión diatópica de carbón, no es frecuente que aparezca con ese tono eléctrico tan hermoso

3 COMETAS DESCUBIERTOS EL DÍA DE NAVIDAD

 

Llega la Navidad y les dejo 3 historias de descubrimientos de cometas que se hicieron en la Nochebuena, que es como mostros llamamos a la noche del 24 de diciembre, cuando se espera la Navidad.

Como soy argentino, les voy a desear que el Niño Jesús les traiga no solamente muchos regalos sino todo el amor que necesitamos para pasar por la vida. Feliz Navidad!!!

“Curiosamente, existe una conexión británica con el descubrimiento de cometas en las noches de Navidad o desde las ventanas de las casas de los descubridores. En la noche de Navidad de 1960, Michael Philip Candy estaba observando un nuevo refractor de foco corto de 5 pulgadas (un buscador de cometas fabricado para él por Horace Dall) desde una ventana del piso superior de su casa en Hailsham cuando descubrió el cometa 1961 II. Impresionantemente, exactamente 20 años después, en la noche de Navidad de 1980, Roy Panther sintió que era imposible ignorar un cielo excepcionalmente claro. Fue la noche en la que finalmente descubriría su único cometa, 1980 II, después de haber acumulado 600 horas de caza de cometas repartidas en 699 noches a lo largo de 33 años. En ese momento no tenía teléfono, por lo que para anunciar su descubrimiento envió un mensaje escrito en taxi desde su casa en Walgrave a Guy Hurst en Wellingborough. Unos años más tarde, en 1983, George Alcock descubrió el C/1983 H1 (IRAS-Araki-Alcock) después de acostar a su esposa. Esto se hizo desde el interior, a través de una ventana de doble acristalamiento en lo alto de las escaleras, con Alcock arrodillado en el suelo usando solo binoculares 15x80”. Traducido de “A tribute to comet hunters” de Michael Bakich.

PREMIOS COMETARIOS. PARTE 5: TUTHILL COMET AWARD

 

En 1977, el empresario y aficionado a la astronomía de Nueva Jersey Roger W. Tuthill creó el  Tuthill Comet Award, un premio que consistía en 250 dólares en efectivo y una placa conmemorativa y que se otorgaba a estadounidenses o canadienses cuyo descubrimiento visual de un cometa había sido reconocido oficialmente por la Unión Astronómica Internacional. El Premio duró unos diez años. De repente, surgieron de la nada tres de los descubridores de cometas aficionados más exitosos de Norteamérica: Don Machholz (Colfax, California), Rolf Meier (Ottawa, Ontario) y David Levy (Tucson, Arizona), todos ellos ganadores del Premio Tuthill.

Este fue un premio similar al Warner Safe Prize, pero otorgado por un modesto comerciante de artículos astronómico (muchos de ellos diseñados por él, como filtros y monturas), muy activo en la difusión de la astronomía y en el ámbito de la astronomía amateur.

PREMIOS COMETARIOS. PARTE 4: THE WARNER SAFE REMEDY PRIZE

 

La historia de Hulbert Harrington Warner es fascinante. Fue un vendedor que hizo fortuna vendiendo cajas fuertes a prueba de ladrones e incendios. Cuando enfermó de una extraña enfermedad renal, una medicina preparada por un médico de su ciudad, Rochester (en el Estado de Nueva York) salvó su vida. Entonces decidió comprar la patente y empezó a fabricar y vender distintos medicamentos con el nombre de “Safe Cure” (“safe” es caja fuerte y también “seguro”).

Warner decidió colaborar con su comunidad patrocinando la astronomía y construyendo un Observatorio cuya dirección encargó a un astrónomo aficionado descubridor de cometas: Lewis Swift (muchos cometas llevan su nombre).

La historia de su increíble vida, y su relación con los cometas, pueden leerla en esta entrada anterior:

https://cometasentrerios.blogspot.com/2017/02/

También instauró un premio con el nombre de su producto estrella para quien descubriera un nuevo cometa, mientras utilizaba a los cometas como imagen del producto. El premio eran doscientos Dólares en efectivo, mucho más práctico que las medallas anteriores, ya que eran una suma considerable, gracias a 5 descubrimiento el famoso astrónomo Edward Barnard salió de la pobreza y construyó su casa, a la que llamó “Comet House”, la historia pueden leerla en esta entrada:

https://cometasentrerios.blogspot.com/2017/02/una-casa-hecha-de-cometas-la-comet.html

Muchos descubridores de cometas, cuyos nombres conocemos gracias a sus cometas descubiertos, recibieron el generoso premio del millonario filántropo, hasta que fue a la quiebra en 1893.

