domingo, 7 de mayo de 2017

¡HASTA PRONTO!


Por un tiempo suspenderemos las entradas del blog. Por un tiempo suspenderemos las actividades de la Sección Cometas de la Asociación Entrerriana de Astronomía. Nuestra sección ha quedado reducida a un único miembro (quien escribe, Alberto Anunziato) y es ridículo usar un nombre colectivo para un único observador. En otros tiempos, hubiera continuado en soledad las observaciones cometarias, pero los problemas que hemos tenido con nuestro nuevo telescopio en el Observatorio de Oro Verde, desde inicios de año, junto con mi severo desconocimiento técnico para lidiar con ellos, han hecho imposible la continuidad de las observaciones que requiere una agrupación astronómica seria. Cuando se solucionen dichos problemas, igualmente se hará difícil observar con un telescopio más apto para objetos de espacio profundo que para observaciones de campo amplio. Y el blog siempre se pensó como el medio de expresión de nuestra sección.
El pasado 10 de abril cumplimos 7 años de observación cometaria, durante los cuales tuvimos-sin falsa modestia- el honor de posicionarnos como referentes en la astronomía cometaria latinoamericana, colaborando con distintas bases de datos, especialmente con la de la nuestra asociación madre, la Liga Iberoamericana de Astronomía. Nuestro blog lleva más de 3 años, 331 entradas y más 80.000 visitas. Son todos motivos para sentirse orgullosos, aunque sea en soledad.
Seguramente, este descanso nos hará volver con ganas muy pronto. Mientras tanto, quien quiera comunicarse, puede hacerlo via email: cometaria@gmail.com.

Hasta pronto!

viernes, 5 de mayo de 2017

¿FUE UN COMETA EL RESPONSABLE DEL FRÍO QUE MATÓ A LOS MAMUTS?

Hace unos 13000 años los grandes mamíferos de la edad del hielo conocidos como megafauna (caballos, camellos, mamuts, mastodontes y muchos otros) desaparecieron repentinamente en América del Norte. Al mismo tiempo, una cultura humana ampliamente dispersa se desvaneció. Y aumenta el número de pruebas que sugieren que todo esto ocurrió de manera espectacular a causa de un cometa o asteroide que chocó contra la Tierra.
El geólogo James Kennett (UC Santa Barbara) y sus colaboradores apoyan este argumento con pruebas de este evento, que causó un periodo frío conocido como el Dryas Reciente. El equipo de investigadores había identificado anteriormente, en una capa delgada correspondiente a la Frontera del Dryas Reciente, fechada en hace 12800 años, una rica colección de esférulas de alta temperatura, cristal fundido, nanodiamantes y otros materiales exóticos, que sólo podrían ser explicados por un impacto cósmico. Ahora pueden añadir el platino a la lista.
“Hemos identificado una característica fácilmente mensurable e identificable de esta capa de impacto, que había sido bien data con anterioridad”, explica Kennet. “Esto proporciona una marcador temporal de gran valor para comparar con la multitud de cambios abruptos que ocurrieron alrededor de esta época, incluyendo las extinciones, desplazamientos culturales humanos y declive de la población, y el cambio climático”.
Los investigadores analizaron la presencia de platino y paladio, indicadores de un impacto,  en muestras de sedimentos de 11 lugares, entre ellos la cueva Sheriden en Ohio, donde eran evidentes los restos de megafauna extinta hasta la capa del impacto. Entonces los científicos ampliaron su análisis incluyendo varias localizaciones adicionales aunque peor datadas en Carolina del Norte y del Sur, que contenían restos arqueológicos indicativos de la posición de la capa correspondiente a la Frontera del Dryas Reciente. En cada uno de estos lugares se encontró una anomalía en la cantidad de platino, exactamente al principio del Dryas Reciente, tal como se había predicho.

Kennet señala que esta anomalía en la abundancia de platino probablemente se convierta en la marca identificadora del impacto cósmico y la posterior extinción de los mamuts en Norteamérica, al igual que la anomalía del iridio marca el final del Cretáceo y las extinciones de los dinosaurios.

Este perfil en un acantilado del Cañón de Arlington, en la Isla de Santa Rosa, tiene una gran cantidad de platino. Fuente: UC Santa Barbara.
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