viernes, 19 de diciembre de 2025

EL DESFILE DE BÓLIDOS CIRÍLICOS DE 1913

 


Así se vieron desde Toronto, una pintura de Gustav Hahn

Fue en la fiesta de San Cirilo, el 9 de febrero de 1913, a las 9.15 de una noche de invierno, cuando numerosos residentes de los Estados Unidos y Canadá pudieron presenciar un evento sumamente extraño: un desfile de bólidos atravesando el cielo, ocupando una estrecha franja del firmamento desde el noroeste hacia el sureste. Su trayectoria no era la de los meteoros, que parecen radiar desde una pequeña área del cielo, sino que cruzaban el cielo uno de tras de otro, como en una procesión de bólidos.

No hay números exactos, pero habrían sido centenares según los testigos. Los números son imprecisos, pero los testigos no tuvieron mucho tiempo: todo el evento duró entre 3 minutos y medio y 5 minutos. Corto pero espectacular: el desfile iba acompañado de un estruendo que, según algunos testigos, hizo temblar las casas.

Los bólidos iban agrupados en 4 o 5 grupos separados, los más grandes abriendo camino y los más pequeños detrás. Los bólidos que llevaban la delantera eran los más grandes (unos 60 en total, con una duración de unos 40 segundos), algunos ¡con el tamaño de la Luna! El color de los bólidos “principales” era entre rojizo-amarillento y violáceo y varios eran seguidos por colas, como si fueran cometas.

Este evento fue verdadero, también se lo conoce como “La gran procesión meteórica de 1913” ¿Cuál sería la explicación astronómica? La veremos en la próxima entrada.


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