martes, 18 de febrero de 2025

NUESTRA OBSERVACIÓN DEL C/2024 G3 ATLAS


 

De la hermosa noche que compartimos observando el cometa Atlas desde las afueras de Oro Verde el 21 de enero me faltaba compartir el reporte que hice a la base de datos cometarios online COBS y el dibujo que realicé de la observación.

Calculamos una magnitud de 2.5, una coma de 7 minutos y grado de densidad de coma 3. Si comparamos las observaciones anteriores y posteriores en COBS, vemos que una hora antes hubo 3 reportes de magnitud 2.4, 2.2 y 2.0, la nuestra fue de 2.5 y después no hay observaciones hasta casi un día después, en que se reporta 3.5, y en adelante la magnitud continuó disminuyendo (es decir, aumentando en números). Hace dos días estaba en 7.3.

También compartimos nuestro dibujo, realizado con un Maksutov-Cassegrain de 105 mm de apertura, 1470 de distancia focal y un ocular de 32 (lo que da 46 aumentos).

miércoles, 12 de febrero de 2025

CINTURONES DE EXOCOMETAS EN ESTRELLA CERCANAS

Astrofísicos revelan la estructura de 74 cinturones de exocometas que orbitan estrellas cercanas en un estudio histórico

Un equipo de astrofísicos liderado por el Trinity College de Dublín ha obtenido, por primera vez, imágenes de un gran número de cinturones de exocometas que orbitan estrellas cercanas y de las pequeñas partículas que se encuentran en su interior. Las imágenes, de gran claridad, muestran la luz emitida por estas partículas de tamaño milimétrico dentro de los cinturones que orbitan 74 estrellas cercanas de una amplia variedad de edades, desde las que están emergiendo de su nacimiento hasta las que se encuentran en sistemas más maduros como nuestro propio Sistema Solar.

 Los 74 cinturones de exocometas, tal como se muestran en este estudio. Imagen: Prof. Luca Matrà.

El estudio REASONS (REsolved ALMA and SMA Observations of Nearby Stars) marca un hito tan importante en el estudio de los cinturones de exocometas porque sus imágenes y análisis revelan dónde se encuentran las partículas y, por lo tanto, los exocometas. Por lo general, se encuentran a decenas o cientos de UA (la distancia entre la Tierra y el Sol) de su estrella central.

En estas regiones, hace tanto frío (entre -250 y -150 grados Celsius) que la mayoría de los compuestos, incluida el agua, están congelados en forma de hielo en estos exocometas. Por lo tanto, lo que los astrofísicos están observando es dónde se encuentran los depósitos de hielo de los sistemas planetarios. REASONS es el primer programa que revela la estructura de estos cinturones para una gran muestra de 74 sistemas exoplanetarios.

El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) es un conjunto de 66 radiotelescopios ubicado en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, mientras que el Submillimeter Array (SMA) es un conjunto similar de ocho elementos ubicado en Hawái. Ambos observan la radiación electromagnética en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas. Este estudio utilizó ambos para producir las imágenes que han proporcionado más información sobre las poblaciones de exocometas que nunca antes. "Los exocometas son bloques de roca y hielo de al menos 1 km de tamaño que se estrellan entre sí dentro de estos cinturones para producir los guijarros que observamos aquí con los conjuntos de telescopios ALMA y SMA. Los cinturones exocometarios se encuentran en al menos el 20% de los sistemas planetarios, incluido nuestro propio Sistema Solar", dijo Luca Matrà, profesor asociado en la Escuela de Física de Trinity y autor principal del artículo de investigación que acaba de publicarse en la revista Astronomy and Astrophysics.

El Dr. Sebastián Marino, investigador universitario de la Royal Society en la Universidad de Exeter y coautor de este estudio, agregó: "Las imágenes revelan una notable diversidad en la estructura de los cinturones. Algunos son anillos estrechos, como en la imagen canónica de un 'cinturón' como el cinturón Edgeworth-Kuiper de nuestro Sistema Solar. Pero un mayor número de ellos son anchos, y probablemente se describan mejor como 'discos' en lugar de anillos".

Algunos sistemas tienen múltiples anillos o discos, algunos de los cuales son excéntricos, lo que proporciona evidencia de que aún existen planetas indetectables y su gravedad afecta la distribución de los guijarros en estos sistemas.

"El poder de un estudio a gran escala como REASONS radica en revelar propiedades y tendencias a nivel de población", explicó el profesor Matrà.

"Por ejemplo, confirmó que la cantidad de guijarros disminuye en los sistemas planetarios más antiguos a medida que los cinturones se agotan debido a la colisión de exocometas más grandes, pero mostró por primera vez que esta disminución en los guijarros es más rápida si el cinturón está más cerca de la estrella central. También mostró indirectamente, a través del grosor vertical de los cinturones, que es probable que en estos cinturones estén presentes objetos inobservables de hasta 140 km de tamaño de la Luna.

El Dr. David Wilner, astrofísico sénior del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian, subrayó: "Los conjuntos de telescopios como ALMA y SMA utilizados en este trabajo son herramientas extraordinarias que continúan brindándonos nuevos e increíbles conocimientos sobre el universo y su funcionamiento. El sondeo REASONS requirió un gran esfuerzo comunitario y tiene un valor legado increíble, con múltiples vías potenciales para futuras investigaciones.

