miércoles, 29 de junio de 2016

LA PARTICIPACIÓN ARGENTINA EN EL PRIMER COMETA ARTIFICIAL (PARTE II)


El primer cometa artificial fue uno de los experimentos que se realizaron dentro del proyecto AMPTE (Active Magnetospheric Particle Tracer Explorers) con los satélites CCE e IRM para estudiar el acoplamiento entre el viento solar y la magnetosfera terrestre a través del trazado iónico obtenido con nubes artificiales, como cuando en septiembre de 1984 se inyectaron dos nubes de litio en la magnetosfera.
La aventura del cometa artificial argentino comenzó el 19 de diciembre, cuando partía del aeropuerto de El Plumerillo el Boeing 707 TC-91 y tras una escala en la isla de Pascua, llegaba al aeropuerto de Papetee, en la Polinesia Francesa. La primera inyección de 2.5 kgs. de bario para formar un cometa artificial se realizaría el 25 de diciembre de 1984. La nube sería observada por una red de observatorios terrestres en el hemisferio norte y por dos laboratorios aéreos, uno en el Boeing 707 de la Fuerza Aérea Argentina y otro en un Convair 900 de la NASA. En el avión argentino el equipamiento pertenecía al Instituto Max Planck de Alemania.

Dejamos que sea Rubén Oscar Palazzi quien nos narre esta aventura (“El primer cometa artificial”en “Aeroespacio” nº 444/marzo-abril 1985).

“Realizando un trabajo continuo a lo largo de diez días, el equipo de la I Brigada Aérea pudo instalar y alinear la plataforma de la cámara especial de alta sensibilidad y el helióstato, montar una puerta especial de observación con su correspondiente sistema de desempañador sobre el lateral derecho del fuselaje, instalar y alinear los dos INS, independientes de los propios del avión, habilitar nuevos sistemas de intercomunicación VHF y HF y armar un verdadero laboratorio en la cabina”
“Ya en la madrugada del 21 de diciembre se llevó a cabo la práctica de un circuito de espera reglamentario y una corrida de observación tal como sería efectuada cuando se hiciera la experiencia programada. Ese tramo final de la ruta tenía que ser ejecutado con rumbo, velocidad y alturas precomputadas, para conservar el cometa que se formaría en una posición relativa de 90º respecto del avión observador y dentro de una elevación no menor a 20º y no mayor a 50º con respecto a su plano horizontal. Para la práctica se eligió una estrella de primera magnitud con altura y azimut a los que tendría el cometa artificial. Esos datos fueron introducidos en una de las computadoras del B707para apuntar las cámaras TV al futuro objetivo (el cometa)”.
“El despegue se produjo en la noche oscura como boca de lobo y con el avión sumergido en una persistente llovizna. Eran las 23.10 h de Papeete cuando el B 707 argentino levantó las ruedas de la pista insular con rumbo a la zona de observación. En ese momento, las condiciones meteorológicas generales no eran satisfactorias en los lugares destacados del hemisferio norte, desde donde se efectuarían observaciones complementarias, pero se alentaba la esperanza de una razonable mejoría en las tres horas que faltaban para hacer la inyección. Esos momentos previos fueron muy tensos, porque el Com. Valenzuela estuvo a punto de cancelar la experiencia y esa decisión hubiera implicado una demora de seis meses para repetir la prueba… Cuando el TC 91 ya se encontraba en la zona de observación y a pocos minutos de la hora H (momento de lanzamiento de la nube de bario), las condiciones meteorológicas sobre los observatorios de Fairbank, Kitt Peak, Monte Palomar y Hawaii continuaban sin mejorar. El éxito del experimento exigía forzosamente que estuvieran en condiciones de actuar por lo menos dos observatorios terrestres o aéreos, pero hasta allí solamente se encontraba listo el B707… Detrás de la cabina de pilotaje, los científicos tiritaban sin abandonar las pantallas y teclas de sus consolas, y no era por temor. Simplemente volaban sin calefacción en la cabina para obtener la temperatura conveniente (menos de 0°) para el funcionamiento óptimo de los equipos. La penumbra era total y solamente eran visibles los monitores TV y las CDU (Control Display Unit) de los sistemas inerciales para no perder ningún detalle visual de la inyección de bario…”
“Menos de tres horas antes de la hora H… el Director del Proyecto Com. Dr. Valenzuela tomó una decisión clave y ordenó por radio la suspensión del experimento mediante la inhibición de la salida de la nube de bario contenida en el satélite artificial…”


