martes, 2 de junio de 2015

COMETAS APOLÍNEOS Y COMETAS FÁUSTICOS

Parece que el 2015 será un año pobre en cometas. No es una exageración decir que el 70% de las noches el cielo estuvo cubierto  de nubes, y cuando no hubo nubes no pudimos observar porque el Observatorio de Oro Verde está en refacciones, y aún si no lo estuviera, no hemos tenido cometas brillantes desde el Lovejoy en enero. Buen momento para hacer algo de filosofía cometaria.
El lector atento del blog se habrá percatado que nos interesa tanto el estudio científico como el estudio histórico de los cometas. Y que no compartimos la superstición cientificista de que la ciencia progresa de manera continua, gracias a su búsqueda desinteresada de la verdad e imponiéndose irreversiblemente al oscurantismo. Ese “positivismo ingenuo” es común entre la gente de ciencia, que considera un insulto cuestionarse sobre los procedimientos científicos y piensa que “la salvación solo vendrá por la ciencia”. Muchos astrónomos amateurs lo repiten como un dogma de fe, con un deseo inconsciente de agradar a los “astrónomos profesionales”. Pero la ciencia es más complicada que eso y avanza por cambios de paradigmas y esos cambios de paradigmas vienen determinados por motivos científicos y no científicos. Lo probó Kuhn en “La estructura de las revoluciones científicas” con el ejemplo que a todos deberíamos sernos conocido de la “revolución copernicana”, pero el “pensamiento astronómicamente correcto” sigue pensando que todo era oscuridad hasta que Copérnico tuvo una gran idea y luego los científicos se impusieron con nada más que el poder de la verdad, desconociendo hechos como la carrera de cortesano de Galileo y de cómo la ambición de los Medici fue valiosa para imponer el telescopio (la verdadera herramienta de transformación).
Los cientificistas tienden a olvidar que “Es un gran prejuicio el creer que podemos poner la «verdad» en lugar de las representaciones «antropomórficas». Todas nuestras representaciones son antropomórficas. En toda posible representación se refleja la existencia del sujeto que la produce” (Oswald Spengler La decadencia de occidente. Traducción  de Manuel Morente. Planeta Agostini, 1994). Nuestra imagen de la naturaleza es la de la civilización occidental tecnológica: “No hay una naturaleza pura. En toda naturaleza hay siempre algo de esencia histórica”(Spengler), o en palabras de Patrick Harpur (en su provocador “El fuego secreto de los filosófos”,traducción de Fernando Almansa Salomó, Ed. Atalanta, 2010): “No podemos ver el mundo salvo a través de alguna perspectiva o estructura imaginativa”. Claro está, el paradigma de la ciencia occidental es abrumadoramente exitoso y los amantes de la astronomía son los primeros en reconocerlo.
Pero más allá de avanzar en conocer cómo funciona el sistema solar (o el universo), no olvidemos que “nuestro sistema solar siempre será tanto un espacio imaginativo como un espacio literal” (Harpur). Las observaciones del universo precopernicano son radicalmente distintas a las nuestras. Ese cosmos medieval de las esferas de los planetas y la de la estrellas fijas tenía las dimensiones del hombre mientras que nuestro cosmos nos abruma por su inmensidad: “Mientras que nosotros somos conscientes de la distancia entre la Tierra y las estrellas, ellos eran conscientes de la altura. Mientras que nuestro universo es abstracto e inimaginable-mil años luz y un millón de años luz son igualmente ininteligibles-su cosmos era inmenso, sí, pero concreto, finito, imaginable y hermoso como una enorme catedral. Además, no era oscuro como el nuestro, sino lleno de luz. El mundo translunar-todo lo que estaba por encima de la Lina-no era una negra y silente vacuidad, sino algo deslumbrante que resonaba con la armoniosa música de la esferas” (Harpur).
El espacio sin límites es una idea occidental. Para Spengler, “el espacio puro, sin limites, es el ideal que el alma occidental ha buscado de continuo en su contorno cósmico. Ha querido verlo realizado inmediatamente en ese contorno, y por eso las innumerables teorías del espacio, construidas en los pasados siglos, poseen un sentido profundo que trasciende de sus supuestos resultados y convierte esas teorías mismas en síntomas de un sentimiento cósmico. ¿Hasta qué punto es la extensión ilimitada el fundamento de toda objetividad?...el universo no es otra cosa que ese espacio cósmico, que nace propiamente de nuestra experiencia intima de la profundidad”.
La astrofísica occidental, la astrofísica del espacio puro, es lo que el filósofo alemán llama “física fáustica”, en contraposición a la astrofísica del mundo grecolatino (extendible a la medieval), que, así como el más alto símbolo artístico de su cultura fue la estatua del cuerpo desnudo, fue una “física de la proximidad y de la luz”. Spengler la llama “física apolínea”. En cambio el sentimiento cósmico del alma fáustica ama la profundidad y el espacio es la realidad absoluta.
La física apolínea es la física del hombre integrado en su contorno, la física fáustica es la del hombre tratando de vencer y someter a la naturaleza, a la que considera hostil.

