sábado, 30 de abril de 2016

¿Produjo un cometa la señal “Wow!”?

La historia detrás de la famosa señal "Wow!" tiene una cualidad misteriosa que ha inspirado un sinnúmero de encuentros con extraterrestres de ciencia ficción y es a menudo ensalzada como una de las piezas más fuertes de evidencia de que no estamos solos en el universo.
Sin embargo, su origen en una "inteligencia extraterrestre" ha sido cuestionado desde aquella noche de fábula del 15 de agosto de 1977 (22:16 UT) cuando el astrónomo Jerry Ehman utilizaba el radiotelescopio Big Ear de la Ohio State University para barrer los cielos en busca de señales que pudieran haberse originado en una civilización extraterrestre.
En esa noche, Ehman encontró algo. Y desde esa noche, los astrónomos han estado tratando de averiguar lo que significa.
Apuntando en la dirección de un sistema de 3 estrellas llamado Chi Sagittarii, en la constelación de Sagitario, Big Ear detectó una ráfaga de ondas de radio de 72 segundos, una señal mucho más fuerte que el ruido de fondo. En la impresión de la computadora del observatorio, Ehman hizo un círculo alrededor de la ráfaga y anotó la famosa exclamación "Wow!"
Este entusiasmo no era una exageración, era ese tipo de señal el que estaba buscando, el tipo de señal que los astrónomos creen que una civilización extraterrestre tecnológicamente capaz puede producir.
La impresión de Big Ear contiene un montón de letras y números aparentemente aleatorios, pero el círculo de tinta roja de Ehman engloba los dígitos "6EQUJ5" con otros círculos alrededor de un "6" y "7" en columnas separadas. Este código particular utiliza en primer lugar el número 1 -9 y luego el alfabeto AZ para indicar la intensidad de señal. Como sugiere la ráfaga, la intensidad de la señal alcanzó a "6" y luego se aceleró hasta llegar a un pico de "U" antes de remitir de nuevo en la escala numérica a"5". Hubo entonces una ligera onda siguiendo la señal principal (de ahí los círculos para "6" y "7").
Sin embargo, desde ese día en 1977 no se replicó la detección de una señal de tal intensidad. Incluso después de que el Instituto SETI fuera fundado en 1984, y  de que se hayan realizado innumerables esfuerzos para encontrar otra ráfaga de radio como la señal "Wow!", los astrónomos se han enfrentado con el silencio en el cosmos; un problema que sólo ha servido para intensificar el malestar sobre la Paradoja de Fermi.
Ahora, Antonio París del St Petersburg College, Florida, un ex analista del Departamento de Defensa de Estados Unidos, espera resolver el misterio y sospecha que un fenómeno cósmico completamente diferente es el culpable.
En una entrevista con The Guardian.com, París dice se propuso investigar y encontrar otra explicación posible para la señal "Wow!" y localizó a dos cometas "sospechosos" que pueden haber estado en las inmediaciones de Chi Sagittarii el 15 de agosto de 1977. Curiosamente, estos cometas, llamados 266P/Christensen y 335P/Gibbs, sólo fueron descubiertos en 2006 y 2008, por lo que no se consideraron como posibles causas de la señal en el año 1977, ya que nadie sabía de su existencia.
Pero ¿qué tienen que los cometas con ráfagas de radio errantes?
La señal "Wow!" se registró en la banda de 1420MHz de frecuencia de radio. Da la casualidad de que el hidrógeno neutro cósmico irradia de forma natural en esta frecuencia - por lo que es una señal abundante que se utiliza comúnmente en la astronomía. Esto no es casualidad; usando la lógica de los cazadores de civilizaciones extraterrestres, si hubiera una especie extraterrestre que deseara hacer contacto: ¿qué frecuencia utilizaría? En primer lugar, ya que sólo nos tenemos a nosotros mismos para encontrar la lógica extraterrestre, tenemos que asumir que los hipotéticos alienígenas probablemente usarían ondas de radio. En segundo lugar, si están utilizando ondas de radio para comunicarse con nosotros, lo más probable es que utilicen una frecuencia que otros alienígenas inteligentes pudieran sintonizar. 1420MHz sería una señal potencialmente universal para comunicarse.
El problema es que los cometas contienen grandes cantidades de hidrógeno en sus atmósferas. ¿Y si la señal "Wow!" fue en realidad causada por el paso de un cometa a través del campo de visión del radiotelescopio, generando una poderosa fuente de ondas de radio?
En 2017, el cometa 266P volverá a pasar enfrente de Chi Sagittarii y el cometa 335P lo hará al año siguiente, y París quiere poner a prueba esta hipótesis. Por desgracia, los radiotelescopios existentes ya están reservados, por lo que tiene que comprar o construir su propia antena de radio antes de los encuentros cósmicos. Ha organizado una campaña de crowdfunding para recaudar los 20.000 dólares que necesita, habiendo recaudado buena parte de dicha suma.
Puede ser una posibilidad remota, pero así es el camino de muchos estudios astronómicos, antes de hacer un descubrimiento tenemos que descartar todas las hipótesis posibles. Si el experimento de París resulta y la señal "Wow!" fue en realidad causada por la interferencia de un cometa no descubierto, el universo se hará un poco más silencioso, haciendo la paradoja de Fermi aún más desconcertante.
Traducción de:

miércoles, 27 de abril de 2016

EL HALLEY EN URUGUAY. “YA ESTÁ AQUÍ EL COMETA HALLEY” DE GONZALO VICINO


Este domingo pasé una estupenda tarde leyendo el libro que da título a nuestra entrada. Los entrerrianos nos sentimos muy cercanos por nuestra historia en común a los uruguayos y el hermano oriental es un ejemplo en cuanto a desarrollo de la astronomía-profesional y amateur. Prueben a buscar observatorios uruguayos en Google Maps y se sorprenderán.
Este libro fue editado en 1985 por la Asociación de Aficionados a la Astronomía de Uruguay y ha sido una estupenda guía para ese gran jubileo cometario que fue el paso del Halley en 1985/1986. Realmente muy completa: una buena reseña histórica sobre cometas pasados, los conocimientos del momento sobre la estructura de los cometas y las expectativas por la primera misión espacial a un cometa.
Por supuesto, tiene en gran parte un valor histórico (se nos dice que se ha calculado a esa época la órbita de… 600 cometas), pero hay muchos datos que siguen vigentes. Y está escrita de manera sumamente amena.

Hay dos cosas que quisiera resaltar. La primera es la siguiente ilustración, una fotografía del autor del cometa Bennett (pág.36: “El cometa Bennett en marzo de 1970 fue bien visible en los amaneceres montevideanos. Foto del autor”):
Muchos jóvenes lectores quizás no sabrán a cual estructura de metal-que casi todas las casas tenían en el techo-pertenece la sombra en el centro: una antena de televisión. Es una fotografía espléndida.
La segunda, estas palabras, que marcan la línea que deberíamos seguir todos los astrónomos aficionados. Cuando tantos aficionados a la astronomía piensan que sólo les queda hacer divulgación de lo que hacen los profesionales, no está de más recordar las palabras del amigo (todo buen autor lo es) Gonzalo Vicino:
“No piense el lector que las observaciones que pueda hacer son meros entretenimientos sin importancia. El carácter de aficionado a la astronomía no quita seriedad a quien practica este hobby, aunque no sea un profesional, es decir, alguien que se gana la vida trabajando de astrónomo. En nuestros pobres países empobrecidos   pocas personas pueden ostentar tales cargos y la inmensa mayoría de los astrónomos deben ganarse la vida trabajando de otra cosa. Pero la historia de la astronomía está llena de aficionados que hicieron importantísimos descubrimientos científicos. En el caso de los cometas, la gran mayoría de ellos son descubiertos por aficionados, como ya señalamos antes. Y en el caso particular del Halley, si bien habrá sin duda una gran cobertura mundial de observadores, ya no serán tantos cuando el cometa esté muy al sur (marzo-abril de 1986) pues en nuestro hemisferio hay muchos menos astrónomos que en el norte. Además, en cualquier momento puede ocurrir en el cometa algún fenómeno sorpresivo y nunca se sabe cuantos astrónomos, profesionales o aficionados, pueden ser testigos de ese hecho; bien puede ocurrir que por condiciones meteorológicas adversas o por otras circunstancias, alguien sea el único observador en ese momento en todo el mundo, un testigo de excepción”.
Hay algo que me intriga en mi ejemplar: la incisión en forma de cometa-de representación antigua de cometa: estrella más cola. ¿Fue realizada por el anterior dueño como una especie de intervención artística, al precio de recortar parte del hermoso desplegable con la carta de la trayectoria del Halley? La incisión se va haciendo más chica y en casi todo el libro es simplemente un agujero redondo, típica marca dejada por un gusano comiendo el papel, lo que parece más plausible. En ese caso, lo más plausible es una verdadera sincronía junguiana: un gusano dejando una marca con forma de cometa en un libro sobre un cometa.  

domingo, 24 de abril de 2016

ASTRONOMÍA EN VENUS

Desde hace 3 meses que tenemos nubes constantemente, el 90% de las noches. ¿Nos olvidaremos de los astros? Quizás nos acostumbremos a condiciones similares a las de Venus, sin el calor extremo.
¿Cómo hubiera sido en un planeta con nubes constantes en el cielo? No habría astronomía y seríamos expertos meteorólogos. Del otro lado de las nubes: ¿existirían las estrellas si no pudiéramos percibirlas? Probablemente la única luz en el cielo sería ocasionalmente la Luna y genios del estudio de las nubes como el pintor inglés Turner serían mucho más comunes.

