Uno de los cometas más extraños entre los
periódicos, el 29P, descubierto en 1927 en el Observatorio de Hamburgo,
Alemania. No es un cometa luminoso, habiendo perdido buena parte de su masa en
los numerosos pasos por el perihelio cada 14 años 8(y el próximo será el año
que viene). Pero la causa de su famosa son sus “esperados” estallidos (o
outburst, en jerga cometaria), que incrementan su luminosidad en 3 o 4
magnitudes. Sus curvas de luz registran variaciones de entre magnitud 9 y
magnitud 19, y como los saltos de brillo son geométricos, las diferencias
rondan el 10.000 %. La causa es un misterio y cuando se mencionan cambios en la
superficie de su núcleo de 30 kilómetros, realmente no es decir nada.
El último estallido registrado fue reportado
por la Sección Cometas de la Liga Iberoamericana de Astronomía (LIADA) el 21 de
septiembre pasado, y allí fue publicada la foto que lo documenta.
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