Y con esas ideas es interesante observar las representaciones de los cometas anteriores a Newton, como eran percibidos como objetos cercanos a nosotros, como todos los astros eran más cercanos. En el grabado siguiente se ve al cometa ocupando la mitad superior y los humanos la mitad inferior:


Los cometas antes de Halley eran cercanos y por eso tan dañinos. A partir del cálculo de su órbita se fueron haciendo más lejanos y disminuyó el temor hacia ellos (aunque nunca se fue del todo, porque son un símbolo muy poderoso). Comparemos la siguiente imagen, tomada de “El cometa” de Carl Sagan, prototípica de la física fáustica: el hombre desaparece, como comenzó a desaparecer de la representación pictórica de la naturaleza con Turner y compañía:


Crédito: https://www.tumblr.com/search/kim%20poor

En lo que estaba equivocado Harpur es en la supuesta pobreza de la “física fáustica” basada en la idea del espacio infinito. El espacio infinito es lo que ha definido a la búsqueda espiritual del hombre occidental. Conocer el mundo era un concepto extraño a los romanos, que despreciaron conquistar lo que hoy conocemos como Holanda, Alemania y Escocia porque consideraban que no valía la pena morirse de frío. Pero para el hombre occidental explorar la tierra es una necesidad (y hoy vemos lo popular que es escalar montañas, algo que los romanos o los hombres del medioevo hubieran considerado una pérdida de tiempo). En los comienzos de la carrera espacial el mismo espíritu de Magallanes o de los conquistadores de los polos estaba presente, pero de a poco se fue perdiendo la función “mitocreadora” de la exploración del espacio. Ese mismo cientificismo se ha reído de todos los ideales y ha impedido que en la exploración del espacio haya el misterio y el heroísmo necesario para que un niño, por ejemplo, cuelgue el póster de un astronauta, que son verdaderos héroes y que no osan ni decirlo ni pensarlo.
Esta reflexión surgió del video de Chris Hadfield, cantando la hermosa canción de David Bowie “Space Oddity”. La canción tiene la ambigüedad de un mito: narra el viaje al espacio del Mayor Tom y su pérdida en la inmensidad (“¿Me escucha, Mayor Tom?” es la pregunta angustiada del final). ¿Alegoría de la alienación de la vida moderna, de las drogas o de la soledad? Lo cierto es que el Mayor Tom es un héroe porque afronta el más terrible de los destinos (¿la canción se inspiró en las leyendas sobre astronautas rusos perdidos?), aunque una duda razonable es que haya decidido perderse a propósito. Aquí va la canción con la letra original (y abajo la traducción) 

https://www.youtube.com/watch?v=nP6xBFyA_aw 

Ground Control to Major Tom
Ground Control to Major Tom
Take your protein pills and put your helmet on
Ground Control to Major Tom (Ten, Nine, Eight, Seven, Six)
Commencing countdown, engines on (Five, Four, Three)
Check ignition and may God's love be with you (Two, One, Liftoff)

This is Ground Control to Major Tom
You've really made the grade
And the papers want to know whose shirts you wear
Now it's time to leave the capsule if you dare
"This is Major Tom to Ground Control
I'm stepping through the door
And I'm floating in a most peculiar way
And the stars look very different today
For here
Am I floating around a tin can
Far above the world
Planet Earth is blue
And there's nothing I can do

