martes, 3 de diciembre de 2024

PREMIOS COMETARIOS. PARTE 1: LA MEDALLA DEL REY FEDERICO VI DE DINAMARCA

 




El descubrimiento de cometas es una de las hazañas más comunes y espectaculares que están a la mano de los aficionados a la astronomía. Antaño fue un campo exclusivo para los aficionados, luego con las proliferaciones de grandes observatorios a fines del siglo XIX y sobre todo con los grandes arrays de telescopios que buscan asteroides cercanos y de sondas solares como SOHO en nuestro siglo, las posibilidades de descubrir visualmente un cometa descendieron abismalmente, pero sigue habiéndolos.

Una historia colateral a la fascinante historia de la observación aficionada de cometas es la historia de los premios que se instituyeron para los descubrimientos. El primero fue creado por el rey Federico VI de Dinamarca, un astrónomo aficionado, en 1832. Consistía en una medalla de oro al observador que descubriera con un telescopio un cometa que no fuera visible a simple vista. La medalla se continuó otorgando luego de su muerte por su hijo Cristian VIII hasta 1850. Hoy la medalla de oro dinamarquesa al descubridor de un cometa con telescopio más famosa es la que recibió la norteamericana Maria Mitchell en 1848 del 1847-VI, la primera mujer en lograr un premio astronómico.





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