Hace
unos 13000 años los grandes mamíferos de la edad del hielo conocidos como
megafauna (caballos, camellos, mamuts, mastodontes y muchos otros)
desaparecieron repentinamente en América del Norte. Al mismo tiempo, una
cultura humana ampliamente dispersa se desvaneció. Y aumenta el número de
pruebas que sugieren que todo esto ocurrió de manera espectacular a causa de un
cometa o asteroide que chocó contra la Tierra.
El geólogo James Kennett (UC Santa Barbara) y sus
colaboradores apoyan este argumento con pruebas de este evento, que causó un
periodo frío conocido como el Dryas Reciente. El equipo de investigadores había
identificado anteriormente, en una capa delgada correspondiente a la Frontera
del Dryas Reciente, fechada en hace 12800 años, una rica colección de esférulas
de alta temperatura, cristal fundido, nanodiamantes y otros materiales
exóticos, que sólo podrían ser explicados por un impacto cósmico. Ahora pueden
añadir el platino a la lista.
“Hemos identificado una característica fácilmente
mensurable e identificable de esta capa de impacto, que había sido bien data
con anterioridad”, explica Kennet. “Esto proporciona una marcador temporal de
gran valor para comparar con la multitud de cambios abruptos que ocurrieron
alrededor de esta época, incluyendo las extinciones, desplazamientos culturales
humanos y declive de la población, y el cambio climático”.
Los investigadores analizaron la presencia de platino y paladio,
indicadores de un impacto, en muestras de sedimentos de 11 lugares, entre
ellos la cueva Sheriden en Ohio, donde eran evidentes los restos de megafauna
extinta hasta la capa del impacto. Entonces los científicos ampliaron su
análisis incluyendo varias localizaciones adicionales aunque peor datadas en
Carolina del Norte y del Sur, que contenían restos arqueológicos indicativos de
la posición de la capa correspondiente a la Frontera del Dryas Reciente. En
cada uno de estos lugares se encontró una anomalía en la cantidad de platino,
exactamente al principio del Dryas Reciente, tal como se había predicho.
Kennet señala que esta anomalía en la abundancia de platino
probablemente se convierta en la marca identificadora del impacto cósmico y la
posterior extinción de los mamuts en Norteamérica, al igual que la anomalía del
iridio marca el final del Cretáceo y las extinciones de los dinosaurios.
Este
perfil en un acantilado del Cañón de Arlington, en la Isla de Santa Rosa, tiene
una gran cantidad de platino. Fuente: UC Santa Barbara.
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