Quizás hubiera chiflados que dijeran que ocasionalmente han visto un punto de luz o dos que no eran la Luna en condiciones excepcionales de nubes menos densas y los científicos les pedirían evidencias no anecdóticas.

viernes, 22 de abril de 2016

LEXELL, EL COMETA MÁS CERCANO

Hace poco realizamos varias entradas sobre el doble acercamiento cometario, el segundo más cercano de la historia (en cuanto existen registros). Dijimos también que el paso de un cometa registrado más cercano a la Tierra fue el del cometa Lexell (en rigor  D/1770 L1 Lexell).
Fue descubierto por el cazador de cometas más famoso, Charles Messier, el 14 de junio de 1770. ¿Y por qué no se llama Messier? Ah, no lo sé, lo cierto es que forma parte del reducido grupo de cometas cuyo nombre deriva de la persona que calculó su órbita (como el 1P Halley y el 2P Encke), en este caso el astrónomo y matemático sueco Anders Johan Lexell.
El 1 de julio de 1770 el cometa pasó a sólo 0,015 unidades astrónomicas de la Tierra. Parece haber sido un buen espectáculo ya que en 24 horas cruzó 42 grados y fue descripto como “tan grande como Júpiter, rodeado de una coma de luz brillante, cuya parte más brillante era tan grande como la Luna”. De hecho, pasó tan rápido que la última vez que se lo vio fue, luego del perihelio, el 3 de octubre de 1770 (por el incansable Messier, el primero y el último en verlo).
Para 1770 ya se había comprobado la órbita elíptica del Halley (en su paso por 1759), pero calcular órbitas y predecir retornos era una tarea ciclópea. Halley había utilizado datos históricos de las apariciones anteriores (en esa época los estudios cometarios tenían una buena dosis de historia). Pero con cometas menos conspicuos, las cosas se ponían difíciles y para 1770 no se había podido determinar la órbita de ningún otro cometa. No era de extrañar que el 1P fuera considerado una excepción y que se pensara que los demás cometas no tenían órbita elíptica y que por lo tanto visitaban el sistema solar una vez solamente.
Lexell logró calcular una órbita de 5.58 años y según sus cálculos la misma, anteriormente mucho más extensa, había sido alterada por la atracción gravitatoria de Júpiter en 1767 (por lo que el Lexell fue el primer cometa conocido de los llamados “de la familia de Júpiter”). El perihelio de 1776 no pudo ser confirmado porque nadie logró observarlo. Lexell, en colaboración el famoso sabio francés Pierre Simon Laplace, sostuvo que un nuevo paso por las cercanías de Júpiter en 1779 había perturbado nuevamente su órbita, alejándolo quizás más allá del sistema solar.
Calcular la órbita del cometa Lexell parece haber sido el deporte de moda entre los astrofísicos desde 1770 hasta nuestros días, a juzgar por la inmensa cantidad de determinaciones orbitales (entre ellos muchos conocidos como Pingré, Lambert y Le Verrier). Supuestamente,  y según Wikipedia “los cálculos de Kazuo Kinoshita pusieron en evidencia que en 1779 el cometa Lexell se aproximó a 0,0016 UA del quinto planeta del Sistema Solar, lo que hizo pasar su distancia en el perihelio de 0,7 UA a 5,2 UA, transformando su trayectoria en una órbita elíptica con un período orbital de aproximadamente 200 años”. Deberíamos haber observado al cometa en 1984-con medios mucho más modernos-pero no fue así. La verdad, a riesgo de ser “científicamente incorrecto”, no entiendo cómo se tiene por determinada con certeza la órbita de un cometa que nunca más fue observado, pero cuyos perihelios venimos considerando como exactos-e incluso sus acercamientos a Júpiter, calculados de la misma manera.
Lo cierto es que el Lexell pertenece a la curiosa categoría de “cometas perdidos”, identificados con la letra “D”.
El lector del blog sabrá que el Cometa Lexell es el que trae el fin de mundo:


sábado, 16 de abril de 2016

Se identifican clatratos de hielo en el cometa 67P

El estudio de los cometas proporciona pistas sobre la historia temprana de nuestro sistema solar.

