Cuando se progresa en la observación de los cometas y su
registro fotográfico, como cuando se progresa en cualquier técnica, surgen
interrogantes sobre nuestro accionar y sobre si confiar o no en nuestras
limitadas habilidades.
Para la Sección Cometas
de la Liada esa
oportunidad se dio en dos sesiones de observación: el 12 de enero y el 2 de
febrero de 2014.
El sábado 12 de enero de 2014 obtuvimos la primera
astrofotografía de un cometa desde que conseguimos reparar nuestra vieja cámara
CCD. El C/2012 V2 LINEAR se veía muy brillante, como lo podemos observar en la
foto mencionada, obtenida por Walter Elias:
Esa noche no pudimos observarlo visualmente. Si recurrimos a
la base de datos de la LIADA ( http://rastreadoresdecometas.wordpress.com/ultimas-observaciones-2/no-periodicos/) vemos que antes del 12-1-14 tenemos la
observación del 5-1-14 con una magnitud estimada de 12.8. La curva de luz es
claramente descendiente hasta esa fecha. Tendríamos que pensar que al 12 de
enero estaba arriba de la magnitud 13. De hecho, la observación que sigue es la
del 28-1, la magnitud ya es de 13.8 y fue obtenida con una CCD y accionando
remotamente uno de los telescopios de Siding Spring en Australia.
Pero el 2 de febrero pudimos observarlo desde nuestro
observatorio y reportamos una magnitud de 11.5, una diferencia de más de 2
magnitudes con la última observación, y de 4 magnitudes con la observación,
también remota y con CCD del 5-3-14, que dio 15.5. No ha habido otras
observaciones desde entonces.
Cuando enviamos nuestro reporte a la LIADA le manifestamos al
Coordinador que habíamos comprobado todos los posibles errores en las
coordenadas observadas (que eran las del Minor Planet Center) y que no había
otro objeto al alcance de nuestro telescopio con el cual confundir lo que
habíamos observado, pero que era una observación anómala porque interrumpía la
curva de luz descendente. Fue la primera vez que dudamos de nuestra observación
y fue un gran respaldo que el Coordinador de la Sección Cometas
(hoy Presidente de la LIADA )
nos haya publicado la observación pese a que le advertimos que era una
observación anómala.
Entonces, ¿a qué se debió ese aumento de magnitud? Es
probable que se haya tratado de un estallido (el término técnico es
“outburst”), una brusca liberación de gases y polvo producto de varias posibles
causas, la más frecuente es un aumento de actividad del núcleo. Es
perfectamente posible que haya sido un outburst de pocos días y de un aumento
de menos de 3 magnitudes, como son los outbursts debidos a esa causa (los de
más aumento de magnitud suelen deberse a fragmentaciones). Lo extraño es que
hayamos sido los únicos en observarlo, pero puede haberse dado. Aquí les dejo
el croquis de la observación del 2-2-14.
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