sábado, 30 de mayo de 2020

UNA NUEVA MISIÓN COMETARIA: SOLAR ORBITER AL COMETA ATLAS



Una estupenda noticia, una misión a un cometa totalmente inesperada. Todo se debe al genio de un científico, Geraint Jones, quién ha estudiado desde hace 20 años los cruces que se han dado por casualidad entre naves espaciales y colas de cometas, descubrió 6 eventos en el pasado y por primera vez pudo predecir uno de esos encuentros, lo que permitió a la ESA modificar la misión Solar Orbiter para obtener datos muy valiosos sobre el cometa en fragmentación C/2019 Y4 ATLAS.
Este es el anuncio de la Agencia Espacial Europea:

Solar Orbiter atravesará las colas del cometa ATLAS


En los próximos días, Solar Orbiter atravesará las colas del cometa ATLAS. Aunque aún no era el momento de que el satélite de la ESA tomara datos científicos, los expertos de la misión se han encargado de garantizar que los cuatro instrumentos más relevantes estén encendidos durante este encuentro único.
Solar Orbiter fue lanzado el 10 de febrero de 2020. Desde entonces, y a excepción de una breve desconexión debido a la pandemia, sus científicos e ingenieros han llevado a cabo una serie de pruebas y rutinas de configuración dentro de la fase de puesta en servicio.



La fecha de finalización de esta fase estaba prevista para el 15 de junio, de modo que la nave estuviera totalmente funcional para su segundo pase junto al Sol, o perihelio, a mediados de junio. No obstante, al descubrirse la posibilidad de este encuentro con el cometa se han acelerado los acontecimientos. 
Es muy poco común que una misión espacial cruce por casualidad la cola de un cometa, algo que según los científicos solo ha sucedido seis veces antes con misiones no diseñadas específicamente para ello. Todos estos encuentros se han detectado en los datos de las naves una vez transcurrido el evento. Así, el próximo cruce de Solar Orbiter es el primero que se predice con antelación. 
Debemos este descubrimiento a Geraint Jones, del Mullard Space Science Laboratory del University College London (Reino Unido), que lleva 20 años investigando este tipo de encuentros. Detectó el primer cruce fortuito en 2000, mientras investigaba una extraña perturbación en los datos registrados por el satélite de estudio del Sol Ulysses de la ESA/NASA en 1996. Dicho estudio reveló que la nave había atravesado la cola del cometa Hyakutake, conocido como el Gran Cometa de 1996. Poco después del anuncio, Ulysses cruzó la cola de otro cometa y, después, de un tercero en 2007. 
A principios de este mes, tras percatarse de que Solar Orbiter iba a pasar a 44 millones de kilómetros del cometa C/2019 Y4 (ATLAS) en cuestión de semanas, Geraint avisó de inmediato al equipo de la ESA.
Ciencia extra

Solar Orbiter está equipado con un conjunto de diez instrumentos de detección local y remota para investigar el Sol y el flujo de partículas cargadas que libera al espacio: el viento solar. Por suerte, los cuatro instrumentos de detección local también resultan perfectos para detectar las colas del cometa, puesto que miden las condiciones alrededor de la nave y, así, podrían devolver datos sobre los granos de polvo y las partículas cargadas eléctricamente que este emite. Dichas emisiones crean las dos colas del cometa: la cola de polvo que queda tras él en su órbita y la cola de iones que apunta en dirección contraria al Sol.

