Cuando
sea grande, quiero ser como George Alcock, quién cuando le preguntaron cómo
quería ser recordado dijo “como un observador”. El legendario Alcock, nacido en
1912 y muerto en 2000, descubrió 5 cometas y 5 novas durante sus muchos años de
observación. No son pocos pero tampoco son tantos como otros grandes cazadores
de cometas. Lo que lo hace increíble es que los descubrió desde la lluviosa y
casi siempre nublada isla de Gran Bretaña, uno de los peores cielos del mundo.
Su primer cometa fue en 1959, el primero en cielos británicos desde 1934. Pero
lo más asombroso es que descubrió su segundo cometa 5 días después. Este maestro
de escuela fue uno de los astrónomos amateurs más impresionantes, un dato:
conocía de memoria la posición de 30.000 estrellas, lo que lo ayudaba en la
observación cometaria y de búsqueda de novas. Al parecer, ya con más de 70
años, consideraba seriamente dejar de buscar cometas y novas ante el avance de
los sistemas de búsqueda automática de cometas, pero no lo hizo y en 1983
descubrió su quinto cometa, del que hemos hablado hace poco, el
IRAS-Araki-Alcock. ¿Saben cómo lo descubrió? Observando detrás del vidrio de
una ventana y sosteniendo los binoculares con la mano, sin trípode… y con 71
años de edad. Su último descubrimiento fue una nova en 1991. Gloria y loor al
gran George Alcock.
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