Las
hipótesis ad hoc son hipótesis añadidas posteriormente y con el único propósito
de modificar la teoría “haciendo trampa” para que la teoría pueda adecuarse a resultados
experimentales contrarios a los esperados según la teoría original.
Es
conocida la historia del descubrimiento de ‘Oumuamua, que provocó perplejidad
por una serie de aspectos inusuales: su forma de huso, su brillo desproporcionado
(10 veces más que un cometa normal) y, sobre todo, su movimiento: en vez de
hacerse más lento tras su paso por las cercanías por el Sol (como dictan las
leyes de la física) siguió acelerando y no presentó ningún signo de outgassing,
como si hubiera acelerado artificialmente para compensar la atracción gravitatoria
del Sol). La hipótesis más conocida es la del astrónomo de Harvard Avi Loeb,
quien sostiene que sería un artefacto artificial, lo que explicaría su brillo
(metálico) y su forma, según él sería una especie de vela solar que aprovecharía
así el viento solar. El libro de divulgación donde plantea su hipótesis, “Interstellar”,
es muy interesante, básicamente plantea el problema de cómo afrontar la
detección de tecnología extraterrestre, incluso de arqueología extraterrestre,
la actuación mediática posterior es un poco más errática y efectista.
Lo
cierto es que otro científico, Darryl Seligman, propuso lo que me parece la
primera hipótesis ad hoc para desmentir la hipótesis de Loeb (que tampoco
es tan firme): una especie de iceberg de
hidrógeno, una nube de hidrógeno que sublimaría hidrógeno cerca del Sol, como
un cometa, pero el hidrógeno es invisible para los instrumentos que intentaron
detectar coma o cola en Oumuamua. Avi Loeb demostró fácilmente que siendo ese
iceberg de hidrógeno más frío que el mismísmo espacio interestelar, se hubiera
disuelto mucho antes de pasar por el Sol. A la ayuda de Seligman vino Jennifer
Bergner con una segunda hipótesis: sería una nueva categoría de cometas, un
cometa oscuro. A partir de experimentos de laboratorio, que muestran que el
hielo de agua en frío extremo alcanzado por radiación genera paquetes de
hidógeno subsuperficiales. Los cometas oscuros tendrían una coma de hidrógeno,
invisible, y expulsarían solo eso desde esos paquetes, no de la superficie, no
otros gases ni polvo. Supuestamente habría otros cometas oscuros que tendrían
aceleraciones similares (muy menores) y sin coma visible. Los cometas oscuros
serían básicamente asteroides (Near Earth Objects, para ser precisos) con
ocasionales outgassings de hidrógeno que habría que descubrir.
¿Qué
les parece? Quedaría sin explicar el brillo y la forma, no. E incluso, las
aceleraciones mínimas de los asteroides internos del sistema solar explicarían
la aceleración de Oumuamua?
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