Lo
que hace tan importante al cometa Halley es su relación con la historia de la
humanidad, al ser un cometa cuyas apariciones periódicas cada 76 años son ,
casi siempre, muy prominentes, lo que facilita su registro y permitió que
Edmund Halley pudiera estudiarlas como apariciones de un mismo cometa. La del
año 451 se dio en un momento decisivo para la historia del Imperio Romano, la
última gran batalla que pudo vencer frentes a los bárbaros que asolaban ya todo
su territorio. Fue la batalla de los Campos Cataláunicos (o de Chalons) en la
que el general Flavio Aecio y los visigodos al mando de Teodorico vencieron al
temible rey de los Hunos, Atila. No fue una victoria decisiva, ya que Atila casi
tomó Roma en 452, lo que evitó el Papa León I con sus ruegos o, más
seguramente, el temor a la peste que asolaba Roma por ese entonces.
Sobre
el Halley en 451 no encontré más que este grabado, seguramente parte de algún
libro, que se vende online. El cometa tiene semejanza con la espada que levanta
Aecio en el campo romano, a la derecha.
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