Además de Campo del Cielo en Chaco y los cráteres
oblicuos de Río Cuarto, Córdoba, en Argentina tenemos otro lugar geológicamente
único en la Provincia de Chubut: Bajada del Diablo (S42º 45’, W 67º 30’). En
algún momento del Pleistoceno Medio (780.000 a 130.000 años atrás), se formaron
simultáneamente unos 550 cráteres de impacto de menos de 400 metros de diámetro
dentro de un área de 480 kilómetros cuadrados. Hoy, luego de tantos milenios de
erosión, son distinguibles unos 200 cráteres. Lo que hace únicos a los cráteres
de Bajada del Diablo es que no existe un patrón elíptico de distribución de los
impactos, que es el patrón típico de los impactos relacionados con la
fragmentación en la atmósfera de un meteorito. Lo que implica que la
fragmentación de los fragmentos que
impactaron en Bajada del Diablo se produjo antes de entrar en la
atmósfera terrestre. En el sitio no se encontraron fragmentos meteoríticos en
la zona implicaría la probabilidad de que el cuerpo de origen fuera un cometa, mas
que un asteroide muy poco cohesionado.
Los cráteres no forman una cadena entre sí, si bien
tienen paredes levantadas (y loa mantos de eyecciones de los cráteres más
grandes indican un impacto un tanto oblicuo desde el suroeste), lo que lo
distingue de las cadenas de cráteres que se observan en la Luna y otros cuerpos
del sistema solar, formadas por fragmentos de un cuerpo que ingresaron unidos a
la atmósfera. Del número de cráteres y su tamaño se ha deducido que el núcleo
del cometa tenía unos 200 metros de diámetro. Hay un campo de cráteres
similares a los de Bajada del Diablo en Marte, en Ma’adim Vallis. Sería interesante
encontrar una formación similar en la Luna (en eso estamos).
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