El 13 de
junio de 1857 el mundo tendría que haber perecido por la colisión con un
cometa. Evidentemente, esto no
ocurrió. La profecía provino de un predicador de la
National Scottish Church, John Cumming, incluida en su libro “Sign of the
times” de 1855. La supuesta fuente era un astrólogo alemán que había utilizado
la predicción del Director del Observatorio de Bishop, John Russell Hind, del
paso cercano de un cometa en junio de 1857. Aunque los científicos llamaran a
no preocuparse de los augurios de un astrólogo y un fundamentalista religiosos,
lo cierto es que hubo un auténtico temor entre la población por esos días. No
todos se lo tomaban tan en serio. En una entrada anterior tradujimos el aviso
de una sastrería londinense http://cometasentrerios.blogspot.com.ar/2016/02/cometa-la-moda.html
que aprovechaba la histeria para su propaganda, como lo hizo la tradicional
revista humorística inglesa “Punch”, como vemos en la ilustración de esta
entrada. La misma actitud tenía el famoso político británico, dos veces Primer
Ministro, Benjamin Disraeli en una carta a su amiga Sarah Brydges del 7 de junio de 1847 sobre una visita a la
ciudad de Torquay:
"El
mundo entero teme al Cometa. Dr. Cumming ha declarado que el último día se
aproxima... Un
filósofo, que se ríe de las implicancias teológicas de la cuestión, y por eso
escandaliza a las señoras, las vuelve a escandalizar con su anuncio científico
de que el mundo ha sido destruido 27 veces y que, por analogía, volverá a ser
destruido, y pronto seguramente, aunque imagina que no lo será el 13. Pero tampoco hay razones para
descartar que esto acontezca incluso antes, con tantos agentes destructivos
trabajando: en el centro de la tierra un fuego insaciable, mientras que la cola
neblinosa de un cometa podría desencadenar un diluvio sobre nosotros si nos
rozara. Por ende, en 24 horas podríamos morir abrasados o ahogados. Mientras
tanto, si la catástrofe no ocurre, esperamos estar en Torquay para finales del
mes que viene".
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