Amigo lector,
permíteme la insolencia de haber captado tu atención con un titular
altisonante, todo sea por la difusión de nuestro blog. Altisonante, pero
cierto. Por unos meses, entre 1992 y 1993 se pensó que el 14 de agosto de 2126 la Tierra podría correr
peligro de colisionar con el cometa Swift-Tuttle. Este cometa, que lleva el
número 109 entre los cometas periódicos (aquellos con órbita establecida),
tiene un periodo de 130 años y fue descubierto en 1862. Es un cometa notable
porque el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli descubrió, poco después del
primer avistamiento, que su órbita era muy similar a la órbita en la que se
encuentran las partículas de materia interplanetaria que generan la más
espectacular lluvia de meteoros conocida, las Perseidas, por lo que fue el
primero que las relacionó con los “restos” de un cometa. La órbita de este
cometa no estaba completamente validada y el incremento de las Perseidas en los
años anteriores a 1981 habrían demostrado la validez del año 1981 como el año
del nuevo perihelio, que no se dio sino hasta 1992, como había predicho Brian
Mardsen, director del Minor Planet Center.
En su paso de
1992 el perihelio se retrasó 17 días de la fecha estimada. Los cálculos hechos
por el Brian Mardsen eran inquietantes: si en el paso de 2126 el perihelio se
retrasaba 15 días (lo que era probable dado el retraso de 1992), las
posibilidades de chocar con la
Tierra no eran despreciables (1 en 10.000) y menos aún con un
núcleo de 26 kilómetros
de diámetro. Fue así que la Unión
Astronómica Internacional, a través del Minor Planet Center,
emitió su circular 5636 el 15 de octubre de 1992, en la que por vez primera se
pedía a los astrónomos que observaran y reportaran un objeto potencialmente
peligroso para la Tierra. Las
observaciones del 109/P se pedían al menos hasta 1998, momento en que se
pensaba que cesarían las perturbaciones no gravitatorias por jets, para poder
conocer mejor su órbita.
Esa ominosa
fecha del 14 de agosto de 2126 pesó sobre la Tierra hasta comienzos de 1993 cuando el propio
Brian Mardsen recalculó la órbita, gracias al conocido historiador cometario
Gary Kronk, quien descubrió que el Swift-Tuttle es el cometa que observaron los
Chinos en 69 AC
y 188 (demostrando la crucial importancia de la historia de astronomía
cometaria). Así nos enteramos que el 109/P pasaría lejos en 2126, aunque el título
se justifica porque existen posibilidades de choque para el 4479, aunque del
orden del 0.0001%.
Aquí vemos a nuestro amigo en su paso de 1992, la fotografía pertenece a la web Cometography:
interesante información!
ResponderBorrargracias ;)
Gracias a tí, amigo!
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