Los
estallidos (“outburst”) de los cometas de período largo no son tan comunes como
los estallidos de cometas con órbitas cortas. El más conocido es el del Hale-Bopp.
No tan conocidos son los estallidos del más conocido de los cometas, el 1P/Halley,
que se produjeron mucho después de haber pasado el perihelio, lo que es una
verdadera rareza. El 25 de enero de 1836, dos meses después de haber pasado por
el perihelio, el Halley experimentó un estallido que aumentó su brillo de
magnitud 6 a magnitud 2, como comprobaron muchos observadores en el hemisferio
austral (entre ellos el famosos John Herschel), e incluso permaneció visible a
ojo desnudo dos meses más, por lo que la aparición de 1836 fue una de las más
espectaculares gracias a este estallido. En 1836 la coma del Halley presenta
estructuras definidas que son muy similares a las que se observaron en la coma
del cometa 17P/Holmes en su famosa aparición de 2007, en el que su coma fue el
objeto más grande del sistema solar por un tiempo.
Dibujos
del Halley en 1836 por John Herschel.
La
coma del cometa Holmes en 2007.
En
la aparición de 1986, el Halley no fue muy espectacular, pero 5 años después
del perihelio, y a 14.3 Unidades Astronómicas del Sol, el Halley tuvo un
estallido que lo llevó de magnitud 25 a magnitud 19 y de tener una apariencia
estelar a tener una pequeña coma difusa. Este estallido ha dado mucho que
hablar, muchos piensan que el estallido se debería a una fragmentación o
incluso una desintegración. A mí no me importa, para el 2061 no pienso estar.