Captan el estallido de un cometa con un detalle sin
precedentes
El satélite TESS de la NASA muestra la explosión de
principio a fin del Wirtanen mientras se acercaba a la Tierra
Fuente:
Astrónomos de la Universidad de Maryland
(EE.UU.) han captado las mejores imágenes hasta la fecha del estallido
natural de un cometa. Utilizando datos del satélite TESS de la NASA,
dedicado a «cazar» planetas extrasolares,
los investigadores obtuvieron la secuencia, de principio a fin, de una emisión
explosiva de polvo, hielo y gases del cometa 46P/Wirtanen mientras se acercaba a la
Tierra a finales de 2018.
Los astrónomos decidieron utilizar TESS
para observar el cometa porque pasa casi un mes rastreando una determinada
porción del cielo. «Sin descansos diurnos o nocturnos y sin interferencia
atmosférica, ofrece un conjunto de observaciones muy uniforme y de larga
duración», afirma Tony Farnham, autor principal del estudio que publica la
revista «The Astrophysical Journal
Letters». A medida que los cometas orbitan alrededor del Sol, pueden
pasar a través del campo de visión de TESS. Pero la visión de Wirtanen,
reconoce el científico, resultó «sorprendente».
Según Farnham, las observaciones de TESS
del cometa Wirtanen fueron las primeras en capturar todas las fases del
estallido natural de un cometa. Otras tres observaciones anteriores estuvieron
cerca de registrar el comienzo de un evento de explosión, pero no lo
consiguieron. Las observaciones de un estallido del cometa 17P / Holmes en 2017
comenzaron tarde, faltando varias horas de la fase de brillo inicial del
evento. Durante el mismo año, las observaciones de otro estallido, este
del cometa 29P/Schwassmann-Wachmann
1 (SW1) concluyeron temprano, debido a limitaciones en el
tiempo de observación preprogramado. Y, mientras que las observaciones de
la misión Deep Impact capturaron
un estallido del cometa Tempel 1 con
un detalle sin precedentes en 2005, el estallido no fue natural, sino que fue
creado por el módulo impactador de la misión. Sin embargo, las observaciones
actuales son las primeras en capturar la fase de disipación en su totalidad,
asegura Farnham.
Se desvaneció dos semanas
Aunque Wirtanen se acercó más a la Tierra
el 16 de diciembre de 2018, el estallido ocurrió antes, comenzando el 26 de
septiembre. El brillo inicial del estallido se produjo en dos fases distintas,
con un destello de una hora de duración seguido de una segunda etapa más
gradual que continuó creciendo en brillo durante otras ocho horas. Esta segunda
etapa probablemente fue causada por la propagación gradual del polvo del cometa
provocado por el estallido, lo que hace que la nube de polvo refleje más luz
solar en general. Después de alcanzar el brillo máximo, el cometa se desvaneció
gradualmente durante un período de más de dos semanas. Debido a que TESS toma
imágenes detalladas cada 30 minutos, el equipo pudo ver cada fase con exquisito
detalle.
«Con 20 días de imágenes muy frecuentes,
pudimos evaluar los cambios en el brillo muy fácilmente», dice Farnham. «No
podemos predecir cuándo ocurrirán los estallidos de cometas. Pero incluso si de
alguna manera tuviéramos la oportunidad de programar estas observaciones, no
podríamos haberlo hecho mejor en términos de tiempo. El estallido ocurrió pocos
días después de que comenzaran las observaciones», subraya.
Estela de polvo
Farnham y sus colegas también son los
primeros en observar la estela de polvo de Wirtanen. A diferencia de la cola,
el rocío de gas y polvo fino que sigue al cometa y crece a medida que este se
acerca al Sol, la estela es un campo de escombros más grandes que traza la
trayectoria orbital de la roca a medida que viaja alrededor del Sol. A
diferencia de la cola, que cambia de dirección a medida que es arrastrada por
el viento solar, la orientación de la estela se mantiene más o menos constante
con el tiempo.
«La estela sigue más de cerca la órbita
del cometa, mientras que la cola está más desplazada, ya que la presión de la
radiación del Sol la empuja. Lo importante del recorrido es que contiene el
material más grande», afirma Michael Kelley, coautor del trabajo de
investigación. «El polvo de la cola es muy fino, muy parecido al humo. Pero el
polvo de la estela es mucho más grande, más parecido a la arena y los
guijarros. Creemos que los cometas pierden la mayor parte de su masa de esta
forma. Cuando la Tierra se encuentra con la estela de polvo de un cometa,
obtenemos lluvias de meteoritos».
Un millón de kilos
El equipo ha generado una estimación
aproximada de cuánto material puede haber sido expulsado en el estallido
(alrededor de un millón de kilos, lo que podría haber dejado un cráter de cerca
de 20 metros de ancho).
Hay al menos otros cuatro cometas en la misma
área del cielo donde TESS realizó
estas observaciones y se esperan un total de 50 cometas en los primeros dos
años. Según los autores, observar más cometas ayudará a determinar si el brillo
de múltiples etapas es raro o común en sus arrebatos y, lo que es más
importante, qué es lo que los provoca.
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