Crédito: K. Meech (IfA/UH)/CFHT/ESO
Este cometa casi desprovisto de la característica
más espectacular de estos viajeros cósmicos puede suministrar información
esencial sobre el origen del sistema solar. El C/2014 S3 PANSTARRS podría
haberse originado muy cerca del Sol y tener una composición muy similar a la de
la Tierra en sus orígenes.
Su periodo orbital de 860 años indica claramente
que procede de la Nube de Oort, el borde exterior del sistema solar. Pero si
cabría esperar un núcleo repleto de hielo, que generaría mucha actividad de
sublimación al acercarse al Sol y una cola espectacular como la de casi todos
los cometas no periódicos, el S3 es más de 100.000 veces menos activo que los
típicos cometas de la nube de Oort. El estudio de la casi inexistente cola de
polvo del S3 por científicos del European Southern Observatory's Very Large
Telescope en Chile y el Canada-France-Hawaii Telescope reveló que se parece
mucho más a los asteroides rocosos del cinturón principal que a un tipo cometa
de largo periodo.
"Encontramos el primer cometa rocoso”, dijo Olivier
Hainaut, astrónomo del European Southern Observatory en Garching, Alemania.
Por su proximidad con el Sol, la Tierra y el resto
de cuerpos del sistema solar interior tienen poco hielo en comparación con los
cuerpos del sistema solar exterior. Este nuevo cometa rocoso proviene de la
nube de Oort pero debe de haberse originado en el sistema solar interior”.
"Es muy emocionante: C/2014 S3 pudo haber sido
eyectado mientras la Tierra se estaba formando”-dijo Hainaut a Space.com.
Podría ser un planetesimal como los que formaron la Tierra, pero preservados
desde entonces en su forma original por el frío de los confines del sistema
solar, a diferencia de los asteroides del cinturón principal, sometidos al
calor del Sol.
Cometas rocosos como el C/2014 S3· son difíciles de
distinguir de cometas extintos que no tienen actividad porque han agotado su
reserva de hielo. Es incierta la porción de cometas de la nube de Oort que son
rocosos, pero es muy pequeña. Los modelos recientes de formación del sistema
solar sugieren que las interacciones gravitatorias entre planetas expulsaron
materia de la región interior hacia el exterior, pero difieren en la cantidad
expulsada. Encontrar más cometas rocosos aportaría información valiosa al respecto.
Los analisis estadísticos de los investigadores
sugieren que si se logran encontrar 50 cometas rocosos, podría haber
posibilidades de discriminar los modelos de formación del sistema solar en
probables e improbables. Es por eso que se alienta la búsqueda de este tipo de
cometas, el estudio de cuya composición además puede arrojar luz sobre los
orígenes de los planetas rocosos, entre ellos el nuestro.
La ilustración muestra la probable órbita del
cometa C/2014 S3 Pan-STARRS, que tardaría 860 años en completar su viaje
alrededor del Sol.
Crédito: ESO/L. Calçada
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