Durante décadas, los científicos han acordado en que los cometas son en su mayor parte hielo de agua, pero no lo han hecho sobre el tipo de hielo - amorfo o cristalino-. Con los datos obtenidos por la sonda Rosetta de la ESA en la coma del cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko, los científicos han detectado evidencia de una forma de hielo cristalino llamada clatratos.
Los científicos del Southwest Research Institute lideraron un equipo internacional que estudia la composición de la coma del cometa 67P para comprender mejor las estructuras de hielo y el posible origen de su núcleo. El equipo encontró evidencia de clatratos de hielo de agua que podría indicar que el cometa se formó más cerca del Sol de lo que se pensaba originalmente.
Crédito: Imagen cortesía de ESA / Rosetta / MPS para el equipo OSIRIS
MPS / UPD / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA
"La estructura y la fase del hielo es importante porque nos dice mucho acerca de cómo y dónde se pudo haber formado el cometa", dice la Dra. Adrienn Luspay-Kuti, un científico de investigación de la SwRI's Space Science and Engineering Division. Ella es la autora principal de un artículo titulado "La presencia de clatratos en el cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko", publicado en la edición del 8 de abril 8 de la revista “Science Advances”. "Si los bloques de construcción del 67P fueron predominantemente hielos cristalinos y clatratos, entonces es probable que el cometa se haya formado por una aglomeracíón de trozos de hielo cerca del Sol. La parte de la nebulosa protosolar más cercana al Sol experimentó temperaturas más altas y más turbulencia en las que podrían formarse hielos cristalinos cuando se enfrió la nebulosa. Los hielos amorfos y más prístinos probablemente dominaron las periferias más frías del disco giratorio de polvo y gas que rodea al núcleo de un sistema solar en desarrollo".
El hielo de agua amorfo atrapa eficazmente grandes cantidades de compuestos volátiles, que son liberados simultáneamente con el calentamiento. Los clatratos de agua son estructuras cristalinas que contienen moléculas de gas. Los volátiles encerrados en el agua en realidad crean la estructura estable de clatratos. Estas estructuras liberan gases a temperaturas características, dependiendo de la fase de gas volátil encerrado dentro del clatrato. Luspay-Kuti dirigió un equipo internacional de expertos en cometas que interpretan los datos de la nave espacial Rosetta, que encontró que el patrón de liberación de gases observada indica que el núcleo del 67/P contiene clatratos.
"Sin un muestreo directo del interior del núcleo, la evaluación de la composición de la coma ofrece las mejores pistas sobre la estructura de hielo y, como consecuencia, del posible origen de los núcleos cometarios", dijo Luspay-Kuti. "Se cree que los cometas reflejan estrechamente la composición de los componentes básicos de nuestro sistema solar y que contienen información importante acerca de las condiciones que prevalecen en la nebulosa solar antes y después de la formación del planeta. Estos pequeños cuerpos helados nos ayudan a entender la estructura completa".
El equipo multi-institucional de científicos cometarios analizó los datos del espectrómetro de masas de la región sur del 67P de septiembre a octubre de 2014, antes del equinoccio. El  67P es un cometa de la familia de Júpiter que se cree que procede del cinturón de Kuiper. Los científicos están comparando estos datos con los nuevos datos del sobrevuelo del Hartley 2-considerado de igual familia y origen del 67P – para encontrar correlaciones. Si estos cometas se formaron más cerca del Sol de lo que se pensaba originalmente, estos datos podrían ayudar a refinar los modelos de formación del sistema solar.

lunes, 11 de abril de 2016

Doble acercamiento cometario. ¿Una lección sobre defensa planetaria?

El Telescopio del Discovery Channel en el Observatorio Lowell en Arizona jugó un papel clave en la identificación de la verdadera naturaleza del cometa P/2016 BA14, protagonista del tercer sobrevuelo más cercano de un cometa que se haya producido en la historia, hace pocos días.

