El que fue, sin dudas, el cometa más importante de 2024
se está despidiendo, aunque todavía conserva un brillo más que respetable para
binoculares o telescopios pequeños. Como siempre estuvo bajo sobre el
horizonte, primero al amanecer y luego al atardecer, no fue fácil de observar
para los que vivimos en ciudad con nuestros horizontes tapados por medianeras y
edificios. Personalmente, la única que vez que lo vi con mucho detalle fue el
miércoles 16 de octubre, desde las afueras de Oro Verde, con Pancho Alsina
Cardinalli (compañero de tantas observaciones). El dibujo que ven no lo hice al
pie del telescopio, como es canónico, porque me daba un poco de vergüenza
dibujar delante de las personas que estaban observando, así que lo hice al día
siguiente (por lo que tiene un valor reducido). Quizás esté sobrerepresentado
el brillo, pero la estructura de la coma y de la cola eran, si no recuerdo mal,
como aparecen en la imagen. La cola no entraba en el campo del ocular de 32 mm
de mi Maksutov-Cassegrain de 105 mm y 1470 de distancia focal (46 aumentos). Incluso
se veía una pequeña anticola. El falso núcleo de la coma era muy brillante, un
grado de condensación de coma entre 8 y 9. Por supuesto, es a color invertido.
Abajo estamos con Pancho disfrutando de la noche de primavera y cometa, ¿qué
más se puede pedir?
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