En la edición
30 de Cápsula Espacial (nuestra revista favorita) nos sorprendió la forma en
que se planificó originariamente la misión al cometa Halley. Lo que iba a ser
una misión ESA_NASA al Halley y al Tempel-2, se fue reduciendo hasta llegar a
la misión final:
“En 1976/78
un Grupo de Trabajo para el Estudio del Sistema Solar del Consejo Europeo de la
ESA crea un Programa de Investigación Planetaria y formula una propuesta para
una misión cometaria, este panel organizado en un taller sobre misiones
cometarias» se reúne el 19-04-1978 en Darmstad, Alemania, en el Centro de
Operaciones Espaciales (ESOC), la reunión tenía como objetivo recomendar una
misión multicometaria (Halley-Enke y Tempel-2) junto a la NASA, pero en una
trayectoria balística hacia los objetivos de manera independiente, el panel
sugiere que si la NASA decide seguir adelante con la misión de encuentro, la
misión de la ESA debería ser considerada como complementaria en lugar de una
competencia, las diferentes cargas útiles serían tanto europeas como
estadounidenses y si la NASA debía posponer su misión, la ESA debía seguir
delante de manera independiente luego de una de una posterior revisión y
discusión.
Después de
una revisión adicional y discusión en organismos de asesoramiento científico,
ESA acepta la invitación de la NASA considerando la participación en su misión
cometaria, esta misión involucraba un sobrevuelo del Cometa Halley a 1,53
Unidades Astronómicas de la Tierra a fines de 1985 y un encuentro con el Cometa
Tempel-2 en 1988, la participación de la ESA en el proyecto fue la provisión de
una sonda puramente pasiva siendo lanzada desde
la nave espacial principal de la NASA unos 15 días antes del encuentro
con Halley y dirigida hacia el núcleo
cometario, la nave espacial estadounidense tendría una masa de 3350 kg,
propulsada por una nueva tecnología consistente en un sistema de propulsión
eléctrica (SEPS) considerado como un elemento necesario en una misión de
encuentro cometario y teniendo un
pequeño espacio para la sonda de la ESA (basada en el diseño del ISEE-B) se dejaría caer hacia el Cometa Halley en
diciembre de 1985 sobrevolándolo a 57 Km de distancia, antes de que llegara el
cometa al perihelio, la nave madre haría un sobrevuelo a cientos de Km del
núcleo continuaría a una eventual cita con el Cometa Tempel-2, estudiándolo
durante un período de varios meses.
En enero de
1980 se anuncia que el SEPS no será incluido en la nave debido a recortes
presupuestarios, como reemplazo inmediato, la ESA presenta el HAPPEN (Halley
Post Misión Perihelion Encounter) esta nave consiste en un satélite Geos-3 (derivado
de los Geos-1 y 2), sin embargo, esta nave no es recomendable para este tipo de
misión, ya que debía cruzar la cola del cometa y encontrarse con partículas
cometarias que destruirían la misma, la Comunidad Científica Europea estudia
otra opción, dos naves lanzadas a bordo de un cohete Ariane, basadas en el
concepto de los satélites Geos donde una (Geos-3) cruzaría la cola cometaria y
la otra (Giotto) interceptaría el núcleo cometario.
La propuesta
HAPPEN sufriría de severas restricciones financieras, otra restricción
importante que surgió inmediatamente fue la ventana de lanzamiento, los
primeros análisis mostraban una ventana de lanzamiento de unas pocas semanas en
el mes de julio de 1985 para que el encuentro fuera satisfactorio, por estas
razones de costo y riesgo técnico, se decidió basar el diseño Giotto en un aparato existente (el satélite Geos), único
estabilizado por giro capaz de proporcionar los recursos correctos y
disponibles dentro del programa y presupuesto de la ESA.
En una fase A
muy comprimida, fue realizado un estudio junto con la empresa British Aerospace
PLC (contratista de los satélites Geos 1 y 2), aunque radicalmente diferente, esta
sonda inicial ya tenía algunas características básicas que fueron precursoras
de la evolución del diseño del Giotto, en primer lugar, el sobrevuelo iba a ser
dirigido muy cerca del núcleo, el cual implicaba el peligro del polvo
cometario, para este objetivo se diseño un doble protector, separados entre si
a 250 mm, (cercanos de los 230 mm finalmente implementados en Giotto) sería estabilizada
por giro, esto proporcionaba un menor control de actitud más robusto en el
entorno altamente turbulento que se esperaba en las cercanías del núcleo
cometario”.
Ver Cápsula Espacial Nº 30:
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