El 21 de marzo el cometa 252P / LINEAR rozó la Tierra en términos astronómicos (14 veces la distancia Tierra-Luna), seguido por el sobrevuelo del cometa P/2016 BA14 al día siguiente, sobrevuelo más cercano aún (a 9 veces la distancia Tierra-Luna).
Aunque nunca representaron una amenaza para la Tierra y son pequeños para los estándares cometarios, estos dos objetos son notables por varias razones, pero principalmente porque ponen de relieve la necesidad de realizar seguimientos para detectar objetos similares y luego de estudiarlos con telescopios más potentes para conocer su verdadera naturaleza.
"La mayoría de los objetos recientemente descubiertos se están encontrando a través de surveys que exploran el cielo con telescopios relativamente pequeños (1-2 metros)", dijo el astrónomo Nick Moscovitz, del Observatorio Lowell, a Discovery News. "Cuando tenemos un telescopio mucho más grande como el DCT (Discovery Channel Telescope) y lo apuntamos a alguno de estos nuevos descubrimientos, podemos detectar indicios sutiles de la actividad del cometa como la cola o la coma".
El DCT en Lowell se especializa en el estudio de pequeños cuerpos del sistema solar, como cometas y asteroides, que juegan un papel clave en la revelación de la verdadera naturaleza del BA14. Descubierto por el telescopio Pan-Starrs de la Universidad de Hawai en Maui, en enero de 2016, el cometa P/2016 BA14 se identificó inicialmente como un asteroide. Pero su órbita muy similar a la del cometa 252P/LINEAR hizo que los astrónomos del DCT echaran un vistazo más cercano.
El cometa 252P/LINEAR es un cometa, de 250 metros de diámetro, con una órbita conocida. Fue descubierto por el Survey del MIT “Lincoln Near Earth Asteroid Research” (LINEAR) en 2000 y ha sido seguido desde entonces. Encontrar un segundo objeto que viaje con una trayectoria similar parecía ser más que una coincidencia. Así que cuando utilizaron al DCT para acercarse al BA14, la detección de una cola cometaria débil demostró que era un pequeño cometa.
"La mayoría de estos objetos recientemente descubiertos no muestran actividad cometaria, son asteroides, pero realmente no sabemos cuántos cometas se esconden por ahí esperando a ser descubiertos", agregó Moscovitz.
Como el DCT tiene una buena abertura (por lo que es más sencillo capturar objetos débiles y difusos) y un estupendo CCD, los astrónomos son capaces de obtener imágenes muy difusas, como las finas emisiones gaseosas de los pequeños cometas. El DCT también está idealmente situado en un sitio de cielo oscuro, en la Coconino National Forest, cerca de Happy Jack, Arizona, a una altura de 2.360 metros.
Según Moscovitz, telescopios como el DCT tienen un papel fundamental en las operaciones de protección planetaria. Como los más poderosos telescopios ópticos no se utilizan para seguimiento, el DCT tiene un papel muy específico que desempeñar. "El DCT no es apropiado para los trabajos de descubrimiento a gran escala, pero es una de las mejores instalaciones del mundo para el estudio de las propiedades físicas de los cometas". Aunque Moscovitz no estuvo directamente involucrado en el estudio de BA14, sus principales líneas de investigación se centran en la caracterización de los NEO utilizando el DCT, tratando de identificar cometas y asteroides que podrían ser un peligro potencial en el futuro.
Moscovitz señala que la protección planetaria implica dos pasos: "El primero es descubrir todos los objetos que puedan representar un peligro para la Tierra  El segundo es la caracterización de las propiedades de los impactadores potenciales. Usamos el DCT para refinar las órbitas, medir composiciones, determinar tamaño, forma y rotación de los asteroides cercanos a la Tierra. Todo esto esencial para comprender mejor el peligro de impacto y la viabilidad de las diversas estrategias de mitigación del mismo".
Se realizarán nuevas observaciones de los cometas 252P/LINEAR y P/2016 BA14 por otros telescopios, como el telescopio espacial Hubble y el Telescopio Infrarrojo de la NASA, para estudiar sus composiciones y saber si realmente se originaron a partir de un mismo cuerpo, como lo sugieren sus sincronizados encuentros con la Tierra. En algún momento de su historia pueden haber pertenecido al mismo cometa que se rompió en dos (o más) fragmentos. Mientras los cometas y los asteroides giran alrededor del sol, la radiación solar puede causar que estos viajeros interplanetarios giren (efecto conocido como “Yarkovsky-O'Keefe-Radzievskii-Paddack”, o "YORP").  Con el tiempo, estas estructuras frágiles pueden fragmentarse. Este mecanismo puede ser responsable de la coincidencia del evento del doble sobrevuelo cometario.
"Considero que las observaciones de objetos cercanos son importante por tres razones", dijo Moscovitz. "En primer lugar, estos objetos pueden impactar, y de hecho lo hacen en ocasiones, en la Tierra. Queremos entenderlos desde la perspectiva de la evaluación del riesgo de impacto. En segundo lugar, algunos objetos cercanos son más fáciles de alcanzar por una nave espacial que la Luna y, por lo tanto, son candidatos ideales para la futura exploración robótica y humana. Sin embargo, dicha exploración requiere que podamos seleccionar de forma inteligente objetivos basándonos ​​en estudios telescópicos con base en tierra. En tercer lugar, los NEO nos llegan de muchas regiones diferentes del sistema solar y son algunos de los cuerpos más primordiales en el sistema solar interior. Por lo tanto, mediante el estudio de estos objetos podemos obtener una comprensión más profunda de los procesos de formación y evolución del sistema solar. Aunque los encuentros cercanos de cometas pueden ser un recordatorio aterrador de cuántos objetos cercanos acechan la Tierra, este sobrevuelo fue una oportunidad científica muy valiosa para aprender más sobre la evolución temprana del sistema solar”.
Fuente:
http://news.discovery.com/space/astronomy/comet-double-whammy-a-lesson-in-planetary-protection-160321.htm

sábado, 9 de abril de 2016

Obtienen los ingredientes básicos para la vida en un cometa artificial fabricado en laboratorio.

