miércoles, 24 de diciembre de 2025

Viajando en 3I/ATLAS hacia las estrellas POR AVI LOEB

 

Análisis de la imagen de 3I/ATLAS en su aproximación más cercana a la Tierra el 19 de diciembre de 2025. La fila superior muestra los mapas de brillo en diferentes bandas de longitud de onda (centrado en R en 0,659, centrado en G en 0,530 y centrado en Blu en 0,445 micrómetros). La fila inferior muestra el mapa de brillo del filtro de gradiente Larson-Sekanina, que presenta un prominente chorro anticola en dirección al Sol, hacia la esquina inferior izquierda. Su apariencia se asemeja a la de un cohete alejándose del Sol. (Crédito de la imagen: Toni Scarmato)

Los Discos Dorados de la Voyager, que contienen una cápsula del tiempo con sonidos, imágenes, música y mensajes de la Tierra, fueron acoplados a las sondas espaciales Voyager 1 y 2 de la NASA, que actualmente se encuentran fuera del sistema solar. Estos discos sirven como mensaje de la humanidad para cualquier vida extraterrestre inteligente que pueda encontrarlos; en esencia, un "mensaje en una botella" enviado al espacio interestelar. Si nos impacienta establecer contacto físico con extraterrestres, podemos intentar alcanzar mejor a nuestros vecinos cósmicos con artefactos tecnológicos.

El pensamiento tradicional argumentaría que debemos construir una nave espacial más rápida para superar a la Voyager y ser reconocidos antes. De hecho, los recolectores de artefactos interestelares podrían descubrir primero nuestras tecnologías más rápidas si sus tiempos de viaje más cortos compensan sus fechas de lanzamiento posteriores.

La Voyager 1 fue lanzada el 5 de septiembre de 1977; casualmente, solo unas semanas después de que se detectara la señal extraterrestre ¡Wow! La Voyager 1 viaja fuera del sistema solar a una velocidad de 17 kilómetros por segundo. Actualmente se encuentra a una distancia de aproximadamente 170 veces la separación Tierra-Sol (UA). El espacio interestelar comienza más allá del límite de la Nube de Oort, a aproximadamente 100.000 UA, dentro de la cual las rocas heladas aún están unidas por la gravedad al Sol y aparecen cerca de la Tierra como cometas de período largo. La Voyager 1 alcanzará ese límite en unos 28.000 años.

En cambio, el objeto interestelar 3I/ATLAS tiene una velocidad de salida de 60 kilómetros por segundo. Regresará al espacio interestelar en unos 8.000 años. Viajar en la 3I/ATLAS ofrece la ventaja de alcanzar el espacio interestelar alrededor del año 10.000 d. C., en lugar del año 30.000 d. C.

El descubrimiento de objetos interestelares durante la última década ofrece nuevas oportunidades para que la humanidad envíe cápsulas del tiempo al espacio interestelar.

Un enfoque sería diseñar misiones interceptoras que depositarían análogos de los Registros Dorados de la Voyager en la superficie de un gran objeto interestelar como 3I/ATLAS, con la esperanza de que estos registros sean reconocidos por los arqueólogos interestelares. Otro enfoque consiste en utilizar un rayo láser de alta potencia para grabar un mensaje en la superficie seca de un asteroide interestelar. ¿Valdrá la pena este esfuerzo si los extraterrestres no notan nuestras huellas tecnológicas en los objetos interestelares? Esta pregunta evoca el famoso experimento filosófico: «Si un árbol cae en un bosque y nadie lo oye, ¿hace ruido?».

Con la mentalidad convencional de los astrónomos terrestres, sin duda pasaríamos por alto dichas huellas. Pero también existe una limitación práctica. Nuestros telescopios más grandes, tanto en la Tierra como en el espacio, no tienen la resolución angular suficiente para resolver una valla publicitaria con letras tan grandes como la isla de Manhattan a una distancia del orden de la separación Tierra-Sol. Sin embargo, si una valla publicitaria extraterrestre con letras tan grandes aparece a una distancia inferior a 0,1 UA, se abrirá una nueva disciplina en los campus universitarios denominada «arqueología interestelar».

Reconocer huellas tecnológicas en asteroides o cometas del espacio interestelar proporcionaría la perspectiva cósmica que tanto necesitamos en nuestra vida diaria. Los museos terrestres con réplicas de estas huellas probablemente atraerán a un público más amplio que las películas de ciencia ficción. Por supuesto, también podría haber huellas tecnológicas funcionales, en lugar de artísticas, en las superficies de los asteroides interestelares. Estas marcarían los intentos de extraterrestres de extraer minerales preciosos o combustible.

Futuras misiones de interceptación, como el Comet Interceptor de la ESA (descrito aquí y aquí), podrían acercarse a objetos interestelares y proporcionar fotografías en primer plano de ellos (como se analiza aquí). La existencia de luces artificiales o exceso de infrarrojos provenientes del calor generado por una fuente de energía tecnológica dentro de un asteroide interestelar o un cometa también podría identificarse mediante espectroscopía del telescopio espacial Webb desde una gran distancia.