Como en las viejas series: “Continuará…”

domingo, 26 de junio de 2016

LA PARTICIPACIÓN ARGENTINA EN EL PRIMER COMETA ARTIFICIAL (PARTE I)

Una historia poco conocida de la ciencia argentina es la decisiva participación de la Argentina en la realización del primer cometa artificial (al que nos referimos en una entrada anterior, http://cometasentrerios.blogspot.com.ar/2016/06/un-cometa-artificial.html).
La capa superior de la atmósfera recibe un constante bombardeo de partículas, sobre todo provenientes de la radiación solar. Esto produce una franja permanentemente cargada electrónicamente que se denomina ionosfera, saturada de electrones libres y ubicada entre los 60 y los 1000 kilómetros de altura sobre nuestro planeta. Las comunicaciones de larga distancia utilizan a la ionósfera como medio de propagación. Por ello es objeto de estudio detallado y constante, habiendo todavía manifestaciones ionosféricas no suficientemente conocidas.
Una de las autoridades mundiales en los estudios de la ionosfera y magnetosfera es el argentino Comodoro Dr. Arnaldo Valenzuela, que fue nada menos que Director Científico del Instituto Max Planck de Alemania. Fruto de su carrera en Alemania fueron numerosos trabajos conjuntos con Argentina, como el programa EGANI (Experiencias Germano-Argentinas con Nubes Ionizadas) iniciado en 1972,  y la  Experiencia de Puntos Conjugados desde la Antártida Argentina (1975), cuando se lanzó sobre la Base Marambio una nube de plasma visible y se observó su desplazamiento a lo largo de las líneas del campo magnético terrestre. Valenzuela se doctoró en física en el Instituto Balseiro. También fue director de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales entre 1986 y 1988.
El primer cometa artificial de la historia consistiría en una inyección de bario realizada desde el satélite alemán IRM (Ion Release Module) que surcaría la magnetosfera terrestre mientras sería observado y filmado desde un Boeing 707-320C de la Fuerza Aérea Argentina y un Convair 900 de la NASA. El director científico del proyecto AMPTE (Active Magnetospheric Particle Tracer Explorers) era el Comodoro Dr. Arnoldo Valenzuela.
En la edición de Septiembre-Octubre de 1991 de la revista Aeroespacio el propio Dr. Valenzuela explicaba el rol argentino y la conveniencia de usar aviones para el experimento:
“El Dr. Valenzuela explicó a Aerospacio la conveniencia de utilizar aeronaves para las observaciones, en lugar de hacerlo con satélites. “El avión brinda una gran flexibilidad, ya que permite cambiar el rumbo a voluntad, mientras que el satélite tiene una órbita prefijada. Argentina está especialmente calificada en el área espacial de la física de plasma. Debe recordarse que fuimos los únicos que realizamos este tipo de trabajos y no hay otros proyectos el mundo. La prueba de ello es que un país como la URSS nos haya solicitado permiso para tomar parte de este programa”.
Un detalle curioso es el “curriculum vitae” del Boeing 707 argentino matrícula TC-91 que participó del experimento: fue encargado por el Presidente Perón en 1973 para ser el avión presidencial, aunque no llegó a serlo, fue destinado a la Fuerza Aérea Argentina, Grupo de Transporte Aéreo de la I Brigada Aérea delPalomar, Provincia de Buenos Aires. Entró en combate en Malvinas, en 1984 participó del experimento que reseñamos, luego fue el avión presidencial del Dr. Alfonsin, realizó transporte del personal del Ejército en misiones de paz a Croacia, Mozambique, Haití y Chipre. Su último vuelo fue en 2006 y desde entonces se encuentra, junto con los otros 4 Boeing 707 de la Fuerza Aérea, abandonado esperando el anunciado desguace, lo que incluso ha generado protestas en las redes sociales, ya que son aviones con relativamente poco uso e incluso al TC-91 los alumnos de la Escuela Técnica de la Base El Palomar le hacen mantenimiento.