Fuente:
Teresa Guerrero/Diario El Mundo.
Crean ribosa y otras moléculas de azúcar consideradas 'bloques' que originaron la vida en el Sistema Sola
Seis días (142 horas exactamente) tardó un equipo de científicos franceses en reproducir en su laboratorio un cometa. Y en este experimento obtuvieron por primera vez de forma artificial ribosa y otros azúcares que figuran entre los componentes que se consideran los bloques a partir de los cuales surgió la vida en nuestro sistema solar.
Según explican esta semana en la revista Science, el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN o RNA) son las mayores macromoléculas esenciales para todas las formas de vida que se conocen, pero son los azúcares como la ribosa las que definen la arquitectura del ADN y del ARN. Sin embargo, se desconoce todavía cuál es el origen de la ribosa, un azúcar que además no se genera fácilmente.
Los astrofísicos creen que los objetos celestes como asteroides y cometas se formaron en la nebulosa solar a partir de la agregación de granos de polvo helado que fueron chocando y uniéndose. Aunque los científicos creen que la ribosa está en el hielo de los cometas, su presencia nunca ha podido ser demostrada. Así que el equipo del Instituto de Niza (CNRS/Universidad de Niza Sophia Antipolis) liderado por Cornelia Meinert, simuló en su laboratorio unas condiciones similares a las que debió haber durante las últimas etapas de formación del Sistema Solar.
"Hasta ahora, la ribosa no ha sido detectada fuera de la Tierra. Solamente se ha identificado glicolaldehído en gas y polvo cerca del centro de la Vía Láctea, en una región de formación de estrellas situada a 26.000 años luz de la Tierra, y alrededor de un sistema binario protoestelar, a 400 años luz", explica a EL MUNDO Cornelia Meinert, autora principal del estudio.
La fórmula para fabricar un cometa
"Recreamos los hielos cometarios condensando agua, metanol y amoníaco en una cámara especial sometida al vacío y a temperaturas criogénicas (-192º C). Las moléculas se pegan a una ventana de fluoruro de magnesio. Después, los hielos cometarios se calientan a temperatura ambiente. Durante ese proceso, se pierden las moléculas volátiles y permanece una delgada película de material refractario. Es como una película muy delgada, difícil de ver a simple vista. Por eso simulamos sólo el hielo cometario y no los granos de polvo", relata Meinert. "Recreamos en el laboratorio 100 microgramos de residuos de hielo de un cometa artificial a temperatura ambiente".
La ribosa, al igual que otras moléculas relacionadas como la arabinosa, la lixosa y la xilosa fueron detectadas en esos hielos cometarios artificiales.
Los resultados de este experimento, señalan sus autores, respaldan laidentificación de moléculas orgánicas en las muestras que el robot Philae de la misión europea Rosetta tomó del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
De hecho, este trabajo ha tenido su origen en esta nave de la Agencia Espacial Europea (ESA), que fue lanzada al espacio en 2004 y en 2014 entró en órbita del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko : "Comenzamos a hacer estos experimentos en 1997, en el contexto de la misión Rosetta para probar nuestro instrumento COSAC GC-MS, que iba a bordo del aterrizador Philae".
Los resultados obtenidos con el cometa artificial no han llegado de un día para otro: "Repetimos estos experimentos para simular el hielo cientos de veces. Pero tanto nosotros como investigadores de la NASA, de España y de Holanda no detectamos ribosa. Ahora hemos aplicado una nueva técnica (multidimensional gas chromatography, en inglés), que permite separar e identificar numerosas moléculas de azúcar", detalla Meinert.
La investigadora cree que el cometa 67P contiene ribosa, pero no pudieron demostrarlo debido a que el robot Philae no aterrizó en el lugar elegido inicialmente y no pudieron obtener muestras suficientes del taladro. El instrumento COSAC que iba en Philae, detectó 16 moléculas orgánicas en el núcleo de 67P/Churyumov-Gerasimenko tras el aterrizaje en el cometa realizado en noviembre de 2014.
"COSAC no detectó aminoácidos o moléculas de azúcar porque utilizamos el instrumento en un modo que no puede detectar moléculas que no sean volátiles. Después, intentamos emplear toda la capacidades del instrumento (que sí tiene la sensibilidad suficiente para detectar aminoácidos y moléculas de azúcar), pero no obtuvimos muestras de hielo suficientes", explica.
En su opinión, el hecho de que hayan podido demostrar la presencia de la ribosa en el hielo cometario fabricado en su laboratorio respalda la teoría de que este azúcar está presente en los cometas: "Nuestros análogos de hielo interestelar son muy prístinos. Contienen diversas moléculas orgánicas y asumimos que esas moléculas son originales, prístinas e inalteradas. Los meteoritos y asteroides también contienen moléculas orgánicas, pero están alteradas debido al paso del tiempo y a los procesos radiactivos o termales, así que no esperamos ver moléculas orgánicas idénticas en nuestros hielos interestelares. Sin embargo, asumimos que las moléculas orgánicas de los asteroides y las de los hielos simulados en el laboratorio tienen un origen similar", afirma.

