viernes, 26 de noviembre de 2021

EL AMOR DE LOS AMATEURS SEGÚN OLIVER SACKS

 

Muchos conocerán a Oliver Sacks, un neurólogo que ha escrito muchísimos libros de divulgación, como el que inspiró la conocida película “Despertares”. Menos conocida es su pasión por la botánica, en especial por los helechos, que produjo un delicioso libro, un diario de viaje llamada “Diario de Oaxaca”, en el que narra su excursión a esa región de México junto con botánicos, profesionales y amateurs, de la American Fern Society.

¿Qué tiene que ver con la astronomía?, se preguntarán. Bien, es que Oliver Sacks captó en ese hermoso libro el espíritu que nos anima a todos los astrónomos amateurs. Esta es la dedicatoria del libro:

 

“Para la American Fern Society y para los buscadores de plantas, observadores de aves, submarinistas, astrónomos aficionados, recolectores de rocas, exploradores y naturalistas aficionados del mundo entero”

 

Sacks encontró en sus amigos de una sociedad de botánicos amateurs un amor desinteresado por el conocimiento que no había encontrado en el ámbito de la ciencia profesional, así lo dice en el prefacio:

 

“Me he deleitado con la lectura de los diarios de historia natural decimonónicos, todos ellos una mezcla de lo personal y lo científico, sobre todo Viaje al archipiélago malayo, de Wallace, El naturalista por el Amazonas, de Bates, las Notas de un botánico, de Spruce, y la obra que los inspiró a todos ellos (así como a Darwin): Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, de Humboldt. Me agradaba pensar que los caminos de Bates, Spruce y Wallace se cruzaban y se alternaban en adelantarse unos a otros, en el mismo trecho del Amazonas y durante los mismos meses de 1849; todos ellos, además, fueron buenos amigos. (Y no sólo seguirían manteniendo correspondencia a lo largo de sus vidas, sino que Wallace publicaría las Notas de Spruce tras la muerte de éste). En cierto sentido, eran aficionados, autodidactas, hombres que hallaban la motivación en su propio interior, que no pertenecían a ninguna institución, y en ocasiones parecían vivir en un mundo feliz, una especie de Edén, que aún no era turbulento ni estaba involucrado en rivalidades casi asesinas que no tardarían en caracterizar a un mundo cada vez más profesionalizado (la clase de rivalidades que H. G. Wells retrató de una manera tan vívida en su relato «La polilla»). Creo que ese ambiente grato, intacto, anterior a la profesionalidad, regido por cierto sentido de la aventura y el deseo de saber y no por el egocentrismo y la avidez de protagonismo y fama, todavía sobrevive, aquí y allá, en ciertas sociedades de historia natural, así como en sociedades de astrónomos y arqueólogos aficionados, cuya existencia tranquila pero imprescindible el público prácticamente desconoce. Apreciar un ambiente semejante fue lo que primero me atrajo de la American Fern Society, y lo que me estimuló a acompañarles en el viaje que, a comienzos de 2000, realizaron a Oaxaca con la finalidad de buscar helechos”.

 

Y eso es a lo que aspiramos, a ser, una vez más en palabras de Sacks: “un grupo espléndido, entusiasta, inocente, en absoluto competitivo, unido en nuestra pasión (…) Somos aficionados (amateurs, es decir, amantes en el mejor sentido de la palabra), aunque algunos tienen un conocimiento más que profesional, una erudición enorme”.

 

Salud a todos los amigos astrónomos amateurs, astrónomos amantes.


LA EXPLOSIÓN DE UN COMETA PUDO FORMAR LOS MISTERIOSOS CAMPOS DE VIDRIO DEL DESIERTO DE ATACAMA

 


En lo que hoy es el desierto de Atacama, en el norte de Chile, ocurrió probablemente hace 11.000 años un evento apocalíptico.

Un cometa habría explotado al pasar por la superficie terrestre, generando un chorro de fuego con vientos similares a los de un huracán o un tornado.