Las fuentes de esta serie de entradas son los siguientes artículos:
“Un hacedor de universos argentino” por Pedro Ugarte en “Aeroespacio” nº 436 (noviembre-diciembre 1983).
“El primer cometa artificial” por Rubén Oscar Palazzi en “Aeroespacio” nº 444 (marzo-abril 1985).
“El satélite CRRES estudia la atmósfera” por Ricardo Mendez en “Aeroespacio” nº 483 (septiembre-octubre 1991).

La idea original de esta serie de entradas pertenece a Juan Manuel Biagi-experto en astronáutica de la Asociación Entrerriana de Astronomía, quien me facilitó las publicaciones mencionadas.

viernes, 24 de junio de 2016

COMET HUNTERS, EL PROYECTO DE CIENCIA CIUDADANA DE ZOONIVERSE


Muchos lectores conocerán los proyectos de ciencia ciudadana de Zooniverse. Van desde la lectura de viejas bitácoras de navegación para estudiar sus datos climáticos o de diarios de la I Guerra Mundial para recopilar datos militares hasta el registro de imágenes para descubrir fósiles en un lago de Kenya o identificar mamíferos marinos. Las formas de trabajar son variadas pero giran en torno a la idea de hacer un esfuerzo mínimo (pinchar una imagen, escribir unas líneas) y voluntario que sumado al de miles de personas puede hacer una gran contribución científica en tareas repetitivas que requieren un mínimo adiestramiento y las computadoras no pueden realizar (sí, para los fanáticos de la tecnología que suelen ser fanáticos de la astronomía: ¡hay cosas que sólo los humanos podemos hacer!).
Hay proyectos astronómicos y tengo recuerdos de haber participado en uno: Ice Hunters. Consistía en identificar determinados patrones en fotografías obtenidas por los telescopios gigantes Subaru y Magellan para descubrir nuevos objetos del Cinturón de Kuipert que pudieran ser visitados por la sonda New Horizons. Así se descubrió, por ejemplo, el 2011 HM102.

Ahora Zooniverse lanza un nuevo programa: Comet Hunters. El objetivo es identificar asteroides del Cinturón Principal que pudieran ser en realidad cometas. Las diferencias entre asteroides y cometas son muy laxas y se han descubiertos asterorides que comienzan a tener actividad cometaria, así como los cometas se extinguen y se transforman en un cuerpo inerte, un asteroide.


Las imágenes que se analizaran provienen del Hyper Suprime-Cam (HSC) Survey. Se trata de una gigantesca cámara incorporada al telescopio Subaru de 8.2 metros, localizado en Hawaii y operado por el Observatorio Nacional de Japón.
A los aficionados se les da la posibilidad, basta con registrarse, de observar estas imágenes por primera vez y hacer algo de ciencia cometaria.
Ésta es la web:

