martes, 17 de diciembre de 2024

“NEAR NUCLEUS FEATURES” EN EL COMETA TSUCHINSHAN-ATLAS


 

En la conferencia de ALPO (Association of Lunar and Planetary Observers) de 2020, más precisamente en la conferencia de su Coordinador de Sección Cometas) me enteré de que había una denominación para los extrañas formas que a veces vemos en el interior de las comas cometarias, en algunas fotografías. En inglés “Near Nucleus Features” (rasgos cercanos al núcleo, o algo así). La “zona cercana al núcleo” es una parte de la coma (unos 10 a 15 kilómetros de diámetro) que rodea al núcleo y en la que se producen las turbulencias más fuertas relacionadas con el polvo (choque de partículas) y, sobre todo, con el gas, como los jets, los estallidos (outburst) o plumas relacionadas con el vapor de agua. Esos procesos turbulentos  en las cercanías del núcleo son a veces captados por las cámaras, aunque no es fácil interpretar sus formas caprichosas. En el caso de la imagen de Toni Scarmato, parece ser actividad de gas en las zonas más claras, con dos emisiones fuertes de gas que tienden a la forma de espiral (visible en otros cometas). Estos rasgos son la información más importante que la astrofotografía de cometas puede aportar, aunque hay dos motivos por el cual el procesamiento de las imágenes apiladas suele cancelar esta información:  1) el fotógrafo  desconoce su existencia, por lo que no busca lo que no sabe que existe; 2) se procesan los apilados para aumentar al máximo el brillo, por lo que la zona cercana al núcleo brilla mucho (es la zona más brillante), queda muy linda, pero desconocemos si algo sucede dentro. El fotógrafo que sabe de astronomía sabe que hay que buscar estos rasgos dentro de la coma.

Es muy interesante notar que los observadores visuales con telescopio han dibujado complicadas formas dentro de las comas antes de las fotografías (como la imagen que sigue). En su momento se pensaba que eran rasgos del núcleo, hoy sabemos que lo son de la coma. Como esos  rasgos no aparecían en las fotografías primitivas, era común atribuirlos a la imaginación del observador que dibujaba. Hoy sabemos que eran más reales de lo que se pensaba.



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