Nuestro constante colaborador Juan Manuel Biagi nos pasó el dato de Youtube: este capítula de "La aventura del hombre" en plena fiebre por la vuelta del cometa Halley en 1985. Los que peinamos canas recordamos la musiquita futurista que abría "el" programa de documentales de la televisión argentina de los '80, antes de internet y cuando la información era valiosísima y difícil de encontrar. Es interesante pese al pésimo doblaje, el que traducía ni siquiera conocía el nombre de la nave de la ESA que estaba por llegar al Halley y parece decir "shuttle" en vez de "Giotto". En fin, a pesar de esas dificultades, nuestra generación devoraba los documentales y atesoraba la información. Hay varios puntos interesantes. En el minuto 7 se muestran instrumentos astronómicos de observación cometaria en el Museo de Greenwich (que ganas de ir!). En el minuto 11 hay una entrevista al "jefe del proyecto Giotto" en el que sostiene (y se escucha en inglés): "si los gases chocan con la parte anterior de la nave ésta explotará"... ¿y esto? Nunca había sabido de esa posibilidad.... hay que buscar. A continuación se muestra un avión norteamericano que recolectaba partículas de polvo cometario en la estratosfera. A partir del minuto 27 visitamos una tienda de telescopios londinense de nada menos que 200 años de antigüedad y luego el merchandising del Halley, sobre todo motorizado por la "Halley Society", un grupo de excéntricos ingleses. En fin, muy disfrutable. Una última pregunta: ¿a qué se refería el legendario Mario Grassi al final del programa con "7 colas adicionales"?
jueves, 28 de noviembre de 2019
martes, 26 de noviembre de 2019
REVISTA "MUNDO COMETARIO" DE LA SECCIÓN COMETAS DE LA LIADA (Y UNA REFLEXIÓN SOBRE EL PASADO)
La revista "Mundo Cometario" es una publicación de la Sección Cometas de la Liga Iberoamericana de Astronomía. Por supuesto, recomendamos la lectura de los dos números que han sido editados. Pero también queremos reflexionar especialmente sobre el segundo, en el que se publican las curvas de luz de los cometas observados por miembros de la LIADA entre 2013 y 2019.
La lectura de la revista nos deja una sensación ambivalente. Primero, un gran orgullo al reconocer nuestras observaciones. Los años 2013 y 2014 fueron buenos años de observación, el 2015, no tanto. A partir de 2016 el nuevo telescopio del Observatorio de Oro Verde resultó casi completamente inútil para la observación de cometas. Y en 2018 nos fuimos de allí. La Sección Cometas de la Asociación Entrerriana de Astronomía fue una quijotada de un pequeño grupo que desde 2010 se ganó el respeto de la comunidad astronómica-cometaria. Prueba de ello es este propio blog, nacido en enero de 2014 con el ímpetu de la observación. Ahora no tenemos telescopio para la observación de cometas no brillantes en nuestra Sociedad Lunar Argentina, pero no nos resignamos. ¡Volveremos!
Decíamos sensación ambivalente, alegría por los logros pasados reconocidos en una revista de prestigio. Pero también una sensación de tristeza. La Sección Cometas de la AEA sólo fue para la directiva de la asociación un estorbo. Indiferencia por muchos años (cada dos años publicábamos la Memoria de lo hecho y ni siquiera fue subida a la web de la institución, cuando era la única publicación de la AEA), luego un sucederse de obstáculos a la observación que tratábamos de sortear de las maneras más imaginativas (observaciones furtivas incluidas) y luego directamente hostilidad hacia las observaciones y hacia la LIADA a la que reportábamos. Hasta que tuvimos que irnos de una asociación a la que hicimos significativas aportaciones que exceden lo astronómico.
