viernes, 26 de septiembre de 2025

THEATRUM COMETICUM (PARTE 5): UN COMETA CON RAYOS

 



THEATRUM COMETICUM (PARTE 5): UN COMETA CON RAYOS

LIBRO II, CAPÍTULO CCL. Año de Nuestro Señor de 1217. “En otoño, luego de la puesta del Sol, apareció una estrella ligeramente desviada hacia el oeste, en dirección a Ariadna. De la estrella rayos con la forma de vigas (“trabs”, es un término técnico de la astronomía romana y medieval para denominar meteoros con forma alargada) se vieron subir hasta la mitad del cielo de manera continua, y luego de algunos días se repitió por segunda vez el fenómeno, aunque más leve, antes de que la estrella recuperara su forma original. En el año siguiente, el que transcurrió entre estos cometas, no solamente hubo un invierno muy atroz y de muchísimo hielo, sino también guerras, rebeliones, muertes y desgracias de príncipes”.

La descripción de este cometa es, sin dudas, tan interesante como intrigante. Recordemos que con rayos (“radios”) el latín no se refiere a los rayos como fenómenos eléctricos, sino a los rayos de la rueda, por lo que esa es la imagen que tenemos que tener en mente. Sigue siendo indescifrable que es lo que realmente pasó. Mi primera impresión es que el texto quería decir que desde el cometa partían meteoros con forma de vigas (una forma conocida de meteoros, aunque evidentemente se trata de otra cosa, luz zodiacal, auroras boreales o bien la estela de un meteoro que persiste algunos segundos). Cuando una noche de viernes, antes de asistir al Club del Western, le comenté mis dudas a Juan Manuel Biagi, él recordó haber visto “cometas con rayos” y trajo “El cometa” de Sagan y Druyan para mostrarme viejos grabados, entre los que reconocí un cometa de múltiples colas del año 1744, cuya imagen compartimos. Pueden ser ambas explicaciones, el caso seguirá siendo un misterio, aunque claramente la primera explicación no se parece a nada conocido y la segunda sí.


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