Realmente
es un objeto difícil de observar, muy bajo hacia el noreste al finalizar la
noche y con una magnitud apenas inferior a 11. Pero los observadores australes
empezamos a disfrutar de la primavera, así que vale la pena intentar. Estamos
hablando del cuarto cometa del que se pude calcular su órbita, de ahí a que
lleve el número 4P y el apellido de su descubridor, el francés Hervé Faye en
1843. A pesar de que ha tenido innumerables perihelios que han ido haciendo que
perdiera sus volátiles (cada 7 años y medio9, todavía sigue siendo un cometa
interesante para observar. La imagen que acompañamos pertenece al decano de la
fotografía cometaria, el español Pepe Chambo (www.cometografia.es )
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