sábado, 16 de abril de 2016

Se identifican clatratos de hielo en el cometa 67P

El estudio de los cometas proporciona pistas sobre la historia temprana de nuestro sistema solar.

Durante décadas, los científicos han acordado en que los cometas son en su mayor parte hielo de agua, pero no lo han hecho sobre el tipo de hielo - amorfo o cristalino-. Con los datos obtenidos por la sonda Rosetta de la ESA en la coma del cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko, los científicos han detectado evidencia de una forma de hielo cristalino llamada clatratos.
Los científicos del Southwest Research Institute lideraron un equipo internacional que estudia la composición de la coma del cometa 67P para comprender mejor las estructuras de hielo y el posible origen de su núcleo. El equipo encontró evidencia de clatratos de hielo de agua que podría indicar que el cometa se formó más cerca del Sol de lo que se pensaba originalmente.
Crédito: Imagen cortesía de ESA / Rosetta / MPS para el equipo OSIRIS
MPS / UPD / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA
"La estructura y la fase del hielo es importante porque nos dice mucho acerca de cómo y dónde se pudo haber formado el cometa", dice la Dra. Adrienn Luspay-Kuti, un científico de investigación de la SwRI's Space Science and Engineering Division. Ella es la autora principal de un artículo titulado "La presencia de clatratos en el cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko", publicado en la edición del 8 de abril 8 de la revista “Science Advances”. "Si los bloques de construcción del 67P fueron predominantemente hielos cristalinos y clatratos, entonces es probable que el cometa se haya formado por una aglomeracíón de trozos de hielo cerca del Sol. La parte de la nebulosa protosolar más cercana al Sol experimentó temperaturas más altas y más turbulencia en las que podrían formarse hielos cristalinos cuando se enfrió la nebulosa. Los hielos amorfos y más prístinos probablemente dominaron las periferias más frías del disco giratorio de polvo y gas que rodea al núcleo de un sistema solar en desarrollo".
El hielo de agua amorfo atrapa eficazmente grandes cantidades de compuestos volátiles, que son liberados simultáneamente con el calentamiento. Los clatratos de agua son estructuras cristalinas que contienen moléculas de gas. Los volátiles encerrados en el agua en realidad crean la estructura estable de clatratos. Estas estructuras liberan gases a temperaturas características, dependiendo de la fase de gas volátil encerrado dentro del clatrato. Luspay-Kuti dirigió un equipo internacional de expertos en cometas que interpretan los datos de la nave espacial Rosetta, que encontró que el patrón de liberación de gases observada indica que el núcleo del 67/P contiene clatratos.
"Sin un muestreo directo del interior del núcleo, la evaluación de la composición de la coma ofrece las mejores pistas sobre la estructura de hielo y, como consecuencia, del posible origen de los núcleos cometarios", dijo Luspay-Kuti. "Se cree que los cometas reflejan estrechamente la composición de los componentes básicos de nuestro sistema solar y que contienen información importante acerca de las condiciones que prevalecen en la nebulosa solar antes y después de la formación del planeta. Estos pequeños cuerpos helados nos ayudan a entender la estructura completa".
El equipo multi-institucional de científicos cometarios analizó los datos del espectrómetro de masas de la región sur del 67P de septiembre a octubre de 2014, antes del equinoccio. El  67P es un cometa de la familia de Júpiter que se cree que procede del cinturón de Kuiper. Los científicos están comparando estos datos con los nuevos datos del sobrevuelo del Hartley 2-considerado de igual familia y origen del 67P – para encontrar correlaciones. Si estos cometas se formaron más cerca del Sol de lo que se pensaba originalmente, estos datos podrían ayudar a refinar los modelos de formación del sistema solar.

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