jueves, 7 de abril de 2016

METEOROS DESDE ARGENTINA. UNA OPORTUNIDAD ÚNICA, PROPUESTA PRO-AM.

Recordará el lector que hace poco hicimos una entrada sobre una nueva lluvia de meteoros, las Volántidas, descubiertas el 31 de diciembre del año pasado por una red de cámaras de video “all sky” en Nueva Zelanda. Dicha red tuvo inicio en septiembre de 2014, cuando el especialista en meteoros del SETI Peter Jenniskens se contactó con el profesor Jack Baggaley de la University of Canterbury, en Christchurch, para establecer un proyecto de vigilancia del cielo para la detección de meteoros en Nueva Zelanda, con el énfasis puesto en la detección de cometas potencialmente peligrosos. Las redes de “cámaras de vigilancia de todo el cielo”, eso quiere decir “Cameras for Allsky Meteor Surveillance (CAMS)” es un modelo que se ha replicado, a partir de la primera experiencia de la red del norte de California y del apoyo del programa “Near Earth Object Observation” de la NASA.
Las cámaras “All Sky” son relativamente caras para un aficionado (poco más de mil dólares) y además se presenta el problema de la instalación en un lugar seguro (para evitar robos) y de buen cielo… y cerca de una computadora. Pero se trata de una inversión mínima para un Observatorio o para un proyecto estatal de ciencia que puede ser operado por profesionales y/o amateurs. Un excelente ejemplo es la red española de detección de bólidos, pueden deleitarse con los videos aquí:
La red neozelandesa se compone de 32 video cameras distribuidas en 2 estaciones de la isla Sur del archipiélago, operadas por tres astrónomos aficionados (Peter Aldous, Geraldine e Ian Crumpton), que envían los datos al SETI Institute para que se calcule la trayectoria de los meteoros.
Las noticias sobre el descubrimiento de las Volántidas resaltaban la posición privilegiada de Nueza Zelandia “por debajo del paralelo 30”. Las tierras australes presentan una oportunidad única para el estudio de las lluvias de meteoros. Y adivinen cual es el país con más territorio debajo debajo del paralelo 30 sur…




Es un tópico de los estudios de meteoros el desconocimiento de las lluvias australes por falta de observadores. Desde la AEA y la entidad rectora la LIADA hacemos esfuerzos por observar en lo posible desde nuestra latitud (31º), reportando a la Sección Meteoros de la LIADA y a la IMO (International Meteor Organization). La observación visual de meteoros es una excelente posibilidad de colaboración PRO-AM (profesionales y amateurs) en astronomía, al punto de que no se necesita más que una hoja de papel y un lápiz para lograr un resultado científicamente valioso. Pero la observación visual se hace muy difícil en los meses de frío (estar mucho tiempo inmóvil no es sencillo) y muchas veces se requiere un horario de observación incompatible con el trabajo. Las cámaras AllSky ofrecen una oportunidad única para la Argentina de explotar su ventaja comparativa, estar en el extremo sur del mundo habitado, y hacer un aporte único a una materia en la que nadie más que chilenos, sudafricanos, australianos y neozelandeses pueden aportar. Ojala el estado tuviera la visión de comprar una serie de cámaras por un presupuesto mínimo y asignarlas a los observatorios existentes en nuestro país para que reportaran a algún proyecto manejado por alguna universidad. Soy escéptico, pero nunca se sabe.  

sábado, 2 de abril de 2016

EL COMETA DEL SOBREVUELO ES MUCHO MAS GRANDE DE LO QUE SE PENSABA

Los cometas pueden ser engañosos. Estos vagabundos interplanetarios a menudo aparecen desde los confines más lejanos del sistema solar, apareciendo inesperadamente en los surveys que buscan objetos cercanos a la Tierra (NEO). Además, es posible que ni siquiera se asemejen a un cometa, ya que suelen estar todavía en condiciones de ultracongelación, sin producir su marca registrada: la coma y la cola difusas producidas por la sublimación de los hielos. Ah, y a menudo puede ser difícil medir su tamaño, a menos que hagan un sobrevuelo cercano a nuestro planeta-y nos den un buen susto.
El P/2016 BA14 es un cometa que se detectó por primera vez como un asteroide por el telescopio Pan-Starrs de la Universidad de Hawai en enero y luego fue re-identificado como un cometa por el telescopio del Discovery Channel en el Observatorio Lowell de Arizona.