Solar Orbiter cruzará la cola de iones del cometa ATLAS entre el 31 de mayo y el 1 de junio, y la cola de polvo el 6 de junio. Si la cola de iones fuera lo bastante densa, el magnetómetro (MAG) de Solar Orbiter podría detectar la variación del campo magnético interplanetario debido a la interacción con iones de la cola del cometa, mientras que el Analizador de Viento Solar (SWA) podría capturar directamente algunas de las partículas de la cola. 
Cuando Solar Orbiter atraviese la cola de polvo, dependiendo de su densidad (algo extremadamente difícil de predecir), es posible que uno o más minúsculos granos de polvo golpeen la nave a velocidades de decenas de kilómetros por segundo. Aunque la nave no correrá ningún peligro importante por ello, los granos se vaporizarán por el impacto, formando pequeñas nubes de gas o plasma cargado eléctricamente que podría detectar el instrumento Ondas de Radio y Plasma (RPW). 
“Un encuentro inesperado como este supone una serie de oportunidades y desafíos únicos para la misión, ¡pero eso es bueno! Forma parte de la aventura de la ciencia”, admite Günther Hasinger, director de Ciencia de la ESA. 
Uno de esos desafíos fue que no parecía que los instrumentos fueran a estar listos a tiempo debido a la fase de puesta en servicio. Ahora, gracias al esfuerzo realizado por el personal del instrumento y el equipo de operaciones de la misión de la ESA, los cuatro instrumentos de detección local estarán conectados y recopilando datos, aunque en ciertos momentos deberán volver a activarse en modo de puesta en servicio para garantizar que se cumpla la fecha límite del 15 de junio. 
“Teniendo en cuenta estas limitaciones, estamos listos para aquello que el cometa ATLAS tenga que decirnos”, apunta Daniel Müller, científico de proyecto de la ESA para Solar Orbiter.
Esperar lo inesperado

Otro reto tiene que ver con el comportamiento del cometa. ATLAS fue descubierto el 28 de diciembre de 2019. Durante los siguientes meses, brilló tanto que los astrónomos se preguntaban si podría apreciarse a simple vista en mayo. 
Por desgracia, a principios de abril el cometa se fragmentó. En consecuencia, su brilló cayó significativamente y arrebató a los observadores nocturnos la posibilidad de verlo. Una nueva fragmentación a mediados de mayo redujo aún más el tamaño del cometa, por lo que las posibilidades de detección por parte de Solar Orbiter son menores. 
Aunque no hay tantas posibilidades de detectarlo, de acuerdo con Geraint sigue mereciendo la pena el esfuerzo. 
“Con cada encuentro con un cometa aprendemos más sobre estos enigmáticos objetos. Si Solar Orbiter detecta la presencia del cometa ATLAS, podremos saber más sobre cómo los cometas interactúan con el viento solar y comprobar, por ejemplo, si nuestras expectativas sobre el comportamiento de la cola de polvo coinciden con nuestros modelos —explica—. Todas las misiones que se encuentran con cometas aportan piezas para componer el rompecabezas”. 
Geraint es el investigador principal de la futura misión Comet Interceptor de la ESA, compuesta por tres naves y cuyo lanzamiento está previsto para 2028. Sobrevolará de muy cerca un cometa hasta ahora desconocido, que se elegirá entre los cometas descubiertos cerca del momento del lanzamiento o incluso después.
Rayando el Sol

En estos momentos, Solar Orbiter está circundando nuestra estrella progenitora entre las órbitas de Venus y Mercurio, por lo que su primer perihelio tendrá lugar el 15 de junio, a unos 77 millones de kilómetros del Sol. En los próximos años se acercará mucho más, desde el interior de la órbita de Mercurio, a unos 42 millones de kilómetros de la superficie solar. Entretanto, el cometa ATLAS ya está acercándose a su propio perihelio, que se espera para el 31 de mayo, a unos 37 millones de kilómetros del Sol. 
“Ese cruce con la cola también resulta emocionante, ya que por primera vez se producirá muy cerca del Sol, con el núcleo del cometa dentro de la órbita de Mercurio”, señala Yannis Zouganelis, científico asociado de la ESA para Solar Orbiter. 
Comprender el entorno de polvo en la región más interior del Sistema Solar es uno de los objetivos científicos de Solar Orbiter. 
“Los cometas cercanos al Sol, como ATLAS, son fuentes de polvo en la heliosfera interior, por lo que su estudio no solo nos ayudará a entender el cometa, sino también el entorno polvoriento de nuestra estrella”, añade Yannis. 
Observar un objeto helado en lugar del abrasador Sol es una forma emocionante, además de inesperada, de empezar la misión científica de Solar Orbiter, pero la ciencia es así. 
“Los descubrimientos científicos se basan en la buena planificación, pero también en el azar. En tres meses desde su lanzamiento, el equipo de Solar Orbiter ya ha demostrado que está preparado para ambos”, apunta Daniel.
Fuente:

viernes, 22 de mayo de 2020

LOS RÁPIDOS CAMBIOS DEL COMETA SWAN

Ya no es posible observar desde nuestros cielos australes al cometa más brillante del momento, el C/2020 F8 SWAN. Pero sigue aumentando de brillo. En la newsletter de la semana pasada de Sky and Telescope hay dos espléndidas imágenes.
Este es un montaje que muestra cómo aumentó de brillo entre el 13 y el 30 de abril, de magnitud 7.8 a 5.2:

