miércoles, 27 de abril de 2016

EL HALLEY EN URUGUAY. “YA ESTÁ AQUÍ EL COMETA HALLEY” DE GONZALO VICINO


Este domingo pasé una estupenda tarde leyendo el libro que da título a nuestra entrada. Los entrerrianos nos sentimos muy cercanos por nuestra historia en común a los uruguayos y el hermano oriental es un ejemplo en cuanto a desarrollo de la astronomía-profesional y amateur. Prueben a buscar observatorios uruguayos en Google Maps y se sorprenderán.
Este libro fue editado en 1985 por la Asociación de Aficionados a la Astronomía de Uruguay y ha sido una estupenda guía para ese gran jubileo cometario que fue el paso del Halley en 1985/1986. Realmente muy completa: una buena reseña histórica sobre cometas pasados, los conocimientos del momento sobre la estructura de los cometas y las expectativas por la primera misión espacial a un cometa.
Por supuesto, tiene en gran parte un valor histórico (se nos dice que se ha calculado a esa época la órbita de… 600 cometas), pero hay muchos datos que siguen vigentes. Y está escrita de manera sumamente amena.

Hay dos cosas que quisiera resaltar. La primera es la siguiente ilustración, una fotografía del autor del cometa Bennett (pág.36: “El cometa Bennett en marzo de 1970 fue bien visible en los amaneceres montevideanos. Foto del autor”):
Muchos jóvenes lectores quizás no sabrán a cual estructura de metal-que casi todas las casas tenían en el techo-pertenece la sombra en el centro: una antena de televisión. Es una fotografía espléndida.
La segunda, estas palabras, que marcan la línea que deberíamos seguir todos los astrónomos aficionados. Cuando tantos aficionados a la astronomía piensan que sólo les queda hacer divulgación de lo que hacen los profesionales, no está de más recordar las palabras del amigo (todo buen autor lo es) Gonzalo Vicino:
“No piense el lector que las observaciones que pueda hacer son meros entretenimientos sin importancia. El carácter de aficionado a la astronomía no quita seriedad a quien practica este hobby, aunque no sea un profesional, es decir, alguien que se gana la vida trabajando de astrónomo. En nuestros pobres países empobrecidos   pocas personas pueden ostentar tales cargos y la inmensa mayoría de los astrónomos deben ganarse la vida trabajando de otra cosa. Pero la historia de la astronomía está llena de aficionados que hicieron importantísimos descubrimientos científicos. En el caso de los cometas, la gran mayoría de ellos son descubiertos por aficionados, como ya señalamos antes. Y en el caso particular del Halley, si bien habrá sin duda una gran cobertura mundial de observadores, ya no serán tantos cuando el cometa esté muy al sur (marzo-abril de 1986) pues en nuestro hemisferio hay muchos menos astrónomos que en el norte. Además, en cualquier momento puede ocurrir en el cometa algún fenómeno sorpresivo y nunca se sabe cuantos astrónomos, profesionales o aficionados, pueden ser testigos de ese hecho; bien puede ocurrir que por condiciones meteorológicas adversas o por otras circunstancias, alguien sea el único observador en ese momento en todo el mundo, un testigo de excepción”.
Hay algo que me intriga en mi ejemplar: la incisión en forma de cometa-de representación antigua de cometa: estrella más cola. ¿Fue realizada por el anterior dueño como una especie de intervención artística, al precio de recortar parte del hermoso desplegable con la carta de la trayectoria del Halley? La incisión se va haciendo más chica y en casi todo el libro es simplemente un agujero redondo, típica marca dejada por un gusano comiendo el papel, lo que parece más plausible. En ese caso, lo más plausible es una verdadera sincronía junguiana: un gusano dejando una marca con forma de cometa en un libro sobre un cometa.  

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