En ese entonces el paisaje de esa región del planeta era muy diferente a la aridez absoluta actual: había abundante vegetación, animales gigantes (megafauna) y cuerpos de agua.

El infierno generado por el estallido del cometa en el cielo no solo habría tenido la capacidad de acabar con los seres vivos en tierra, sino que también creó un misterio para los geólogos.

Y es que en un punto del desierto de Atacama, llamado la pampa del Tamarugal, en 2008 fueron descubiertas unas rocas con unas formaciones cristalinas sobre cuyo origen no se tenían certezas.

Pero la semana pasada, un grupo de científicos publicó los resultados de un nuevo estudio en el que llegaron a la conclusión de que los campos de vidrios se crearon por el efecto de la explosión de un cometa.



Los campos de vidrio en el desierto de Atacama se preservaron por la hiperaridez del terreno, explican los geólogos.

 

"Esta explosión descendió hacia la superficie del terreno como un plasma muy caliente, de 1.700 °C", le explica a BBC Mundo el geólogo Nicolás Blanco, quien en 2008 descubrió los campos de vidrio junto a su colega Andrew Tomlinson (ambos del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, Sernageomin).

"Ese plasma vino acompañado de vientos huracanados, similares a los de los tornados. El calor combinado con los vientos generaron los cuerpos fundidos con parte del material del cometa. Quedó incorporado a estas rocas fundidas", añade.

La investigación de Blanco, Tomlison, Peter Schultz, Scott Harris y Sebastián Perroud fue publicada el 2 de noviembre en la revista Geology.

Un misterio del desierto

Los campos de vidrios se encuentran esparcidos en una franja de unos 70 km de largo en la pampa del Tamarugal.

Las formaciones rocosas que tienen incrustaciones cristalinas, tras ser analizadas, fueron catalogadas como originarias del Pleistoceno superior, por lo que tendrían unos 10.500 años de antigüedad como mínimo.

Por qué los microbios encontrados en el desierto de Atacama pueden ser un indicio de que hay vida en Marte

"La roca es una escoria, tal como se conocen en la siderurgia, con vidrios de un color verde oscuro que no tienen valor económico en sí, porque no tienen una belleza particular", explica Blanco.

"Dentro de esta masa fundida hay pequeños cristales microscópicos que le dan la característica especial que tiene".



Las piedras con formaciones cristalinas no tienen algún valor comercial, pero sí para los estudios de geología.

 

Los cambios en nuestro planeta que crearon el desierto habrían generado la hiperaridez por la cual muchas de esas rocas quedaron preservadas casi como fueron formadas.

"Esto no es muy usual. Hay alguna evidencia en algunas partes de África y Australia con climas áridos y es más fácil poder observarlo allí. Pero en áreas con vegetación es muy difícil (de ver), así que es un descubrimiento bastante interesante para la ciencia", le dice a BBC Mundo Alejandro Cecioni, subdirector Nacional de Geología del Sernageomin.

Cuando Blanco y Tomlinson encontraron las rocas se preguntaron cómo se habrían formado.

"Es conocido ya el ejemplo de impacto de meteoritos en la superficie de la Tierra: forman cráteres y dejan evidencia de roca fundida que indica los efectos de la alta temperatura y la presión por el choque", explica el geólogo.

"Pero en esta región esos cráteres de impacto no existen. Entonces ¿cómo explicar una fuente de calor que no sea de un impacto de meteorito?".

¿Por qué un cometa?

Este tipo de formaciones cristalinas se pueden encontrar en otras partes del planeta, allá donde la actividad volcánica, el choque de un meteorito o la caída de un rayo dejaron una marca en el terreno.


Las pruebas nucleares tienen características similares al evento ocurrido en Atacama, pues también dejan rocas fundidas en el terreno, explica Blanco.

 

Pero en ese punto del desierto no hay evidencia de volcanes ni rastros delimpacto de un cuerpo espacial de tal magnitud. Lo que sí encontraron los investigadores son tres minerales que consideran claves.