Crédito: Justin Tilbrook

Y en esta animación se muestra los cambios constantes en la cola de ioles durante la noche del 1º de mayo:


Crédito:  Gerald Rhemann

jueves, 21 de mayo de 2020

COMETA c/2019 U6 LEMMON DESDE EL OBSERVATORIO GALILEO GALILEI DE ORO VERDE



El cometa C/2019 U6 Lemmon continúa brillando en su acercamiento al perihelio (20 de junio). Es un cometa de las primeras horas de la noche y estamos ansiosos por poder observarlo. César Fornari, desde su observatorio Galileo Galilei (Código MPC X31), pudo captarlo en esta estupenda imagen el 16 de mayo, fueron 65 tomas de 60 segundas cada una, obtenidas con su Ritchey Chretien de 16 pulgadas y su CCD SbigSTF8300M-EQ8, y luego procesadas por German Savor.

sábado, 16 de mayo de 2020

C/2019 U6 LEMMON DESDE EL OBSERVATORIO GALILEO GALILEI DE ORO VERDE




El C/2019 U6 Lemmon es el cometa más brillante de los cielos australes, ya que hace pocos días ha dejado de verse el Swan. César Fornari obtuvo esta estupenda imagen desde el Observatorio Galileo Galilei de Oro Verde, procesada posteriormente por Germán Savor. El Lemmon ha incrementado sustancialmente el brillo y el tamaño de su coma en los últimos días, incluso en la imagen de César ya se observa una cola. Los reportes estiman en 8 su magnitud pero a partir de una imagen de toma única que nos facilitó César nos animamos a decir que es aún más brillante (7.5 o 7).

Curiosamente, en la confirmación de este cometa también intervino César Fornari, suya fue una de las 4 confirmaciones en el mundo que permitieron al Minor Planet Center confirmar a este nuevo cometa descubierto por el Survey Mt. Lemmon en Australia.


 Y observen bien cuales son los otros observatorios que aparecen, todos profesionales con grandes telescopios. Muy bueno el trabajo de César!

DESINTEGRACIÓN DEL NÚCLEO DEL C/2019 Y4 ATLAS



Continúa la desintegración del C/2019 Y4 Atlas. Ahora se ha reducido el número de fragmentos que viajan juntos y las distintas concentraciones en que se ha dividido la coma son menos brillantes y más alargadas, como puede observarse en la imagen de Michael Jäger aparecida en la Web de la Sección Cometas de la LIADA.
Fuente:

miércoles, 13 de mayo de 2020

LA POLÉMICA RELACIÓN ENTRE COMETAS Y EPIDEMIAS (PARTE 5). ¿QUÉ DESENCADENÓ LA MUERTE NEGRA?



10 de septiembre de 1996 - Los cometas podrían haber desencadenado las devastadoras plagas de los siglos VI y XIV, afirmó un científico en la reunión científica anual de la Asociación Británica en Birmingham hoy.
Tanto la peste de Justiniano, que llegó a Europa en el año 542, como la Peste Negra que golpeó en el año 1347, fueron pandemias de peste bubónica. Se cree que los brotes de esta enfermedad, causada por una bacteria transmitida por pulgas de rata, se desencadena cuando las ratas infectadas entran en contacto con poblaciones humanas que no tienen inmunidad natural a la enfermedad. Pero según el profesor Mike Baillie, de la School of Geosciences de la Queens University, Belfast, deberíamos mirar al espacio para encontrar lo que realmente provocó las dos plagas.

