A medida que se
acerca a su perihelio, el cometa orbitado por la sonda Rosetta incremente cada
vez más intensamente su actividad. Hasta hace poco, la actividad en el núcleo sólo
se producía en las zonas iluminadas por el Sol. Recientemente, el aumento del
calor solar origina que aún después del “anochecer” en el cometa haya zonas internas
del núcleo que conserven el calor después de que el polvo de la superficie se
haya enfriado. Y con el calor vienen los chorros o jets. Así los captó la cámara
científica de alta resolución Osiris de Rosetta hace pocos días y en plena “noche”
del cometa:
Crédito:
ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team PS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
Fuente:
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