lunes, 14 de marzo de 2016

COMUNICACIÓN POR RÁFAGAS METEORÍTICAS. SEÑALES COMETARIAS EN EL APOCALIPSIS NUCLEAR


¿Alguna sintió hablar de la comunicación por ráfagas meteoríticas? Yo tampoco hasta leer una de las tantas maravillas del viejo amigo Carl Sagan:

“Pero pensando mucho podremos encontrar una utilidad incluso para una estrella fugaz. El rastro de iones que un meteoro deja brevemente tras de sí refleja las ondas de radio de muy alta frecuencia (VHF). En un momento dado hay un número enorme de rastros meteoríticos en la atmósfera, la mayor parte de ellos tan débiles que no pueden verse a simple vista, y todos colectivamente proporcionan una especie de superficie reflectora alrededor de la Tierra, sobre la cual pueden rebotar ondas de radio de frecuencias adecuadas. La duración de cada rastro iónico es de menos de un segundo; por tanto, el mensaje ha de emitirse con mucha rapidez. Esto ha desembocado en un nuevo campo tecnológico llamado Comunicaciones por Ráfagas Meteoríticas.

Pero ¿por qué esforzarse tanto cuando hay medios de comunicación perfectamente adecuados a disposición de todos? Porque cuando se inicie la inminente carrera de armamentos con armas antisatélite, los satélites de comunicaciones serán las primeras bajas de una guerra nuclear. Se han desarrollado las Comunicaciones por Ráfagas Meteoríticas para poder librar una guerra nuclear. Los cometas han quedado alistados en ella. Los cometas tienen un valor práctico por primera vez desde que se pensó que eran avisos enviados por un Dios irritado. Pero no son los únicos afectados. Todo el movimiento mundial del conocimiento humano está siendo aprovechado para servicios semejantes y aproximadamente la mitad de los científicos de la Tierra está actualmente trabajando para los diversos organismos militares nacionales”. (Carl Sagan y Ann Druyan: El cometa. Editorial Planeta, 1986. Traducción de Miquel Muntaner i Pascual y María del Mar Moya i Tasis. Página 367).

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