"Por ejemplo, el conjunto de datos REASONS de propiedades de cinturones y sistemas planetarios permitirá estudios del nacimiento y evolución de estos cinturones, así como observaciones de seguimiento en todo el rango de longitudes de onda, desde el JWST hasta la próxima generación de telescopios extremadamente grandes y el próximo programa ARKS Large de ALMA para profundizar aún más en los detalles de estos cinturones".

Traducción de https://cobs.si/news/archive/astrophysicists-reveal-structure-of-74-exocomet-belts-orbiting-nearby-stars-in-landmark-survey/

lunes, 10 de febrero de 2025

COMETA DEL SIGLO, COMETA VISIBLE A SIMPLE VISTA… Y TODOS ENOJADOS CON LOS COMETAS


 

Esta década de los 2020 ha sido bastante pródiga en cometas espectaculares, debemos reconocerle a la fortuna estos años, como antes nos quejamos de sequías cometarias. Pero los grandes cometas traen grandes expectativas. Con los cometas Atlas de fines de 2024 e inicios de 2025 se volvió a plantear lo que he pensado como un ciclo en relación con los cometas que se anuncian espectaculares, que se podría groseramente representar así:

1) Se anuncia en una revista especializada un posible cometa espectacular, en base a una serie de parámetros. Recordemos que los cometas son impredecibles, porque cuando se descubren no sabemos nada sobre su núcleo, y el comportamiento de éste es altamente aleatorio hasta que no pasa cerca del Sol.

2) Los divulgadores de la astronomía transmiten la información, con el entusiasmo que solemos tener por estas cosas. Algunos se referirán a dicha imprevisibilidad, otros directamente prefieren centrarse en lo espectacular (tiranía de los likes). No todos los divulgadores, ni aficionados, conocen datos básicos de la observación de los cometas, por ejemplo, piensan que las magnitudes estimadas del Minor Planet Center que aparecen en programas como Stellarium tienen la misma veracidad que la información astrométrica.

3) La información llega a los medios tradicionales de comunicación. Ahí empiezan los problemas, ya que los periodistas suelen creer que lo saben todo y suelen no saber nada de nada. Ahí aparecen generalmente los adjetivos “del siglo” (que no podemos atribuir hasta 2100), “a simple vista” (que no hay manera de saber que suceda), “más brillante que Venus” (pero solamente en las cámaras de Soho, sin saber que esa luminosidad no es puntual sino difusa), etc.

4) Se genera una gran expectativa, que se refuerza con los astrofotógrafos y sus imágenes espectaculares del cometa al lado de edificios, por ejemplo. Es natural pensar que así se ve, si así aparece en una foto… pero las fotos son producto de equipos espectaculares y programas súper avanzados, así como de la extraordinaria habilidad del fotógrafo. Por no hablar del rol que puede estar jugando la inteligencia artificial en el procesamiento de imágenes que quieren ser espectaculares y no de valor observacional (en pos de acentuar el brillo muchas veces se pierden detalles que el entendido sabe que están).

5) Esas expectativas, generadas por la prensa y apoyadas en imágenes espectacular, terminan (casi) inevitablemente con desilusión: el cometa a simple vista no se ve, o casi no se ve, más que una manchita. Es que los cielos han cambiado, los cometas espectaculares de hace no más de 50 años atrás no volverán sino cortamos un poco con la contaminación lumínico. El auténtico cometa del siglo, hasta ahora, el McNaught de 2007, tardará en repetirse y, probablemente, no lo haga si nuestros cielos se siguen deteriorando. No tiene sentido enojarnos con los cometas y hablar de “fiasco”, son nuestras luces parásitas, inútiles y malditas.

Este razonamiento se me ocurrió luego del C/2023 A3 Tsuchinshan-Atlas, que fue un cometa espectacular pero que en Argentina no se vio tan claramente a simple vista como en otros países, y que generó el apelativo de “fiasco”. Y pareció que la historia con C/2024 g3 Atlas iba a ser la misma, pero por suerte fue espectacular y se vio espectacular a simple vista. Pero, no olvidemos que los cometas son impredecibles y que los disfrutaremos en los años próximos con binoculares o telescopios.

jueves, 6 de febrero de 2025

LA LENTA DESINTEGRACIÓN DEL COMETA C/2024 G3 ATLAS


 

La Astronomical Picture of the Day del 2 de febrero es una súper interesante secuencia de imágenes tomadas todas desde Río Hurtado, Chile, por Lionel Majzik, del cometa del momento. El análisis es muy ilustrativo, la secuencia temporal va de izquierda a derecha, del 18 de enero al 23 de enero. En algún momento, entre el 18 y el 19 de enero el cometa se habría desintegrado, hecho que se puede presumir por el cambio radical en su apariencia entre estas dos imágenes. La condensación central de la coma parece “desaparecer”, según el texto que acompaña esta imagen, pero más bien parece “estirarse”, apareciendo como una línea más brillante que recorrería la coma y buena parte de la cola. Es un panorama extraño, al menos yo no había visto nada parecido anteriormente. Otra circunstancia extraña es que, si la desintegración se produjo entre el 18 y el 19 de enero, ¿cómo el cometa se puede seguir viendo con cierto brillo casi un mes después? A mi entender, es un proceso de desintegración muy interesante.