Estas imágenes de radar del cometa P/2016 BA14 se tomaron el 23 de marzo de 2016, por los científicos que utilizan una antena de la Red de Espacio Profundo de la NASA en Goldstone, California. En ese momento, el cometa estaba a alrededor de 3.6 millones de kilómetros de la Tierra.
Crédito: NASA / JPL-Caltech / GSSR

BA14 es notable por varias razones, pero ahora es más famoso por ser el tercer sobrevuelo del cometa más cercano en la historia registrada. El 22 de marzo, BA14 pasó a 3.6 millones de kilómetros, eso es sólo 9 veces la distancia Tierra-Luna. Curiosamente, pasó cerca de la Tierra sólo un día después de otro cometa, 252P/LINEAR, que es un cometa conocido, descubierto en 2000. Las estimaciones del tamaño del núcleo del 252P son de alrededor de 250 metros de ancho y BA14 se presumía que tendría alrededor de la mitad de ese tamaño. Debido a sus órbitas semejantes, los astrónomos creen que ambos objetos probablemente formaron parte del mismo objeto que se fragmentó en algún momento del pasado. Sin embargo, cuando BA14 hizo su encuentro cercano con la Tierra la semana pasada, el Goldtone Solar System de la NASA en el desierto de Mojave en California, pudo capaz de cumplir 3 noches de observación del objeto, revelando su giro y tamaño real. Este trozo de roca espacial antigua helada que gira una vez sobre su eje cada 35 a 40 horas tiene ¡1 km (3.000 pies) de ancho! Esto es mucho más grande que la estimación previa, pero ¿Cuál es la causa de la enorme diferencia?
Las imágenes de radar pudieron detectar características importantes de la superficie del cometa que pueden ayudar a los científicos a entender mejor sus orígenes. "Las imágenes de radar muestran que el cometa tiene una forma irregular: se ve como un ladrillo en un lado y una pera en el otro", dijo Shantanu Naidu, investigador postdoctoral en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California, quien dirigió las observaciones de radar. "Podemos ver un buen número de firmas relacionadas con las características topográficas tales como grandes regiones planas, pequeñas concavidades y crestas en la superficie del núcleo."
A pesar de lo brillante que pueden ser las colas de vapor cuando están iluminadas por la luz solar, los núcleos de los cometas a menudo son muy oscuros-un factor que contribuye a las enormes incertidumbres en la estimación de las dimensiones de los cometas. Con la ayuda del Telescopio Infrarrojo de la NASA (IRTF) en Mauna Kea, Hawaii, los astrónomos se dieron cuenta de que el BA14 sólo refleja un 3 por ciento de la luz solar que incide sobre él, por lo que su núcleo es "tan oscuro como asfalto fresco", de acuerdo a un comunicado de prensa de la NASA.
Su extremadamente bajo albedo (reflectividad) es la razón más probable para que se hayan subestimado sus dimensiones significativamente cuando el objeto fue descubierto por primera vez. La detección astronómica de cometas y asteroides se basa en la cantidad de luz reflejada por su superficie. Si ellos son más oscuros que lo esperado, reflejan menos luz y se subestiman las estimaciones de su tamaño.
Y parece que eso es exactamente lo que sucedió con BA14-su superficie muy oscura ocultó su verdadera dimensión y sólo cuando consiguió acercarse lo suficiente (es decir, en el sobrevuelo) fuimos capaces de rebotar ondas de radar en su superficie para ver su verdadero tamaño.
Ahora, los astrónomos deberán trabajar duro para tratar de comprender mejor de dónde vino este cometa y cómo se formó. Los estudios en profundidad de los cometas son importantes ya que estos objetos se formaron directamente del disco protoplanetario que se condensó alrededor de nuestro sol antes de formarse la Tierra hace más de 4 mil millones de años. Los cometas son "cápsulas del tiempo" vírgenes de nuestro sistema solar que ocultan su hielo bajo una capa de hollín oscuro de polvo.
Pero en lo que respecta a la defensa planetaria, el descubrimiento de un importante cometa sólo unos meses antes de un sobrevuelo tan cercano a la Tierra es un recordatorio inquietante de los grandes NEOs que todavía no han sido descubiertos. Nunca estuvimos en riesgo por este objeto-su órbita pasa lo suficientemente lejos de nuestro planeta-pero aun así, es de agradecer que el BA14 no haya pasado más cerca.
Autor: Ian O’Neill-Discovery News.
Fuente: NASA / JPL-Caltech
Publicado originalmente en Discovery News.
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