A nuestro
incansable colaborador Juan Manuel Biagi le debemos el descubrimiento en el
vasto océano de internet del libro “Comet Kohoutek. A workshop held at Marshall
Space Flight Center”. Uno de los grandes placeres astronómicos son las noches
de estudio y mucho café y galletitas que pasamos con Juanma buscando en viejos
libros. Este libro es una recopilación de artículos sobre el cometa que inspiró
a Kraftwek: http://cometasentrerios.blogspot.com/2015/09/kohoutek-el-cometa-de-kraftwerk.html
Uno de los artículos del compendio de trabajos
en el workshop sobre el cometa Kohoutek tiene ilustraciones que uno de los
integrantes de la misión espacial Skylab, la primera estación espacial
estadounidense, realizó de este cometa.
Skylab fue
lanzada el 14 de mayo de 1973 sin tripulación y luego hubo tres misiones
tripuladas desde junio de 1973 a febrero de 1974. Luego la estación espacial
quedó vacía orbitando la Tierra hasta su reingreso el 11 de julio de 1979,
cayendo sobre Australia (el Condado de Esperance impuso una multa de 400
dólares a la NASA por tirar basura en lugares públicos, que la NASA no pagó y
que un famoso locutor de radio terminó de cancelar en 2009 con dinero recaudado
por sus oyentes, las razones del pago radiofónico se nos escapan).
Las
observaciones cometarias no formaban parte de la misión Skylab 4, lanzada el 16
de noviembre de 1973. Fue el primer cometa observado por astronautas (también
lo hicieron los tripulantes de la estación espacial soviética Soyuz 13). En el
plan de la misión Apolo XIII estaba la observación del cometa Bennet, que no
pudo llevarse a cabo por los problemas que originaron el fin prematuro de la
misión.
En el libro
citado se reproducen los dibujos que realizó utilizando unos binoculares de 10
aumentos por Edward Gibbon, quién los hacía en blanco y negro y luego los hacía
revisar por los otros dos miembros de la tripulación. Ya en Tierra, reelaboró
los dibujos y les aplicó color.
La figura 1
muestra al Kohoutek diez días antes del perihelio, en la primera observación
desde Skylab. Durante los diez días siguientes no pudieron ver al cometa porque
la propia estructura de la astronave lo ocultaba.
El 29 de
diciembre de 1973 el cometa fue vuelto a observar por Edward Gibson durante una
actividad extravehicular: imaginen el impacto de una visión tan asombrosa, en
el silencio del espacio:
No solamente era
mucho brillante sino también presentaba una débil anti-cola en dirección del
Sol. Estas imágenes fueron muy importantes, ya que el perihelio del cometa se
había producido un día antes y en ese momento no era observable desde la
Tierra.
Para el tercer
día después del perihelio la anti-cola es muy tenue y la la cola se ha
desarrollado:
Progresivamente,
día por día, la coma se vuelve menos brillante y la cola más tenue, a medida
que nuestro amigo se aleja del Sol:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario