En
el imaginario colectivo ha quedado la impresión de que el primer cometa
visitado por una sonda espacial fue el Halley, pero ese dato no es exacto
(aunque solamente por una jugada oportunista de la NASA).
El
primer cometa visitado por un artefacto humano fue el 21P/Giaconini-Zinner y la
sonda fue la International Cometary Explorer (ICE), nacida como International Sun-Earth Explorer-3 (ISEE-3). La ISEE-3
fue lanzada en 1978 a
un punto de Lagrange entre la
Tierra y el Sol (fue la primera en hacerlo), en una misión
conjunta entre la NASA
y la ESA, para
estudiar la interacción entre el campo magnético de la Tierra y el viento solar.
El
equipamiento que transportaba la hacía ideal para estudiar la interacción del
viento solar con la coma de un cometa, y así fue que tras completar su misión la ISEE-3 pasó a llamarse ICE
y en 1982 comenzó una serie de maniobras, incluidas varias asistencias gravitacionales de la Luna, para llegar a una
órbita heliocéntrica que le permitiera encontrar la cola de plasma del cometa
Giacobini-Zinner.
El
11 de septiembre de 1985 atravesó la cola del 21P a unos 7.800 kms. del núcleo
(la sonda no tiene cámara, así que no hay imágenes de ese momento). Algunos
meses después, en marzo de 1986, atravesó la cola del cometa Halley a casi
treinta millones de kilómetros del núcleo, asistiendo a la distancia a la
“Armada Halley”, las sondas europeas, japonesas y soviéticas que se aproximaron
por primera vez al núcleo de un cometa.
Y
si bien es cierto que colaboraron a la distancia, también es cierto que la
maniobra que cambió el destino, y el nombre, de la sonda fue una simple
maniobra política de la NASA
para no quedar fuera de la “moda cometaria”, tras haberse retirado de la
“Armada Halley” por problemas presupuestarios. Carl Sagan compara la maniobra
política del ICE con el frustrado intento de los soviéticos de traer muestras
de la Luna justo
antes de que lo hiciera el Apolo XI con la sonda no tripulada Luna 15.
En
1991 la NASA
definió una nueva misión solar para la
ICE: la investigación de las eyecciones de masa coronarias,
en coordinación con el equipo de la sonda Ulysses. Dicha misión terminó en
1997. Tras un breve contacto en 1999, cuando la NASA verificó la señal, no hubo más señal de la
ICE. En 2008 se especuló con despertar a la ICC durante su acercamiento a la Tierra de 2014 para poder
lanzarla hacia otros cometas, pero nada se intentó.
Esta
peculiar sonda también fue la primera en ser “reanimada” de su estado de
hibernación por …¡un grupo de aficionados privados!
Un
grupo de ingenieros, programadores y científicos lanzaron en abril de 2014 el
“ISEE-3 Reboot Project”, que se proponía “recapturar” la sonda para lanzarla
hacia otros cometas. Se juntó dinero via Crowfounding para los gastos de
programación y uso de antenas de comunicación en mayo de 2014, con el tiempo
corriendo para la inminente aproximación de la sonda (en órbita solar) a la Tierra a principios de
junio, aproximación que permitiría ahorrar mucho combustible, del poco que
quedaba en la sonda.
Era
una verdadera hazaña, la Nasa
había informado en enero de 2014 que el equipamiento de señales para contactar
la sonda había sido dado de baja en 1999 y que sería demasiado costoso
reemplazarlo. Pero como la NASA
no tenía siquiera intenciones de volver a usar la sonda, le concedió al ISEE-3
Reboot Project la misma, así como un viejo edificio en el NASA Ames Research Park
como centro de control de la misión.
Reemplazando viejo equipo con software que lo
simulaba y usando tiempo del radiotelescopio de Arecibo, el equipo estableció
contacto el 29 de mayo de 2014 con la sonda dormida y el 2 de julio pudo
encender sus propulsores, preparando la maniobra de mediados de julio, con la
que se intentaría un tirón gravitatorio de la Luna. Pero los
posteriores intentos de encender los propulsores fallaron, probablemente por la
pérdida del nitrógeno necesario para presurizar los tanques de combustible. El
24 de julio de 2014 se anunció que el control de la propulsión de la nave había
fallado y que se trataría de realizar mediciones científicas usando el
equipamiento de la sonda (funcionaban 5 de los 13 instrumentos).
Pero
no funcionó, el 25 de septiembre de 2014
se anunció que se había perdido todo contacto con la sonda y que sería difícil
reestablecerlo, por cuanto la órbita de la misma luego del sobrevuelo de la Luna era incierta. A su vez,
lejos del Sol sus paneles solares dejaron de funcionar y con tan poca energía
la nave entró en modo seguro. Para despertarla se necesitaría transmitir
información a un punto preciso de una órbita que se desconocía (tras tantos
años de vagar sometida a los antojos de la gravitación).
Y
así la ICE,
antigua ISEE-3, sigue su sueño eterno, tras ese breve y heroico despertar, su
vuelo en sueños eléctricos.