En el número 23 de la revista Stylos del Instituto de
Estudios Grecolatinos “Profesor Francisco Nóvoa” de la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad Católica Argentina, en la que apareció una selección de
las ponencias presentadas en las XVI Jornadas de Estudios Clásicos “La
traducción de textos en latín y griego: problemas y propuestas”-celebradas en
Buenos Aires los días días 12 y 13 de junio de 2014, se publicó un trabajo de
mi autoría titulado “Fenómenos sublunares en Plinio y Séneca. Identificación y
traducción”. Los trabajos debían versar sobre la traducción de textos clásicos,
y las obras de Plinio (Historia Natural, en su libro dedicado a la astronomía)
y Séneca (Cuestiones Naturales) son las únicas en las que encontramos un
catálogo de fenómenos astronómicos o meteorológicos de acuerdo a la ciencia
antigua.
Recordemos que
griegos y romanos debatieron sobre si los meteoros y los cometas eran fenómenos
meteorológicos (la opinión mayoritaria, fundada en Aristóteles y los estoicos)
o astronómicos (para Séneca y otros audaces). Nuestro trabajo hace una
propuesta de identificación de los conceptos astronómicos utilizados en ambas y
analiza distintas traducciones de los mismos (de distintas épocas y distintas
lenguas). En lo que hace a los cometas, nuestro aporte original fue el de
demostrar que los nombres atribuidos a las distintas clases de cometas por
griegos y romanos se corresponden con cometas observados históricamente y con
distintas fases del desarrollo de los mismos. Si partimos de la base de que los
cielos anteriores a la contaminación lumínica permitían observar muchos más
cometas y desde fases tempranas de su desarrollo, que hoy solamente captamos
con binoculares , y dejamos de lado los prejuicios contra la astronomía antigua
que han esparcido los divulgadores científicos modernos (que parecen no haberse
enterado de que la ciencia no es tan objetiva como ingenuamente piensan),
podemos afirmar que las observaciones griegas y romanas fueron tan precisas
como las chinas (aunque no hemos tenido la suerte de que se preservaran) y así
hacer un poco de justicia con ellas. Comparando las descripciones de Séneca y
Plinio con fotografías modernas, ordenamos los distintos tipos de cometas con
las fases de desarrollo antes y después del perihelio, y no hubo un solo tipo
enunciado en ambos autores que no coincidiera con una fase cometaria. Mal que
le pese a Sagan, Asimov y compañía, la astronomía grecolatina es la verdadera base de nuestra astronomía.
Felicitaciones, Alberto!
ResponderBorrarYo justamente me encuentro terminando de leer el libro El Cometa, de Sagan y Druyan.
Saludos!
Y yo justamente lo acabo de conseguir y lo estoy empezando. Excelente como todos los de Sagan!. Saludos! Nos vemos pronto!
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