martes, 21 de junio de 2016

¿POR QUÉ NO VEMOS COMETAS? LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA ES UN PROBLEMA DE TODOS



Hace pocos días se difundieron datos especialmente perturbadores respecto a la contaminación lumínica, cuando se dio a conocer un atlas elaborado por científicos de varios países y publicado en la revista “Science Advances”. El 83% de la población mundial vive bajo cielos con alta polución lumínica. En Europa y EEUU el porcentaje es del 99%. En la Argentina es del 57,7%. Un tercio de la humanidad jamás ha visto la Vía Láctea.
La experiencia de observar un cometa se ha vista proporcionalmente reducida al aumento de la polución lumínica, al punto de que hay generaciones que no han visto nunca un cometa en el cielo a ojo desnudo.
Por supuesto, no contemplar la mitad de nuestro mundo, no ver en el cielo más que nubes, el Sol y la Luna, es sumamente empobrecedor para la educación de una persona (y la imaginación es una parte central de la construcción de la inteligencia). Pero sería muy difícil que no nos gritaran en la cara nuestra insensibilidad por pensar en las estrellas “cuando sufren tantas personas”. De la misma manera que hay imbéciles que se ofenden cuando alguien cuida un animal “en vez de cuidar a un niño” (y entre los imbéciles incluyo al Papa), muchos pensaran que no ver las estrellas es un problema de poetas y astrónomos, pero que los astrónomos tienen al Telescopio Espacial Hubble.
La polución lumínica es un problema que afecta a los astrónomos y hace perder a todos la experiencia de conectarnos con el Cosmos. Pero además es un problema económico y de salud.
Económico, porque tener lámparas que emiten luz a 360 grados es claramente irracional si lo que queremos iluminar abarca 180 grados. Gastamos miles de millones de dólares en iluminar el cielo de manera inútil y perniciosa. Además, solucionar este problema es sumamente económico: basta con apantallar las luminarias (y hay otras muchas otras medidas sofisticadas) para ahorrarse muchos millones en energía, además de los beneficios ecológicos derivados (que también se relacionan con la flora y la fauna afectadas por el “día” artificial).
De salud, porque la luz nocturna produce alteraciones del sueño e insomnio, y todos sabemos las consecuencias de esos trastornos. Se nos recomienda que durmamos bien y a su vez multiplicamos las luces inútiles. Por no hablar de la investigada relación entre los focos de mercurio y la agresividad.  
Creo que los astrónomos deberíamos divulgar este problema, pero no centrándonos en nuestra pasión por los cielos, como se hace ahora, ya que este narcisismo nos aleja de la sociedad. Debemos centrarnos en los aspectos económicos y de salud.
¿Volveremos a ver los cometas? Basta con poner un sombrerito en las lámparas. ¿Podemos ser tan necios?
Un excelente resumen de este problema y de sus posibles soluciones aquí:

miércoles, 15 de junio de 2016

LA ESA LLAMA A DETECTAR CAMBIOS EN LA SUPERFICIE DEL 67P/CHURYUMOV-GERASIMENKO

Aprovechando que ya hay más de 20.000 imágenes disponibles públicamente del cometa 67P desde que Rosetta entro en contacto, la Agencia Espacial Europea ha realizado desde la web de la misión un llamado al público para detectar posibles cambios en su superficie. En ese repertorio hay imágenes tomadas a distancias diferentes, con cámaras de campo amplio y estrecho, antes y después del perihelio.



Cambios reportados por científicos de la misión Rosetta en la región de Imhotep entre mayo y julio de 2015.
Credits: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
La idea es que cualquiera observador perspicaz reporte los cambios que ha observado, indicando las imágenes comparadas. La idea es muy interesante en sintonía con el auge de programas de ciencia ciudadana en la que se pide a los internautas que clasifiquen imágenes, supliendo el trabajo que los científicos no pueden hacer. Lamentablemente, y a diferencia de otros pedidos de colaboración al público, la ESA no ha suministrado patrones sobre lo que hay que buscar, dejando todo librado al arbitrio del observador, y parece haber limitado el uso de los aportes a “futuras entradas en el blog”, en lugar de utilizar los datos válidos en trabajos científicos, reconociendo la autoría de la observación (como es el caso de la nueva campaña de la Agencia Espacial Japonesa JAXA para su sonda a Venus Akatsuki).
Fuente:

domingo, 12 de junio de 2016

UN COMETA ARTIFICIAL



El programa “Active Magnetospheric Particle Tracer Explorers” se inició el 16 de agosto de 1984 con el lanzamiento de 3 satélites con un lanzador Delta. Los satélites eran el IRM (Ion Release Module)-construido  por Alemania Occidental, el UKS (United Kingdom Subsatellite)-construido por Inglaterra, y el CCE (Charge Composition Explorer)-construido por EEUU. Los dos primeros estaban unidos por una estructura y compartían el motor de propulsión. Los satélites se separaron tras el lanzamiento y alcanzaron órbitas distintas. El experimento consistía en inyectar partículas ionizadas desde el IRM en una órbita más elevada para que fueran detectadas y analizadas por el CCE en una órbita más baja mientras el UKS realizaba medidas de comparación. La órbita elevada del IRM le permitía tener acceso al viento solar por fuera de la magnetosfera terrestre, mientras que la órbita más baja-dentro de la magnetosfera-les permitía a UKS-CCE acceder a las concentraciones de las partículas inyectadas por IRM. Otro de los experimentos relacionados con la investigación del plasma solar era inyectar una gran cantidad de bario en la magnetosfera para así crear un cometa artificial y estudiar cómo interactuaba con el viento solar.
En diciembre de 1984 y julio de 1985 se inyectaron las nubes de átomos de bario neutros en el viento solar. En seguida los átomos de bario se ionizaron y las nubes adquirieron la forma de un cometa natural, con un núcleo más condensado, una coma de 500 kilómetros de diámetro y cola con rayos que eran expulsados a decenas de kilómetros por segundo del núcleo.

Lo que sorprendió a los científicos fue que el núcleo en vez de tener una trayectoria recta tuvo un desvío lateral, debido a las cavidades diamagnéticas que se formaron al interrumpir el plasma comprimido el flujo del viento solar. Pero lo más sorprendente de todo es que fue un cometa artificial… y efímero: duró sólo 5 minutos.

lunes, 6 de junio de 2016

ESPECTACULARES IMÁGENES DE ROSETTA A 10 KMS. DEL 67P

Una nueva serie de imágenes de la Cámara de Navegación (NAVCAM) y de OSIRIS nos muestra primeros planos de la superficie del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko luego de 9 meses de su paso por el perihelio.
Imagen de la NAVCAM de la superficie del Cometa 67P/C-G tomada el 15 de Mayo de 2016 a 9,88 km desde el núcleo. La escala es de 84 cm/pixel y la imagen mide 862 m de lado a lado. Créditos: ESA/Rosetta/NAVCAM – CC BY-SA IGO 3.0.
Este impresionante captura de las regiones relativamente planas de Aker y Khepry en gran lóbulo del cometa. Estas regiones se caracterizan por capas distintivas y en lugares con líneas de fractura transversales – estos son particularmente visibles en las caras expuestas en la parte superior izquierda-. Una serie de grandes rocas también se puede ver dentro de una isla de terreno más suave hacia la parte superior de la vista.
El gran lóbulo del cometa se encuentra en la parte inferior izquierda de este punto de vista de la cámara con la característica forma de cresta que separa Sobek (en primer plano) de Bastet (detrás y fuera de la vista). Una pequeña porción de Hapi de “cantos rodados” también se puede ver a los pies de Aker. La región sombreada en gran medida a la parte inferior derecha marca la transición a Anhur.
Imagen tomada desde la cámara de gran campo OSIRIS el 17 de Mayo de 2016, cuando la sonda orbitadora Rosetta estaba a 9,4 km del Cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko. La escala es de 89 cm/pixel. Créditos: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
Hermosa vista oblicua muestra esta región, que fue fotografiada por la cámara gran angular en su parte superior, mientras que la vista en primer plano (inferior) fue tomada por la cámara de ángulo estrecho.
Imagen tomada por la cámara de gran campo OSIRIS el 11 de Mayo de 2016, cuando Rosetta estaba a 9,97 km del Cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko. La escala es de 16 cm/pixel. Créditos: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
La imagen de arriba muestra patrones de fractura similares a otros ya vistos, pero en el lóbulo más pequeño del cometa, en la región de Wosret.
Imagen tomada por la cámara de gran campo OSIRIS el 11 de Mayo de 2016, cuando Rosetta estaba a 9,9 km del Cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko. La escala es de 16 cm/pixel. Créditos: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
El primer plano se captura “cantos rodados” de una gama de tamaños, probablemente están asociado con la erosión producida en las laderas circundantes. Se destaca muy bien en esta escena, la transición de estas regiones erosionadas en las afueras de Imhotep a las llanuras centrales que son más suaves.
Fuente:

