Otra vez nuestro gran amigo y
compinche Juan Manuel Biagi ha buceado en el baúl de los trastos viejos que es
internet y ha salido a la superficie con una historia maravillosa para
compartir. Esta vez, Juanma nos envió páginas de abril de 1910 en el que se da
un reporte pormenorizado en el mejor estilo de la revista, difusión de alta
calidad apuntando a un lector promedio con un grado de cultura que hoy sería
imposible de encontrar (por algo, al menos en Argentina, no sale más), de la aproximación
del cometa Halley a la Tierra el 18 de mayo de 1910. Abajo están las páginas
escaneadas, la lectura es sumamente interesante. Algunos comentarios. Es impresionante notar cuanto se sabía de la
mecánica celeste del Halley, cómo se determina órbita, plano orbital, etc, pero
cuán poco se sabía de su composición (obviamente). Se nos dice que es casi 1
millón de veces más grande que la Tierra (claro, quizás lo sería la coma, esto no está tan errado).
El artículo se preocupa por desmentir el temor a que la cola del Halley, en
contacto con la Tierra, esparciera vapores venenosos, apelando a la mínima densidad
de la misma. En la última página hay una bella imagen de Camille Flamarion
mirando por un telescopio, el culpable del temor cometario de 1910. Incluso el
artículo se preocupa por resaltar el
interés de los astrónomos por la posibilidad de que la Tierra entre en contacto
con la cola, como realmente ocurrió. Lo que no ocurrió es “the rather pretty
display of luminous vapors in the earth’s atmosphere” (“el despliegue, bastante
bonito, de vapores luminosos en la atmósfera terrestre”), las expectativas
fueron infundadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario