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Ejemplos de los diferentes
cambios identificados en imágenes de alta resolución del cometa
67P/Churyumov–Gerasimenko durante más de dos años de monitorizado por la nave
espacial Rosetta de la ESA. Las posiciones aproximadas de cada estructura han
sido marcadas en las imágenes centrales de contexto. También se indican las
fechas de las imágenes de “antes” y “después”. La orientación y resolución
entre las parejas de imágenes puede cambiar, por lo que en cada imagen un
conjunto de flechas señalan la posición de los cambios. Crédito: imágenes
centrales de ESA/Rosetta/NAVCAM, CC BY-SA 3.0 IGO;todas las demás imágenes de
ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.
Fracturas que crecen, acantilados
que se derrumban, rocas que ruedan y material que se desplaza enterrando
algunas estructuras de la superficie y exhumando otras; estos son algunos de
los notables cambios documentados durante la misión de Rosetta. Un
estudio publicado hoy en Science resume los tipos de cambios en la superficie
observados durante los dos años que Rosetta ha pasado junto al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Se observan diferencias notables antes y después del periodo más activo del
cometa (el perihelio) cuando alcanzó el punto de acercamiento máximo al Sol a
lo largo de su órbita.
“Monitorizar contiuamente el cometa
mientras cruzaba el Sistema Solar interior nos ha proporcionado una mirada sin
precedentes a cómo cambian los cometas cuando viajan cerca del Sol, pero
también lo rápido que tienen lugar estos cambios”, explica Ramy El-Maarry. Las
alteraciones, ya fueran relacionadas con fenómenos transitorios o de más larga
duración, están relacionadas con diferentes procesos geológicos: erosión in
situ, sublimación de hielo de agua y tensiones mecánicas debidas al giro del
cometa.
La erosión in situ se produce por
todo el cometa: los materiales consolidados son debilitados, por ejemplo, por
los ciclos de calentamiento y enfriamiento diarios o debidos a la sucesión de
las estaciones, causando su fragmentación. Esto, combinado con el calentamiento
de hielos subterráneos, puede producir la emisión de gas, lo que puede acabar
produciendo el colapso repentino de las paredes de acantilados, algo de lo que
se han encontrado pruebas en varios lugares del cometa.
Un proceso completamente diferente
se piensa que es el responsable de una fractura de 500 m de longitud,
descubierta en agosto de 2014, en el cuello del cometa, en la región de Anuket,
y que había crecido 30 m
más en diciembre de 2014. Esto está relacionado con el ritmo de giro creciente
al acercarse al perihelio. Además, en otras imágenes tomadas en junio de 2016
se identificó una fractura nueva de 150-300 m de longitud, paralela a la fractura
original. Cerca de las fracturas una roca de 4 m de ancho se movió unos 15 m . No está claro si el
crecimiento de la fractura y el movimiento de la roca están relacionados o
fueron causados por procesos diferentes.
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