domingo, 7 de septiembre de 2025

LAS SONDAS QUE ORBITAN MARTE OBSERVARÁN DE CERCA AL COMETA INTERESTELAR ATLAS

 

El cometa 3I/ATLAS será cazado desde Marte: una cápsula del tiempo cósmica al alcance humano

El tercer cometa interestelar detectado, 3I/ATLAS, no podrá observarse desde la Tierra en su máximo acercamiento, pero pasará a solo 30 millones de kilómetros de Marte. Varias sondas ya se preparan para fotografiarlo y analizar su composición, en una oportunidad única de estudiar un fragmento más antiguo que el propio Sol.

Por Thomas Handley 

Un visitante venido de más allá del Sistema Solar se aproxima a nuestra vecindad. El cometa 3I/ATLAS, formado hace más de 7.000 millones de años, cruzará cerca de Marte en octubre y permitirá a sondas y orbitadores captar imágenes inéditas. Invisible para telescopios terrestres en su momento más cercano, este objeto se convierte en una cápsula del tiempo que puede revelar secretos sobre la formación de sistemas planetarios y, quizá, sobre la vida misma.

Un visitante interestelar imposible de ver desde la Tierra

El cometa fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema de telescopios ATLAS en Hawái. A diferencia de otros cometas, su máximo acercamiento quedará oculto desde nuestro planeta al coincidir con la proximidad al Sol. Ni el Hubble ni el James Webb podrán seguirlo en esa fase.
La suerte, sin embargo, la tendrán los orbitadores que ya trabajan en Marte, a apenas 30 millones de kilómetros de su trayectoria.

Marte, punto de observación privilegiado

La Agencia Espacial Europea confirmó que utilizará tanto la sonda Mars Express como el Trace Gas Orbiter para obtener imágenes con sus cámaras de alta resolución. Además, medirán la actividad volátil del cometa y su espectro, lo que permitirá conocer su composición con un detalle sin precedentes.
La NASA también aportará datos desde MAVEN y el Orbitador de Reconocimiento de Marte, mientras que China y Emiratos Árabes disponen de Tianwen-1 y Hope, capaces de complementar las observaciones.

Qué hace único a 3I/ATLAS

Se trata del tercer cometa interestelar confirmado, tras ’Oumuamua (2017) y Borisov (2019). Procede del disco grueso de la Vía Láctea, una región antiquísima donde las estrellas nacieron mucho antes que el Sol. Su estudio abre la posibilidad de analizar material expulsado de otros sistemas planetarios hace miles de millones de años.
Las primeras observaciones realizadas en Chile demostraron que contiene abundante hielo de agua y polvo rico en carbono, una mezcla que lo vincula a los cometas típicos, pero con un origen claramente externo al Sistema Solar.

Una carrera científica contra el tiempo

El 3 de octubre de 2025 marcará su aproximación más cercana a Marte. La comunidad internacional se ha movilizado para aprovechar cada instrumento disponible: desde Psyche y JUICE hasta telescopios solares como SOHO y Parker Solar Probe.
La misión es clara: capturar la mayor cantidad de datos antes de que este viajero cósmico siga su camino y desaparezca para siempre.

Ciencia y filosofía ante un intruso galáctico

Más allá de la información sobre hielos y polvo, 3I/ATLAS representa un recordatorio de nuestra pequeñez en la galaxia. Su presencia plantea preguntas sobre cuántos fragmentos de mundos ajenos cruzan el espacio y qué papel pudieron tener en el origen de la vida.
Cada imagen que logren las sondas marcianas será más que una fotografía: será un vistazo a un pasado estelar remoto que la humanidad tiene la suerte de presenciar.


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