LA MEDALLA DE LA ASTRONOMICAL SOCIETY OF THE PACIFIC DE CHARLES PERRINE

 

Hemos venido reseñando los distintos premios a descubridores de cometas otorgados en los siglos XIX y XX y en nuestra última entrada nos referimos a la Medalla Donohoe, nombrada por el empresario que la patrocinó y otorgada por la ASP (Astronomical Society of the Pacific). Uno de sus ganadores es un argentino por adopción, el norteamericano Charles Perrine, director del Observatorio Astronómico de Córdoba entre 1909 y 1936, y una de los más grandes astrónomos de nuestro país.

Antes de venir a Argentina, Perrine era (entre otras cosas) un dedicado astrónomo cometario, al punto que entre 1895 y 1902 descubrió nueve cometas usando el telescopio refractor de 30 centímetros del Lick Observatory en California. La Medal Comet le fue otorgada en noviembre de 1896 con motivo del descubrimiento del cometa C/1896a el 15 de febrero de ese año.

Esta medalla actualmente se puede admirar en el Museo del Observatorio Astronómico de Córdoba, como parte del Legado Perrine, un conjunto de documentación y objetos que los descendientes del astrónomo norteamericano donaron el año pasado al Museo.

Sobre el Legado Perrine, recomendamos fervorosamente la entrada del blog Historia de la Astronomía en la que nos hemos basado, con muchísima información adicional. Como ya sabrán los lectores del blog, somos fanáticos de esta maravilla que llevan adelante Santiago Paolantonio y Edgardo Minitti.

Paolantonio, S. (2024). Legado Charles D. Perrine. Recuerdos y curiosidades. Disponible en https://historiadelaastronomia.wordpress.com/documentos/legado1/. Recuperado el 19-12-2024.

“NEAR NUCLEUS FEATURES” EN EL COMETA TSUCHINSHAN-ATLAS

 

En la conferencia de ALPO (Association of Lunar and Planetary Observers) de 2020, más precisamente en la conferencia de su Coordinador de Sección Cometas) me enteré de que había una denominación para los extrañas formas que a veces vemos en el interior de las comas cometarias, en algunas fotografías. En inglés “Near Nucleus Features” (rasgos cercanos al núcleo, o algo así). La “zona cercana al núcleo” es una parte de la coma (unos 10 a 15 kilómetros de diámetro) que rodea al núcleo y en la que se producen las turbulencias más fuertas relacionadas con el polvo (choque de partículas) y, sobre todo, con el gas, como los jets, los estallidos (outburst) o plumas relacionadas con el vapor de agua. Esos procesos turbulentos  en las cercanías del núcleo son a veces captados por las cámaras, aunque no es fácil interpretar sus formas caprichosas. En el caso de la imagen de Toni Scarmato, parece ser actividad de gas en las zonas más claras, con dos emisiones fuertes de gas que tienden a la forma de espiral (visible en otros cometas). Estos rasgos son la información más importante que la astrofotografía de cometas puede aportar, aunque hay dos motivos por el cual el procesamiento de las imágenes apiladas suele cancelar esta información:  1) el fotógrafo  desconoce su existencia, por lo que no busca lo que no sabe que existe; 2) se procesan los apilados para aumentar al máximo el brillo, por lo que la zona cercana al núcleo brilla mucho (es la zona más brillante), queda muy linda, pero desconocemos si algo sucede dentro. El fotógrafo que sabe de astronomía sabe que hay que buscar estos rasgos dentro de la coma.

Es muy interesante notar que los observadores visuales con telescopio han dibujado complicadas formas dentro de las comas antes de las fotografías (como la imagen que sigue). En su momento se pensaba que eran rasgos del núcleo, hoy sabemos que lo son de la coma. Como esos  rasgos no aparecían en las fotografías primitivas, era común atribuirlos a la imaginación del observador que dibujaba. Hoy sabemos que eran más reales de lo que se pensaba.