Es muy improbable que la bacteria haya sido traída a la Tierra desde el espacio exterior por un cometa, dice Baillie. Pero es posible que los rastros de polvo y los escombros dejados por los cometas pudieran haber contaminado la atmósfera y provocado cambios climáticos que llevaron a la pérdida de cosechas. Ante la hambruna, las comunidades humanas pueden haberse visto obligadas a mudarse, quizás a zonas donde la enfermedad era endémica. En el caso de la plaga del siglo VI, los cambios climáticos podrían haber sido causados ​​por cinco cometas registrados en la literatura histórica entre 530 y 542. Otros cinco cometas se registraron en la década anterior al comienzo de la Peste Negra en 1347. Y También es posible, dice Baillie, que las erupciones volcánicas hayan contribuido a los cambios climáticos del siglo XIV.
Para encontrar evidencia que respalde su hipótesis, Baillie ha estudiado los registros de los anillos de crecimiento en los árboles para tener una idea de cómo han cambiado las condiciones ambientales en los últimos 2000 años. Solo recientemente, dice, ha sido posible comparar dichos registros con otros similares de otros países. "En ambos casos, los anillos de los árboles se han estrechado antes de que llegara la plaga", dice. Un estrechamiento de los anillos sugiere una reducción en el crecimiento, y eso a su vez implica una "recesión ambiental", probablemente una ligera caída de la temperatura. "Si los árboles están registrando cambios ambientales, entonces la implicación debe ser que estos cambios ambientales de alguna manera estuvieron involucrados en los efectos en los humanos".
Traducción del texto de Laura Spinney en:

domingo, 10 de mayo de 2020

MI COMETA SWAN



En la madrugada del 7 de mayo, tras quedarme haciendo cosas y tomando café para no quedarme dormido (porque si confío en despertarme a las 5,30 seguramente me quedo dormido) pude salir a tratar de encontrar el cometa del momento, el Swan. Usé unos binoculares de 10 x 50 y no saqué el telescopio por dos razones. Primero, porque la observación cometaria debe hacerse siempre con el menor aumento posible y segundo, y fundamental, porque hacía un frío terrible. Pero aún así pude localizarlo cerca de Cetus y tomar los datos necesarios para el siguiente reporte a la Sección Cometas de la LIADA:
C/2020 F8 2020 May 7.37 UT: m1= 5.5, Dia.=12’, DC=4, Cola:NO; 10X50 B; Mét. Sidgwick, Cat. Tycho II; Alberto Anunziato (Paraná, Argentina).
El frío y las apuradas se notan en lo desprolijo del registro en mi cuaderno de cometas, pero igual me pareció divertido escanearlo. Hacía casi un año y medio que no observaba un cometa, el último fue el 46P/Wirtanen.

jueves, 7 de mayo de 2020

C/2020 F8 SWANN DESDE VILLA SERRANA, URUGUAY POR

Esta estupenda imagen del gran cometa del momento fue obtenida por los amigos de la Sociedad Astronómica Octante de Uruguay.. La realizó Diego Etchevers desde Villa Serrana:




Texto de Diego Etchevers:
El 25 de marzo de este año, la cámara SWAN, a bordo de la nave espacial Solar Heliospheric Observer, descubrió este cometa que lleva su nombre, C/2020 Swan F8. Presenta una magnitud aparente 5 y una interesante cola que se irá incrementando a medida que se acerque al Sol. Es visible desde lugares con cielos oscuros. En unas dos semanas, se espera su llegue a magnitud 4. Lamentablemente se podrá apreciar muy sobre el crepúsculo lo que dificultará su visión. Hace un ratito, a las 6:02 hs lo pude registrar desde Villa Serrana. La falta de contraste se debe al crepúsculo.
Esta fotografía fue sacada por Diego con una cámara Nikon D850 acoplada a un telescopio refractor apocromático Orion EON ED-X2 de 85mm de apertura F6.6 de focal sobre una montura ecuatorial Ioptron Cem25EC.

lunes, 4 de mayo de 2020

SEGUIMOS EL NUEVO COMETA DESDE ORO VERDE



Desde el Observatorio Galileo Galilei de Oro Verde, nuestro amigo con Código MPC (Minor Planet Center) César Fornari sigue obteniendo astrometrías del aparente nuevo cometa, con nombre provisorio A10IExP. Es fascinante observar como empieza a desarrollar una incipinete coma.

COMETA SWANN DESDE SAN JUAN


Esta espectacular imagen del cometa Swann fue obtenida desde San Juan por Pedro Humberto Romano, de la Liga Iberoamericana de Astronomía con una cámara Canon 450 D y una lenta fija de 50 mm el 3 de mayo a las 6 horas hora Argentina