Juan Manuel Biagi, nuestro gran experto en astronáutica, nos
sorprende en el número 37 de su Revista Cápsula Espacial con dos osados diseños
de … velas solares!!! que estaban destinadas al cometa más emblemática de la
era moderna. La cita pertenece a la página 7 de la revista, que se puede
descargar siguiendo el link a la revista en nuestra portada:
Vela Halley y Heliogyro - 1P/Halley (1975)
A diferencia de los cohetes químicos, las velas solares aceleran
lenta pero continuamente, y en última instancia puede alcanzar velocidades
mucho más altas dependiendo del ángulo de la vela, la fuerza de la luz solar
puede disminuir o aumentar la velocidad orbital de una nave espacial.
La Vela Halley primero
disminuiría su velocidad, girando en espiral hacia el Sol, allí, la energía del
Sol transferiría enormes cantidades de impulso a la vela, enviándola hacia una
órbita diferente, la NASA estaba interesada en la idea y financió un estudio
preliminar de Vela Halley y en 1975, se unieron ingenieros al JPL para trabajar
en la idea, el equipo consideró dos diseños.
El primer diseño era una
vela cuadrada (parecida a una cometa) que medía media 800 m por lado, cuatro brazos
en la parte trasera formarían la estructura de la vela, cada botavara tenía una
pequeña veleta solar al final, que podía ser angulada para proporcionar control
de actitud por una nave espacial en el centro, el diseño era simple y elegante,
pero al equipo le preocupaba que la vela careciera de rigidez y pudiera
tambalearse de una manera que no pudiera ser modelada o controlada pero en 1978
había pasado sus estudios preliminares de diseño
El segundo diseño se llamaba Heliogyro, similar a dos ventiladores
de techo apilados, cada uno tenía seis aspas y giraba, dando a las velas una
mayor estabilidad, pero debido a que todavía necesitaba la misma superficie que
la vela cuadrada, cada hoja tendría que tener más de 6 Km de largo, el desafío
de empaquetar y desplegar una estructura tan grande en el espacio fue
desalentador, hasta que se aprobó la construcción del STS en 1973, sería de un
gran volumen de carga útil, y desde la bahía de carga se podrían desplegar
cosas en el espacio, de 1978 a 1990, el Congreso y la Casa Blanca no aprobaron
nuevas misiones planetarias, el JPL insistió en que una misión al cometa Halley
era científicamente valiosa y argumentó que también captaría el entusiasmo
público por la exploración planetaria, la misión tenía que lanzarse en 1982
para que la nave espacial tuviera tiempo suficiente para llegar al Halley,
antes de que eso pudiera suceder, las técnicas de ensamblaje de velas debían
practicarse a bordo de un vuelo real del STS, sin embargo las misiones operativa
fueron muy tardes para el lanzamiento de la vela solar con destino cometario,
dándose por descartada la misión.
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