PREMIOS COMETARIOS PARTE 3: THE DONOHOE COMET MEDAL

 

La Medalla del Cometa Donohoe fue un premio que la Astronomical Society of the Pacific entregó desde 1890 a 1950. En julio de 1889, la ASP anunció que se otorgaría una medalla de bronce por "el descubrimiento real de cualquier cometa inesperado" sobre la base de una donación de $500 de Joseph A. Donohoe de San Francisco. La primera premiación se hizo en marzo de 1890 a W. R. Brooks por el descubrimiento del cometa ahora conocido como 16P/Brooks. Lamentablemente, luego de la medalla número 250 en 1950, el premio se suspendió porque la fotografía había permitido el descubrimiento de demasiados cometas.

LA DESINTEGRACIÓN DEL COMETA C/2024 S1 (ATLAS)

 

Tan metido estábamos con el Tsuchinshan-Atlas que no tuvimos tiempo de comentar la espectacular desintegración captada en vivo y directo.

El C/2024 S1, descubierto el 27 de septiembre de 2024, tuvo una vida breve y espectacular, como una estrella de rock de las de antes. Apenas 12 días después de su descubrimiento, ya había tenido un aumento notorio de su brillo, debido a una ruptura del núcleo, producida por una intensa liberación de gas y/o fuerzas de marea o rotacionales. Este evento habría sido una fragmentación, que se repitió poco después, el 18 de octubre, cuando se iluminó de vuelta. Finalmente, camino al perihelio, la temperatura extrema de las cercanías del Sol, que ya había evaporado los volátiles del núcleo, calcinó los materiales más duraderos, ocasionando una gran inestabilidad que terminó con el núcleo ya debilitado por las dos fragmentaciones… nada menos que mientras era registrado por las cámaras de la sonda solar SOHO. Un GIF apocalíptico para el fin de un cometa que prometía, por su pertenencia a la familia de los cometas rasantes de Kreutz, cometas que rozan casi el Sol, fragmentos de un cometa antiguo desintegrado hace siglos. A esta familia de cometas rasantes pertenecen cometas ilustres como el Ikeya-Seki de 1965 y el Lovejoy de 2011. Igualmente fuen un gran cometa bellísimo mientras duró, así se veía el 20 de octubre:

Cometa C/2024 S1 ATLAS el 20 de octubre, desde la granja astro Tivoli, Namibia.

©Michael Jäger, Gerald Rhemann

PREMIOS COMETARIOS. PARTE 2: LA MEDALLA DE LA ACADEMIA IMPERIAL DE CIENCIAS DE VIENA

 

En 1869 la Academia Imperial de Ciencias de Viena, la capital del entonces Imperio Austrohúngaro, instituyó un premio similar al del ya extinto premio del Rey de Dinamarca al descubrimiento de un cometa con un telescopio. Son los primeros años del telégrafo (un invento más importante que la internet) y se establecía como requisito la comunicación por ese medio a Viena, para que después se comunicara a los observatorios de todo el mundo y poder empezar las campañas de seguimiento mucho más rápidamente. Las dos primeras medallas de este premio, que no duró mucho, fueron para el astrónomo alemán Ernst Tempel, que trabajaba en el Observatorio de Marsella, Francia. Tempel fue un prolífico descubridor de cometas, nada menos que 21, entre ellos el 9P, visitado en 2005 por la sonda Deep Impact.

PREMIOS COMETARIOS. PARTE 1: LA MEDALLA DEL REY FEDERICO VI DE DINAMARCA

 

El descubrimiento de cometas es una de las hazañas más comunes y espectaculares que están a la mano de los aficionados a la astronomía. Antaño fue un campo exclusivo para los aficionados, luego con las proliferaciones de grandes observatorios a fines del siglo XIX y sobre todo con los grandes arrays de telescopios que buscan asteroides cercanos y de sondas solares como SOHO en nuestro siglo, las posibilidades de descubrir visualmente un cometa descendieron abismalmente, pero sigue habiéndolos.

Una historia colateral a la fascinante historia de la observación aficionada de cometas es la historia de los premios que se instituyeron para los descubrimientos. El primero fue creado por el rey Federico VI de Dinamarca, un astrónomo aficionado, en 1832. Consistía en una medalla de oro al observador que descubriera con un telescopio un cometa que no fuera visible a simple vista. La medalla se continuó otorgando luego de su muerte por su hijo Cristian VIII hasta 1850. Hoy la medalla de oro dinamarquesa al descubridor de un cometa con telescopio más famosa es la que recibió la norteamericana Maria Mitchell en 1848 del 1847-VI, la primera mujer en lograr un premio astronómico.