Los análisis mostraron que en los vidrios hay una fusión de cubanita, trolita y baddeleyita. Los dos primeros, sin embargo, son los que se han detectado en meteoritos y cometas.

En la década de 2000, la misión Stardust de la NASA trajo a la Tierra muestras del cometa Wild-2 con la presencia de cubanita y trolita.

Ya que no había evidencia de la caída de un meteorito, los científicos creen que la fundición de minerales y la formación cristalina fueron producto del impacto de un cometa.

"Esos tres elementos eran indicativos de que el proceso que formó todo este fundido fue de muy alta temperatura, y que lo generó este proceso térmico que venía del espacio", explica Blanco.

La teoría del gran incendio

Un evento de características similares al impacto del que hablan los científicos no ha sido documentado por la humanidad.

El "bólido de Tunguska", una gran detonación en Rusia, es atribuida a la explosión aérea de un meteorito, ya que no dejó un cráter en la superficie terrestre. Pero no causó tanta devastación como la que se sabe hubo en Atacama.

"Coincide con la destrucción de la mega fauna local. En esa época había animales grandes que estaban en un ambiente con vegetación, que también se quema a temperaturas muy altas, lo cual no es muy usual", señala Cecioni, quien es parte del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile.

Una teoría previa tenía como hipótesis que las formaciones de vidrio se dieron por el incendio de la vegetación, pero Blanco afirma que no hay evidencia de que un fuego superficial pueda generar tal cantidad de calor, superior a 1.700 °C, como para fundir los minerales encontrados.

Los incendios forestales llegan a generar temperaturas de hasta 500 °C.

"Ningún un incendio forestal en ninguna parte ha dejado evidencias de vidrios fundidos de esa envergadura. En los grandes incendios forestales que hay en diversas partes del mundo nunca se ha reportado la existencia de la fusión del suelo", sostiene el geólogo.

Por ello considera que las evidencias de la formación de las misteriosas rocas con cristales son producto de un evento de liberación de energía como la de la explosión de un cometa.

Fuente:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-59216167


jueves, 18 de noviembre de 2021

ASTRÓNOMOS AMATEURS MONITOREAN LOS ESTALLIDOS DEL 29P SCHWASSMANN-WACHMANN

 

Este cometa, de 60 kms. de diámetro y con una órbita alrededor del Sol que tiene su afelio entre las órbitas de Júpiter y Saturno, es famoso por sus estallidos muy frecuentes, más raros si pensamos que su órbita es casi circular, por lo que no se acerca mucho al Sol como para producir las reacciones (como la sublimación) que generan los aumentos de brillo de los cometas en perihelio. En la entrada anterior mostramos un GIF compuesto por las últimas explosiones registradas. El registro de la actividad irregular del 29P no lo hacen los científicos profesionales, a quienes no les es fácil conseguir tiempo de telescopio (explicación oficial, la explicación insidiosa: no saben observar), sino los aficionados, principalmente usando la red de observatorios de la Red Global de Telescopios del Observatorio Las Cumbres. La campaña de observación se nuclea en la Mission 29P de la Britis Astronomical Association (BAA), de cuya web (https://britastro.org/node/25120)  extrajimos estas imágenes impresionantes de las explosiones de gas haciendo girar el núcleo:






lunes, 1 de noviembre de 2021

NUEVOS ESTALLIDOS DEL SCHWASSMANN-WACHMANN

 

En otras ocasiones hemos hablado del extraño caso del 29P/Schwassmann-Wachmann, el cometa que tiene un promedio de entre 7 y 8 estallidos por año. Y son estallidos extraños, ya que se producen a una distancia en que el hielo de agua, el volátil cometario por excelencia, está inerte, por lo que los estallidos se producen, al parecer, por vaporización de monóxido de carbono y metano, una especie de criovolcanes que hacen aumentar el brillo del 29P varias magnitudes. Hace muy poco tiempo tuvo una seguidilla de estallidos que abarcó poco más de un mes, lo que se ilustra magníficamente en la serie de imágenes realizadas por Eliot Herman.