A
diferencia del primer visitante interestelar registrado en nuestro sistema
solar, ‘Oumuamua (que ni siquiera es, probablemente, un cometa), el 2I/Borisov
está sujeto a registro continuo. Actualmente, tras haber pasado por el
perihelio, está saliendo del sistema solar, camino a la órbita de Júpiter,
adonde llegará en julio de este año.
Borisov
parece un típico cometa de los que conocemos: una amplia coma y señales de “outgassing”.
El Telescopio Espacial Hubble lo capturó antes del perihelio, a una distancia
de 2.4 unidades astronómicas, como puede verse en las imágenes, y esas
observaciones permitieron inferior una serie de datos, como su diámetro: entre
200 y 500 metros, mucho más pequeño que la primera estimación de 2 a 16
kilómetros, lo que lo hace sujeto a una posible ruptura por los estallidos de
gas asimétricos, y una densidad de 25 kg. por metro cúbico, mucho más denso que
esa rareza llamada ‘Oumuamua (de la que se pensaba que tenía una densidad de
0.01 kilogramo por metro cúbico, por lo que se pensó en algo parecido a una
vela solar, con todo lo que implicaba…).