Están tan distantes
de la Tierra que los Centauros aparecen como puntos de luz, incluso en los
telescopios más grandes. 200 km luna de Saturno, Phoebe, el satélite de 200 kilómetros
de Saturno, probablemente es un Centauro capturado por la gravedad de ese
planeta en algún momento en el pasado. Hasta que se envíen naves espaciales a
visitar otros centauros, sabemos cómo se ven por imágenes como ésta, obtenida
por la sonda espacial Cassini que orbita Saturno. La nave espacial New Horizons
de la NASA, después de haber sobrevolado Plutón hace seis meses, realizará una
aproximación a un objeto trans-neptuniano de 45 kms. de ancho a finales de
2018.
Crédito:
JPL-Caltech / Space Science Institute de la NASA /
Un
equipo de astrónomos del Observatorio Armagh y de la Universidad de Buckingham informa
que el descubrimiento de cientos de cometas gigantes en el sistema planetario
exterior en las últimas dos décadas significa que estos objetos representan un peligro
mayor para la vida que los asteroides. El equipo, compuesto por los profesores Bill Napier y Duncan Steel de la
Universidad de Buckingham, el profesor Mark Bailey y el Dr. David Asher del
Observatorio Armagh, publicó el resumen de sus investigaciones recientes en la
edición de diciembre de la revista “Astronomy
and Geophysics”, la revista de la Royal
Astronomical Society.
Estos
cometas gigantes, llamados centauros, se mueven en órbitas inestables que
cruzan los caminos de los planetas exteriores masivos Júpiter, Saturno, Urano y
Neptuno. Los campos gravitacionales planetarios ocasionalmente pueden desviar
estos objetos hacia la Tierra.
Los
Centauros tienen típicamente 50 a 100 kilómetros de diámetro y uno sólo de
ellos contiene más masa que toda la población de asteroides que cruzan la
Tierra encontrados hasta la fecha. Los cálculos de la velocidad a la que los
centauros entran en el sistema solar interior indican que uno será desviado
hacia un camino que cruza la órbita de la Tierra alrededor de una vez cada
40.000 a 100.000 años. En el espacio cercano a la Tierra se espera que se desintegren en fragmentos
grandes y en polvo, inundando el sistema solar interior de escombros del cometa
y haciendo los impactos en nuestro planeta inevitables.
Trastornos
graves del medio ambiente terrestre y las interrupciones en el progreso de las
civilizaciones antiguas, junto con nuestro creciente conocimiento de la materia
interplanetaria en el espacio cercano a la Tierra, indicarían la llegada de un Centauro
hace alrededor de 30.000 años. Este cometa gigante habría sembrado el sistema
planetario interior con restos que van en tamaño desde polvo hasta fragmentos
de varios kilómetros de diámetro.
Episodios
específicos de agitación del medio ambiente entre los años 10.800 AC y 2300 AC,
identificados por los geólogos y paleontólogos, también son consistentes con
esta nueva comprensión de las poblaciones cometarias. Algunas de las mayores
extinciones masivas en el pasado distante, por ejemplo la muerte de los
dinosaurios hace 65 millones de años, pueden también estar asociadas con esta hipótesis de un cometa
gigante.
El
profesor Napier comenta: "En las últimas tres décadas hemos invertido
mucho esfuerzo en el seguimiento y análisis del riesgo de una colisión entre la
Tierra y un asteroide Nuestro trabajo sugiere que tenemos que mirar más allá de
nuestro vecindario inmediato también, y mirar más allá de la órbita de Júpiter
para encontrar centauros. Si estamos en lo cierto, entonces estos cometas
distantes podrían ser un peligro grave, y es el momento para entenderlos mejor".
Los
investigadores también han descubierto pruebas de distintos campos de la
ciencia en apoyo de su modelo. Por ejemplo, las edades de los cráteres
submilimétricos identificados en rocas lunares traídas por el programa Apolo se
remontan casi todos a menos de 30.000 años, lo que indica un gran aumento en la
cantidad de polvo en el interior del sistema solar desde entonces.
Traducción
de:
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