sábado, 4 de junio de 2016

C/2014 S3 PANSTARRS, COMETA ROCOSO Y SIN COLA. ¿BLOQUE DE CONSTRUCCIÓN DE LA TIERRA?

Crédito: K. Meech (IfA/UH)/CFHT/ESO
Este cometa casi desprovisto de la característica más espectacular de estos viajeros cósmicos puede suministrar información esencial sobre el origen del sistema solar. El C/2014 S3 PANSTARRS podría haberse originado muy cerca del Sol y tener una composición muy similar a la de la Tierra en sus orígenes.
Su periodo orbital de 860 años indica claramente que procede de la Nube de Oort, el borde exterior del sistema solar. Pero si cabría esperar un núcleo repleto de hielo, que generaría mucha actividad de sublimación al acercarse al Sol y una cola espectacular como la de casi todos los cometas no periódicos, el S3 es más de 100.000 veces menos activo que los típicos cometas de la nube de Oort. El estudio de la casi inexistente cola de polvo del S3 por científicos del European Southern Observatory's Very Large Telescope en Chile y el Canada-France-Hawaii Telescope reveló que se parece mucho más a los asteroides rocosos del cinturón principal que a un tipo cometa de largo periodo.
"Encontramos el primer cometa rocoso”, dijo Olivier Hainaut, astrónomo del European Southern Observatory en Garching, Alemania.
Por su proximidad con el Sol, la Tierra y el resto de cuerpos del sistema solar interior tienen poco hielo en comparación con los cuerpos del sistema solar exterior. Este nuevo cometa rocoso proviene de la nube de Oort pero debe de haberse originado en el sistema solar interior”.
"Es muy emocionante: C/2014 S3 pudo haber sido eyectado mientras la Tierra se estaba formando”-dijo Hainaut a Space.com. Podría ser un planetesimal como los que formaron la Tierra, pero preservados desde entonces en su forma original por el frío de los confines del sistema solar, a diferencia de los asteroides del cinturón principal, sometidos al calor del Sol.
Cometas rocosos como el C/2014 S3· son difíciles de distinguir de cometas extintos que no tienen actividad porque han agotado su reserva de hielo. Es incierta la porción de cometas de la nube de Oort que son rocosos, pero es muy pequeña. Los modelos recientes de formación del sistema solar sugieren que las interacciones gravitatorias entre planetas expulsaron materia de la región interior hacia el exterior, pero difieren en la cantidad expulsada. Encontrar más cometas rocosos aportaría información valiosa al respecto. Los analisis estadísticos de los investigadores sugieren que si se logran encontrar 50 cometas rocosos, podría haber posibilidades de discriminar los modelos de formación del sistema solar en probables e improbables. Es por eso que se alienta la búsqueda de este tipo de cometas, el estudio de cuya composición además puede arrojar luz sobre los orígenes de los planetas rocosos, entre ellos el nuestro.

La ilustración muestra la probable órbita del cometa C/2014 S3 Pan-STARRS, que tardaría 860 años en completar su viaje alrededor del Sol.
Crédito: ESO/L. Calçada
Fuente: