A
veces defendemos a alguien de la opinión de los demás genuinamente convencidos
de que los demás están equivocados cuando lo critican… y termina siendo lo
cierto lo que lo demás criticaban… y quedamos mal por defender lo que era
falso. Bien, me estoy sintiendo un poco de esa manera por Avi Loeb. Hace unos
años ya que buena parte de los divulgadores astronómicos critican a Avi Loeb
por ser un delirante ufólogo por haber postulado la posibilidad de que el
primer objeto interestelar (‘Oumuamua) fuera un objeto tecnológico. El libro
que escribió (Interstellar) es sumamente interesante, dice que es una
posibilidad que sea extraterrestre y abre el debate sobre lo que podría ser
eventualmente el primer descubrimiento arqueológico extraterrestre, o sea, como
identificar como restos arqueológicos tecnológicos lo que podamos encontrar en
el espacio y no confundirlos con material geológico. El problema surgió
posteriormente. Loeb comenzó con su Project Galileo a buscar en el océano restos
de probables objetos similares a ‘Oumuamua, pero terminó sacando algunas esférulas
de metal que presentó como muy probable material extraterrestre …y ahora llegó
el cometa interestelar Atlas. En Cometaria hemos seguido casi todos los textos
de Loeb sobre Atlas: que su brillo alto era debido a los motores de una nave,
que era un artefacto de vigilancia, que era un test de Turing de los
extraterrestres. No es un problema plantear hipótesis (por más que discrepen
los divulgadores), el problema es que más que hipótesis parecen ideas para
llamar la atención y alimentar el debate sobre la verdadera naturaleza de
Atlas, que en realidad es un cometa típico (salvo que es más brillante y tiene
un diámetro bastante grande), que es un debate mas que nada intrascendente. Yo
creo que Loeb disfruta de la atención y por eso tira estas ideas, ahora, para
criticarlo (como hacen los divulgadores) no hay que olvidar que el tipo es
Director del Departamento de Astronomía de Harvard.
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