Hace poco tiempo
pude ver “El fin del mundo”, la película que el director francés Abel Gance
(cuyo film “Napoleón” figura casi siempre en los rankings de las mejores
películas de la historia) realizó en 1931. No solamente es la primera película
en tratar sobre un cometa sino también la primera película sonora del cine
francés. Tiene todos los defectos de las primeras películas sonoras: primacía
de los diálogos (que eran novedad), abandono de los movimientos de cámara y la
expresividad de los planos (porque ya no se necesita mostrar tanto, se puede
contar, además las cámaras se vuelven mucho más pesadas), teatralidad excesiva.
La trama es sólo en parte adaptación de la novella de Flammarion (http://www.cometasentrerios.blogspot.com.ar/2014/07/el-fin-del-mundo-de-camille-flammarion.html). Los
protagonistas son 2 hermanos, un astrónomo ganador del premio Nobel y un poeta
pacifista. Prescindiré de la inevitable intriga amorosa. Lo cierto es que el
astrónomo descubre un cometa que parece tener rumbo de colisión con la Tierra.
El poeta idealista ve que el peligro del cometa podría salvar a la
humanidad haciéndola volver a los valores espirituales. Por supuesto, la
perspectiva del fin del mundo genera pánico, ganancias y pérdidas en la Bolsa , la detención de una
inminente guerra y cuando se hace visible a simple vista un frenesí hedonista
que termina en una gigantesca orgía.
El hermano astrónomo se las arregla, con
métodos bastante poco democráticos, para llevar a la realidad los ideales del
hermano poeta: conspira para reunir un congreso mundial que proclama un
gobierno mundial la noche anterior a la colisión, que salvará lo que quede de la Tierra. Obviamente ,
la destrucción que genera el cometa hace olvidar todos los males del mundo, la
humanidad se unifica bajo un solo gobierno y presumiblemente se acaban guerras
y otros males (¿bajo la dictadura del astrónomo protagonista?).
Lamentablemente,
no vemos mucho sobre el trabajo del astrónomo, la mira está puesta en la trama
amoroso-política. En ese sentido, creo que la película que retrata de manera
mas poética un observatorio es “The man from planet X” de Edgard G. Ulmer (otro
genio cinematográfico). El genio de Gance se vislumbra en algunas escenas, como
las previas a la destrucción de la
Tierra , en las que la imagen distorsionada parece remedar una
atmósfera distorsionada por el futuro impacto.
La película
falla en lo esencial: sostener que los problemas del mundo se solucionan con
idealismos de pacotilla entronizados por un gran desastre que dejaría sus
enseñanzas. Fue además un gigantesco fiasco comercial, costó muchísimo dinero y
fue destrozada por la crítica, tanto que Abel Gance, el director estrella
francés, nunca pudo volver a dirigir teniendo todo bajo control. Hoy es una
película casi imposible de ver y no sabemos ni siquiera cual fue su metraje
original, ya que se presume que faltan muchos minutos, porque el genio ególatra
de Gance era afecto a películas de muchas horas de duración. Como no podía ser
menos, un fracaso apocalíptico para un film apocalíptico.
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