viernes, 16 de octubre de 2020

AGUA COMETARIA EN JÚPITER

 


Uno de los grandes sucesos cometarios del siglo XX fue la colisión de los fragmentos del cometa Shoemaker Levy 9 con Júpiter el 16 y el 22 de julio de 1994. La atracción gravitatoria de Júpiter primero fragmentó al cometa y luego 23 fragmentos fueron impactando sucesivamente la atmósfera del gigante gaseoso, creando manchas oscuras que tardaron meses en disolverse.

Los impactos fueron una gran oportunidad de observar el ingreso del agua que supuestamente debía traer el Shoemaker Levy, como todos los cometas.  Sin embargo, el análisis de los impactos no produjo el resultado deseado, solamente uno de los 23 fragmentos  (identificado como Q2) “dio positivo” en presencia de agua, según un estudio del instituto de Astrofísica de Andalucía. Mucho se debatió sobre la volatilización del agua cometaria en el evento de fragmentación previo a los impactos. Pero en 1997 el Infrared Space Observatory de la Agencia Espacial Europea detectó agua en estado gaseoso en las estratósferas de los planetas gaseosos Júpiter, Saturno,  Urano y Neptuno. En la helada estratósfera, en el exterior de la atmósfera, el agua en estado gaseoso que eventualmente hubiera en las capas internas de la atmósfera de un gigante gaseoso no podría llegar hasta las capas más externas, por lo que tendría que haber llegado del exterior. En 2009 estudios llevado a cabo con el también europea Telescopio Espacial Herschel demostraron que en Saturno, el vapor de agua en la estratósfera se explica por los fragmentos de hielo de sus anillos y sobre todo por las heladas erupciones de los volcanes de sus satélite Enceladus. Y que el agua en estado gaseoso en la estratósfera de Júpiter se ubicaba en el hemisferio meridional, la zona precisa en que se produjeron los impactos de los fragmentos cometarios en 1994. No es posible explicar el origen del vapor de agua en la estratósfera joviana por transferencia desde satélites o polvo interplanetario por cuanto se hubiera comprobado en toda la estratósfera y no sería localizada en una zona particular, que coincide con el evento de 1994.

Una nueva evidencia de la presencia masiva de agua en los cometas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario