Queremos compartir un estupendo
artículo de un especialista en nuestra materia. Josep Trigo nos pone al tanto
de los últimos descubrimientos originados desde la misión Rosetta-Philae, que
confirman la importancia del estudio de los cometas para conocer el origen de
la vida en la Tierra.
FUENTE:http://www.investigacionyciencia.es/blogs/astronomia/45/posts/philae-descubre-las-baldosas-de-la-vida-en-el-cometa-67p-churyumov-gerasimenko-13431
Nuevos estudios de la misión
Rosetta publicados ayer en la revista Science y realizados por los instrumentos
científicos albergados en su aterrizador Philae vienen a confirmar la naturaleza
prístina de los cometas: moléculas orgánicas, entre las cuales se encuentran
algunas baldosas esenciales de la vida están presentes en el cometa 67
P/Churyumov-Gerasimenko.
No cabe duda de que la riqueza química de los cometas ha
causado la fascinación de varias generaciones de científicos. De hecho, la diversidad de
radicales orgánicos que sublimaban desde sus núcleos helados movió al Prof.
Joan Oró a ser pionero en sugerir su íntima conexión con el origen de la vida
en la Tierra
(Oró, 1961). De hecho los cometas muestran un fascinante
comportamiento vistos desde la lejanía en que los contemplamos. Según un cometa
se acerca progresivamente al Sol desarrolla la denominada coma, una extensa
envoltura de gas y polvo que los hace ser objetos visibles a grandes
distancias. La sublimación de los hielos y la emisión de diminutas partículas
minerales embebidas en ellos se encarga de alimentar constantemente esa
envoltura alrededor de los cometas y hacen que sean objetos sumamente difíciles
de estudiar. Cuando al adentrarse en los dominios de los planetas terrestres la
luz solar irradia más efectivamente su superficie, la temperatura
progresivamente aumenta con lo que la sublimación de hielos se hace más intensa
y el desarrollo de las colas de polvo y plasma es completo. Tales fastuosas
colas de polvo y gas se extienden cientos de millones de kilómetros desde el
núcleo cometario. Ese
sorprendente comportamiento también nos había impedido estudiar un cometa
"por dentro" hasta que la misión Rosetta y su aterrizador Philae nos han aportado luz
mediante una serie de experimentos que podemos ya catalogar como históricos.
EL DESCENSO A LA SUPERFICIE COMETARIA
DE PHILAE
Pese a los rebotes en la superficie del cometa 67P, Philae fue afortunadamente frenado en las
paredes de una región fascinante del cometa. Los
resultados acabados de publicar en la revista Science revelan los
descubrimientos realizados por los instrumentos científicos contenidos en ese
aterrizador y realizados entre el 12 y 14 de noviembre de 2014. La instrumentación científica de Philae ya la describí en una entrada anterior de este SciLog por lo que me
concentraré ahora en describir los principales descubrimientos.
Figura 1. Imagen de la cámara ROLIS del
descenso y primer rebote del aterrizador en la superficie del cometa 67P
(ESA/Rosetta/Philae/ROLIS/DLR)
HIELO Y COMPUESTOS ORGÁNICOS: CONEXIÓN CON EL ORIGEN DE LA VIDA
Los cometas albergan una mezcla de materiales prístinos en
forma de hielo, polvo, silicatos cristalinos y materiales orgánicos con
herencia del entorno interestelar en que se formaron. Los resultados de Philae
enfatizan más, si cabe, en el papel clave de estos objetos como
enriquecedores de la Tierra
primitiva. Cabe recordar que nuestro planeta sabemos que se formó en un entorno
mucho más reductor (ausente de oxígeno) y de materiales rocosos formados
mayoritariamente a alta temperatura.
Afortunadamente, para profundizar en la composición de los
materiales del disco protoplanetario más externo, rico en hielos y materia
orgánica, tenemos a nuestro alcance el estudio de estos objetos que podemos
considerar fósiles de la creación: los cometas. De hecho, el espectrómetro de masas y
analizador de gases conocido como Cometary Sampling and Composition (COSAC) a
bordo de Philae ha permitido el
análisis in situ de moléculas orgánicas que conforman el cometa
67P/Churyumov-Gerasimenko. Justo
veinticinco minutos tras su aterrizaje respiró la atmósfera del cometa para
revelar la presencia de dieciséis compuestos orgánicos que incluían diversas
especies conteniendo nitrógeno pero ninguna con azufre. Entre ellas, las más
interesantes y previamente no observadas son isocianato de metilo, acetona,
propionaldehido y acetamida (Goesmann et al., 2015). Posiblemente las especies
volátiles surgen de la sublimación de los hielos complejos que se han observado
embebidos en los materiales pero también de la oscura matriz rica en materia
orgánica.
Figura 2. Un zoom en las paredes fracturadas paredes del
cometa obtenidas por la cámara 4 CIVA de Philae
muestra las enormes variaciones de albedo hasta una escala milimétrica.
Los constituyentes esenciales son aglomerados ricos en materia orgánica pero
conteniendo hielo muy reflectante embebido en su estructura (ESA/Rosetta/Philae/CIVA).
El espectrómetro de masas Ptolemy estuvo también en marcha
unos 20 minutos tras el aterrizaje de Philae en la superficie del cometa
67P/Churyumov-Gerasimenko. Las distribuciones de masa que obtuvo indican la
presencia de una secuencia de compuestos orgánicos con grupos -CH2-
y -O- . Tales grupos y
las similaridades encontradas con las especies detectadas por Giotto (ESA) en
los compuestos de la coma del cometa 1P/Halley sugiere que la radiación
recibida en la superficie transforma las especies primigenias en polímeros
orgánicos con interesantes propiedades. Los granos orgánicos contienen una
gran complejidad molecular, incluyendo 16 especies moleculares entre las que
encontramos precursores de biomoléculas y otros compuestos de interés nunca
identificados en cometas (Fig. 3). Las ausencias también son relevantes pues
resulta sorprendente que las medidas indiquen la carencia intrínseca de
amoníaco (NH3), HCNO, o de compuestos aromáticos como el benceno.