Though I'm past one hundred thousand miles
I'm feeling very still
And I think my spaceship knows which way to go
Tell my wife I love her very much "she knows"
Ground Control to Major Tom
Your circuit's dead, there's something wrong
Can you hear me, Major Tom?
Can you hear me, Major Tom?
Can you hear me, Major Tom?
Can you "Here Am I floating round a tin can
Far above the Moon
Planet Earth is blue
And there's nothing I can do."
Control terrestre al Mayor Tom
Control terrestre al Mayor Tom
Tome sus píldoras de proteínas y póngase su casco.
Control terrestre a Mayor Tom
(10, 9, 8, 7)
comenzando cuenta regresiva, motores encendidos
(6, 5, 4, 3)
chequear ignición y que el amor de Dios lo acompañe.
(2, 1, despegue)

Este es control terrestre a Mayor Tom
ahora es noticia
y los periódicos quieren saber qué camisetas usa
es hora de abandonar la capsula si se atreve

Este es el Mayor Tom a control terrestre
estoy atravesando la puerta
y estoy flotando en una manera muy peculiar
y las estrellas lucen muy diferentes hoy

Aquí estoy sentado en esta lata de aluminio
muy por encima del mundo
el planeta Tierra es azul
y no hay nada que pueda hacer

Aunque he pasado cien mil millas
me siento inmóvil
y creo que mi nave espacial sabe hacia donde ir
díganle a mi esposa que la amo, ella sabe

Control terrestre a Mayor Tom
Sus circuitos están muertos, algo está mal
Puedes escucharme Mayor Tom?
Puedes escucharme Mayor Tom?
Puedes escucharme Mayor Tom?

Aquí estoy flotando alrededor de mi lata
muy por encima de la luna
el planeta tierra es azul
y no hay nada que pueda hacer....
Me fascinó descubrir que un astronauta de la ISS había cantado una canción tan hermosa pero también perturbadora para quien está en la misma situación del Major Tom.
El video está muy bien filmado y el amigo astronauta canta bien. Pero si se presta atención a la letra llega la desilusión: todos los elementos imaginativos del tema de Bowie son reemplazados por una historia de final feliz para el público “cientificista”. La grandeza del astronauta que desafía el “espacio sin límites” fáustico (como de hecho lo hizo el propio Hadfield). Esta es la nueva versión:
Space Oddity
Ground control to Major Tom...
Ground control to Major Tom:
Lock your Soyuz hatch and put your helmet on!
(ten, nine, eight... )
Ground control to Major Tom...
Commencing countdown, engines on,
Detach from station and may God's love be with you.
This is ground control to Major Tom:
You've really made the grade
And the papers want to know whose shirts you wear,
But it's time to guide the capsule if you dare.
This is Major Tom to ground control:
I've left for ever more
And I'm floating in a most peculiar way,
And the stars look very different today.
For here am I sitting in a tin can far above the world.
Planet Earth is blue and there's nothing left to do.
Though I've flown one hundred thousand miles,
I'm feeling very still.
And before too long I know it's time to go,
A commender comes down back to Earth and rolls.
Ground control to Major Tom:
The time is near, there's not too long.
Can you hear me, Major Tom?
Can you hear me, Major Tom?
Can you hear me, Major Tom?
Can you...
Here am I floating in my tin can,
last glimpse of the world,
Planet Earth is blue and there's nothing left to do.
¿Demasiando triste morir en el espacio? Pero sí es ese peligro que desafían Hadfield y otros lo que los hace héroes. Pero parece que sería una canción muy triste para el gran objetivo de nuestros días: volverse viral.
La versión de Hadfield habla de su regreso a la Tierra, por eso la referencia a la escotilla de la Soyuz. En vez de la caminata espacial que lo lleva al infinito, el Mayor Tom de Hadfield se apresta a regresar. En vez de la referencia sobre la si la nave sabe hacia donde se dirige, el astronauta de la nueva versión recibe la orden de su comandante de volver, por lo que el elemento soledad cósmica en el espacio sin límites desaparece, como lo hacen las últimas palabras de amor a la esposa. El final de ambas versiones es completamente distinto: “Mayor Tom, se acerca el momento, no falta mucho”. En el estribillo la impotencia del astronauta que observa el planeta Tierra sin poder volver y sabiendo que va a morir es reemplazada por el “nada queda por hacer” de una misión cumplida.
Y la NASA luego se queja de que el público no se entusiasme con la carrera espacial. Y yo no consigo un cohete espacial de juguete para mi hijo de 3 años que me pide uno con desesperación y parece que no es un juguete de moda. El inmenso espacio vacío nos llama como una morada futura, está en nosotros construirla.

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