Nos invade la melancolía por ese hermoso proyecto que fue la Sección Cometas de la AEA. Y también las ganas de volver pronto a la observación. Mientras tanto, compartimos nuestro orgullo por aparecer en la revista cometaria de la LIADA, que pueden descargar aquí:
https://rastreadoresdecometas.files.wordpress.com/2019/11/curvas-de-luz-de-cometas-perc3adodo-dic-2013-agosto-2019.pdf
La lectura de la revista nos deja una sensación ambivalente. Primero, un gran orgullo al reconocer nuestras observaciones. Los años 2013 y 2014 fueron buenos años de observación, el 2015, no tanto. A partir de 2016 el nuevo telescopio del Observatorio de Oro Verde resultó casi completamente inútil para la observación de cometas. Y en 2018 nos fuimos de allí. La Sección Cometas de la Asociación Entrerriana de Astronomía fue una quijotada de un pequeño grupo que desde 2010 se ganó el respeto de la comunidad astronómica-cometaria. Prueba de ello es este propio blog, nacido en enero de 2014 con el ímpetu de la observación. Ahora no tenemos telescopio para la observación de cometas no brillantes en nuestra Sociedad Lunar Argentina, pero no nos resignamos. ¡Volveremos!
Decíamos sensación ambivalente, alegría por los logros pasados reconocidos en una revista de prestigio. Pero también una sensación de tristeza. La Sección Cometas de la AEA sólo fue para la directiva de la asociación un estorbo. Indiferencia por muchos años (cada dos años publicábamos la Memoria de lo hecho y ni siquiera fue subida a la web de la institución, cuando era la única publicación de la AEA), luego un sucederse de obstáculos a la observación que tratábamos de sortear de las maneras más imaginativas (observaciones furtivas incluidas) y luego directamente hostilidad hacia las observaciones y hacia la LIADA a la que reportábamos. Hasta que tuvimos que irnos de una asociación a la que hicimos significativas aportaciones que exceden lo astronómico.
Nos invade la melancolía por ese hermoso proyecto que fue la Sección Cometas de la AEA. Y también las ganas de volver pronto a la observación. Mientras tanto, compartimos nuestro orgullo por aparecer en la revista cometaria de la LIADA, que pueden descargar aquí:
https://rastreadoresdecometas.files.wordpress.com/2019/11/curvas-de-luz-de-cometas-perc3adodo-dic-2013-agosto-2019.pdf
lunes, 18 de noviembre de 2019
Hallan indicios de agua en el cometa Borisov
Un equipo de la NASA encuentra indicios de la
presencia de agua en el cometa 2I/Borisov, el primer cometa interestelar
conocido. De confirmarse esta teoría, estaríamos ante la primera vez que se
detecta agua de otro sistema planetario dentro de nuestro sistema solar.
El cometa Borisov fue descubierto a finales
de agosto de 2019 y, desde entonces, ha sido estudiado minuciosamente por los
astrónomos, dado que a finales de diciembre se alejará de nuestro sistema
solar. Entre otros datos, detectaron que expulsa a la superficie gas en forma
de cianógeno, lo cual es común en los cometas y asteroides de nuestro sistema
solar.
Sin embargo, el gran hallazgo lo encontró el equipo
liderado por Adam McKay en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en
Maryland. En el Observatorio de Apache Point, situando en Nuevo México, usaron
un instrumento que permite estudiar la luz reflejada por el cometa Borisov y
encontraron grandes cantidades de oxígeno alrededor del cometa, posiblemente
como resultado de que el hielo de agua se volviera o sublimara, de sólido a
gas. Esto quiere decir que se calienta por su contacto con el sol.
Porque, como explica McKay, “si una molécula de agua
se sublima de la superficie, se libera como vapor de agua. A partir de ahí, la
luz ultravioleta del sol descompondrá la molécula en hidrógeno y oxígeno, que
es lo que el equipo detectó”.
Un hallazgo que sugiere, a partir de los datos
obtenidos, que el cometa está produciendo hasta 19 kilogramos de agua por
segundo, lo cual indica que estamos ante una detección clara de átomos de
oxígeno y, por tanto, el cometa contiene agua.
Anteriormente, se había detectado agua fuera del
sistema solar en las atmósferas de los exoplanetas o en nebulosas formadoras de
estrellas, pero nunca se había visto agua de otro sistema planetario tan cerca
y, si se confirma, sería la primera vez en encontrar agua de otro sistema
planetario.
Un hallazgo importante que abre el estudio a esa
posible agua del cometa Borisov, dado que podría aportar datos sobre otros
sistemas planetarios. Además, podría ayudar a conocer diferencias y similitudes
con el sistema solar y a saber más sobre el origen del agua y la vida en la
Tierra.
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