Igualmente resulta una sorpresa que con tantas moléculas involucrando nitrógeno
(N) en su estructura no se encuentre azufre (S).
Figura 3. Mecanismos propuestos para la
formación de los dieciséis compuestos orgánicos encontrados por COSAC. En rojo
se indican las moléculas ausentes y en verde las cuatro moléculas observadas
por primera vez en un cometa (Goessman et al., 2015)
SONDEANDO EL INTERIOR DEL COMETA 67P
La enorme fragilidad de algunos cometas hace que sucumban,
cual inmensa bola de nieve y polvo, a pasos próximos por el perihelio bajo
creciente radiación solar. Una
propiedad física de los cometas que los hace ser objetos únicos en el sistema
solar es su bajísima consistencia, fiel reflejo de sus condiciones de formación
en los fríos límites exteriores del sistema solar, sometidos a un entorno rico
en hielos y compuestos orgánicos. Las
rocas terrestres más frágiles son dos o tres órdenes de magnitud más
consistentes que los materiales que se desprenden de ellos por lo que resultaba
difícil hacerse una idea clara de la estructura interna cometas.
Para profundizar en esa estructura y propiedades internas Philae y el orbitador Rosetta montaron un equipo perfecto para
desarrollar el experimento Comet Nucleus Sounding Experiment by Radiowave
Transmission (CONSERT) que ha permitido sondear el interior del cometa
67P/Churyumov-Gerasimenko. Este
instrumento ha derivado a partir del tiempo de propagación de las señales y los
ecos que la parte superior de la cabeza del cometa es bastante homogénea en una
escala de decenas de metros. También
revela que es un objeto débilmente compactado con una porosidad de un 75 al 85
%. La componente del polvo es también similar a las condritas carbonáceas como
preconicé en algunos de mis trabajos y particularmente en mi libro divulgativo
(Trigo Rodríguez, 2012). Por ello, se puede concluir que, si bien un cometa es
frágil, posee propiedades macroscópicas no muy diferentes a esos meteoritos
carbonáceos y son materiales potencialmente capaces de sobrevivir a su entrada
a la atmósfera terrestre y contribuir al enriquecimiento de nuestro planeta a
lo largo de los eones. Para obtener esos fantásticos resultados, las señales
eran enviadas y recibidas por el instrumento CONSERT, situado en el orbitador y
el lander (véase la Fig.
4).
Figura 4. Este diagrama muestra la propagación de las señales entre Rosetta y Philae a través
del núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, obtenidas entre el 12 y el 13
Nov. 2014. El verde representa la mejor señal y decrece en calidad hasta el
rojo que indica ausencia de señal (ESA/Rosetta/Philae/CONSERT)
El tiempo que tarda la señal en viajar entre los
instrumentos de CONSERT situados entre ambos ingenios espaciales y la amplitud
de esa señal recibida proporcionan información enormemente valiosa sobre la
estructura interna del cometa. En particular, el tiempo que tarda la señal en
propagarse depende de la llamada permitividad que está relacionada con la
porosidad del núcleo cometario, su composición, temperatura y la propia
estructura interna. La
parte de la cabeza del cometa sondeada posee una gran porosidad y consiste
básicamente de una mezcla de polvo e hielos (se ha obtenido un cociente
polvo/hielo variable entre 0,4–2,6 por volumen), lo cual lo revela bastante
homogéneo a una escala de decenas de metros. De hecho, el valor derivado de la
permitividad es de aproximadamente 1,27. Todos estos impresionante resultados
del tándem Rosetta y Philae me reafirman en indicar, también como
árbitro de dos de estos fantásticos artículos en Science, que los cometas
seguirán siendo objetivos astrobiológicos clave a fin de comprender los
mecanismos de enriquecimiento en materia orgánica y agua de nuestro planeta
que, a la postre, permitieron nuestro origen en el cosmos.
Figura 5. El estudio realizado por CONSERT también ha permitido
restringir la posición del aterrizador Philae a un área de sólo 34 x 21 m2 (ESA/Rosetta/Philae/CONSERT)
Figura 6. Serie de imágenes tomadas el 12 de agosto con el
cometa 67P a punto de alcanzar el punto de su órbita más cercano al Sol o
perihelio. Se aprecian múltiples chorros que aparecen como surtidores de gas y
partículas bajo el influjo de la radiación solar. Crédito: Credit:
ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.
REFERENCIAS
Goessman F. et al.
(2015) Organic compounds on comet 67P/Churyumov-Gerasimenko revealed by COSAC
mass spectrometry, Science 349, DOI: 10.1126/science.aab0689.
Kofman W. et al. (2015)
Properties of the 67P/Churyumov-Gerasimenko interior revealed by CONSERT radar.Science 349, DOI: 10.1126/science.aab0639.
Oró J. (1961) Comets and
the formation of biochemical compounds on the primitive Earth. Nature 190, 389-390.
Trigo Rodríguez J.M. (2012) Las raíces cósmicas de la vida.
Colección El espejo y la lámpara. Ediciones UAB, Barcelona, ISBN:
978-84-939695-2-3, 241 págs.
Wright I.P. et al. (2015) CHO-bearing organic
compounds at the surface of 67P/Churyumov-Gerasimenko revealed by Ptolemy, Science 349, DOI: 10.1126/science.aab0673.
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