Hay una novela
bastante olvidada de Julio Verne y que es fascinante para los que amamos a los
cometas: “Héctor Servadac”. Es una novela claramente cosmológica y su lectura
es sumamente provechosa para que un niño aprenda disfrutando algo de
astronomía. Para poder hablar de este libro en un blog cometario, deberemos
develar la incógnita sobre lo que sucedió con el Capitán Servadac y los
restantes protagonistas, lo que en el libro sólo sucede en la mitad: un cometa
se acerca tanto a la Tierra
que arrastra consigo un pedazo de ella y algunos de sus habitantes (más
concretamente el sur de España y el norte de Marruecos). El lector igualmente
disfrutará la primera parte, en la que se narra cómo los sobrevivientes deducen
que ya no están en la Tierra ,
el tamaño de lo que ellos piensan que es un nuevo asteroide formado por el
desprendimiento (al que llaman “Galia”, nombre que después llevará el cometa
sobre el que viajan), las nuevas condiciones gravitatorias, etc.
Cuando los protagonistas,
como en tantas novelas de Verne, logran dominar las condiciones adversas y
volver a vivir en un mundo ordenado, encuentran al personaje que más nos
interesa:
El astrónomo y buscador de cometas Palmyrin Rosette, científico
autodidacta que abandonó su puesto de profesor de Física para consagrarse, por
su cuenta, a la búsqueda de cometas. La catástrofe lo encuentra en la isla
española de Formentera y es quien descubre sobre lo que están viviendo los
protagonistas. Ante la pregunta de Servadac acerca de donde se encuentran,
nuestro Palmiriano responde: “En el astro que yo he llamado Galia, respondió
Palmiriano Roseta en tono triunfante: ¡Están ustedes en mi cometa!”.
Rosette con otros astrónomos en una pintura de Paul Delvaux (¿no somos
todos un poco así?)
Extraña coincidencia: en pocos meses una sonda espacial europea llamada
“Rosetta” podrá analizar un núcleo cometario posándose sobre su superficie, de
la misma manera que lo hizo hace más de un siglo este personaje literario con
su mismo apellido (“Rosette” en francés, “Roseta” en la traducción castellana).
Los protagonistas se
ven arrastrados a un viaje interplanetario que los lleva por el sistema solar
en un viaje de dos años, que es la órbita resultante del choque con la Tierra. Así pasaran
muy cerca de Venus, capturaran un asteroide, se acercaran a Júpiter:
Y en el afelio se acercaran a Saturno:
Sí, claro, parte de la
trama transgrede incluso algunos conocimientos astronómicos, de los que Verne
estaba muy al tanto: ¿Cómo podría un cometa arrastrar una parte de la Tierra sin destruirla?
¿Cómo no mueren los protagonistas de frío? Bueno, en esa época la opinión
científica era que la temperatura en el espacio podía ser de -60 grados, lo que
los protagonistas pueden soportar y hasta disfrutar:
Como disfrutamos nosotros
de un pequeño tratado que resume los conocimientos sobre los cometas a mediados
del siglo XIX en el capítulo 3 de la segunda parte.
Un esplendido tour por
el sistema solar lleno de aventuras, eso es lo que nos espera si conseguimos
subir al cometa de Julio Verne, el Galia.
la leí y me encantó.
ResponderBorrarGracias por comentar. Es una novela apasionante. Saludos!!!
BorrarHermosa novela de aventuras e interesante, un buen libro de Verne que como siempre no defrauda .
ResponderBorrarHermosa novela de aventuras e interesante, un buen libro de Verne que como siempre no defrauda .
ResponderBorrarEs asi amigo, pasan los años de nuestra vida y seguimos amando a verne. Gracias por pasar!
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