Imagen
del cometa Wirtanen tomada el pasado 26 de noviembre desde Namibia por Gerald
Rhemann. Crédito: Gerald Rhemann.
El
16 de diciembre de 2018 se producirá uno de los hitos de la astronomía
cometaria de este siglo: el cometa 46P/Wirtanen (el más brillante del año)
tendrá un acercamiento a la Tierra a una distancia de 7 millones de kilómetros,
o 30 veces la distancia a la Luna, o 0.7 Unidades Astronómicas. Es uno de los
diez acercamientos más próximos de un cometa en los tiempos modernos, pero
además hay una serie de circunstancias que lo hacen más espectacular, una
verdadera cadena de coincidencias que privilegian el perihelio de 2018:
1.-
Es un cometa periódico, y por lo tanto su órbita es conocida con cierta
exactitud. El período orbital del 46P es de 5 años y medio.
2.-En
el afelio el Wirtanen llega hasta la órbita de Júpiter y las perturbaciones
gravitatorias de éste han ido acortando la órbita del cometa, reduciendo el
período entre dos perihelios de los casi 7 años de 1912 a los actuales cinco
años y medio, y también acercando la distancia al Sol en cada perihelio. Esta
disminución de la distancia al Sol hace prever que el núcleo sufra el
calentamiento mucho más marcado que en pasos anteriores (no sabemos si antes de
su descubrimiento en 1948 en el Observatorio Lick el cometa tuvo un
acercamiento tan próximo al Sol como el de este año), lo que generará mucho más
actividad en el núcleo y una coma más brillante.
3.-El
acercamiento de 2018 será excelente en cuanto a la geometría observacional, ya
que al 16 de diciembre estará en oposición con la Tierra y alto en los cielos
de ambos hemisferios, lo que garantiza mucho tiempo de observación por encima
de los 20 grados sobre el horizonte. Esas condiciones no se repetirán en el
próximo perihelio en 2024.
4.-El
máximo acercamiento a la Tierra de 2018 ocurrirá 4 días después del perihelio
(12 de diciembre) por lo que el cometa estará en el máximo de su actividad.
5.-Es
un cometa hiperactivo con tasas de producción de gas y polvo superiores al promedio.
Comparte la categoría de hiperactivo con un ilustre cometa, el 103P/Hartley 2,
por lo que el estudio de éste último es muy importante para predecir el del 46P.
La producción de agua en el núcleo del 46P es tan alta que indicarían que el
100% de la superficie del núcleo sería activa, lo que es imposible. El
mecanismo que explicaría la hiperactividad sería el mismo que la produce en el
103P: el núcleo contendría hielos hipervolátiles por debajo de la superficie
que cuando subliman liberan hielo de agua generan una “tormenta de nieve” en
las capas más cercanas al núcleo de la coma, lo que lo hace mucho más visible.
La tormenta de hielo registrada por Deep Impact en
el cometa 103P/Hartley 2, cometa muy similar al Wirtanen.
6.-Las
observaciones desde 1948 indican que el 46P es un cometa muy estable en su
comportamiento, por lo que las predicciones sobre su brillo en diciembre
deberían ser muy confiables. Dichas predicciones, a partir de la realizada por
el famoso Seiichi Yoshida indican que la magnitud máxima el 16 de diciembre
sería 3, lo que en cielos oscuros lo haría visible a simple vista. Por
supuesto, como la magnitud de un cometa es la de un brillo distribuido por toda
la coma (que ya sabemos que tiene un diámetro muy grande), nuestros ojos
observaran un brillo más difuso, por lo que seguramente deberemos recurrir a
binoculares, al menos en la ciudad.
Esta
serie de condiciones hacen que el acercamiento del 46P Wirtanen sea histórico,
ya que las condiciones de observación desde Tierra serían equivalentes a las del
sobrevuelo lejano de una sonda, con el beneficio de todos los telescopios e
instrumentos que desde Tierra pueden observar y registrar. Las posibilidades de
estudio desde la Tierra son numerosas e incluyen el monitoreo de la
variabilidad rotacional y de los estallidos, el estudio del núcleo con radar y
la posibilidad única de estudiar la zona más interior de la coma. El 46P es
casi un gemelo del 103P Hartley 2, como vimos, lo que permitirá contrastar los
datos obtenidos por la misión de extensión de la sonda Deep Impact en 2010 con
los que se obtengan ahora.
Los
resultados de estos estudios, en lo que una parte no menor provendrá de la
campaña de observación que realizan numerosos astrónomos amateurs, prometen un
futuro conocimiento muy amplio del 46P, que de por sí es un considerado un
objetivo ideal para una futura misión espacial. De hecho, pocos días antes del
lanzamiento de la misión Rosetta en enero de 2003, una prueba de lanzamiento
del cohete Ariane 5 fue un fracaso y la misión se postergó. La Rosetta original
iba al Wirtanen, pero el postergamiento hizo necesario un cambio de planes y el
objetivo secundario entró en escena, el 67P Churyumov-Gerasimenko. Incluso una
misión diseñada para el Programa Discovery de la NASA, la finalista de 2011
Comet Hopper, tenía como destino el 46P. Con los conocimientos que sumaremos de
este acercamiento, el Wirtanen tiene destino de objetivo de alguna sonda
futura.
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