Esperemos que nuestras agencias de viajes se den cuenta de que los objetos interestelares ofrecen un viaje rápido fuera del sistema solar. Si se me hubiera dado la oportunidad, me habría encantado hacer autostop en el 3I/ATLAS y dejar que llevara mis restos al espacio interestelar.

¿Cuánto tardarán el 3I/ATLAS o la Voyager en llegar al otro lado del disco estelar de la Vía Láctea? Aproximadamente mil millones de años. Dado que la mayoría de las estrellas se formaron miles de millones de años antes del Sol, cualquier civilización cercana a ellas habría tenido tiempo de sobra para llegar hasta nosotros. Su Disco de Oro tecnológico o los restos de sus exploradores más ambiciosos podrían estar enterrados en naves espaciales interestelares, incluso si estas estuvieran propulsadas por una copia de nuestras tecnologías de cohetes de la década de 1970.


¿Llegará a la Tierra material del 3I/ATLAS? POR AVI LOEB

 

(Crédito de la imagen: PUCHAN/ISTOCKPHOTO)

El 19 de diciembre de 2025, el objeto interestelar 3I/ATLAS se acercó a la Tierra a una distancia de 269 millones de kilómetros. Mientras muchos esperamos recibir regalos navideños de nuestros familiares en las próximas semanas, algunos se preguntan si el 3I/ATLAS podría traernos algún tipo de regalo interestelar.

En otras palabras: ¿Llegará a la Tierra material del 3I/ATLAS?

Una preocupación surge del hecho de que se sabe que la columna de gas alrededor del 3I/ATLAS contiene cianuro y cianuro de hidrógeno, un gas venenoso que se utilizó como arma química durante la Primera Guerra Mundial.

Este riesgo se ve mitigado por el viento solar. Dada la tasa de pérdida de masa medida por el Telescopio Espacial Webb, el gas alrededor de 3I/ATLAS sería arrastrado por el viento solar a una distancia de tan solo unos pocos millones de kilómetros. Esta distancia de frenado es un orden de magnitud menor que los 55 millones de kilómetros que definen la distancia mínima entre 3I/ATLAS y el círculo marcado por la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Las partículas de polvo menores de un micrómetro serían arrastradas aún más rápido por la presión de la radiación solar. Sin embargo, las partículas sólidas u objetos mayores de un milímetro tienen una sección transversal por unidad de masa lo suficientemente pequeña como para continuar su trayectoria, prácticamente sin verse afectados por la radiación solar ni el viento. No obstante, estas diminutas partículas se quemarán en la atmósfera terrestre antes de alcanzar el suelo, siempre que sean mucho menores de un metro.

No obstante, un mayor flujo de partículas milimétricas de 3I/ATLAS podría ser recolectado mediante un experimento espacial a bordo de un satélite o de la estación espacial, sobre la parte densa de la atmósfera terrestre. Sería particularmente emocionante diseñar y ejecutar un experimento de este tipo en los próximos meses.

Los objetos de más de un metro que pudieran haber sido liberados por 3I/ATLAS estarían lo suficientemente dispersos como para que la probabilidad de que cualquiera de ellos impactara la Tierra fuera insignificante. Dada la tasa de pérdida de masa de 3I/ATLAS, se han liberado menos de un millón de estos grandes objetos en los últimos meses. Su origen, a una distancia mayor que aproximadamente el doble de la separación Tierra-Sol, implica que el más cercano nunca se acercará a menos de diez veces el radio terrestre.

Esto, por supuesto, se basa en el supuesto de que los objetos liberados no puedan maniobrar mediante propulsión tecnológica.


martes, 23 de diciembre de 2025

EL COMETA INTERESTELAR 3I/ATLAS FUE FOTOGRAFIADO DESDE EL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO NACIONAL DE TARIJA


 


El Cometa Interestelar 3I/ATLAS se encuentra en su momento de mayor aproximación a la Tierra, 270 millones de kilómetros el 19 de diciembre y durante las últimas semanas distintos telescopios espaciales captaron imágenes del objeto. Entre ellos se encuentran el Telescopio Espacial Hubble, el Telescopio Espacial James Webb, instrumentos solares de la NASA, e incluso sondas que se dirigen a Marte y Júpiter, así como también desde distintos Observatorios Astronómicos del planeta.

Nuestro Observatorio Astronómico no estuvo indiferente a realizar observaciones y registros fotográficos del cometa 3I/ATLAS, en principio no estuvo al alcance de nuestro telescopios y por otra parte el mal tiempo nuboso y lluvioso impedía la búsqueda del objeto, pero a manera que se acercaba al punto más cercano a la Tierra donde tuvo su máxima visibilidad, tuvimos la posibilidad de ubicarlo, aquello ocurrió el amanecer del pasado jueves 18 de diciembre, en que se dio la posibilidad, gracias a las condiciones meteorológicas favorables, fotografiarlo y comenzar el seguimiento.

El Cometa Interestelar 3I/ATLAS fue fotografiado desde las instalaciones del Observatorio Astronómico Nacional de Tarija, Bolivia por Rodolfo Zalles con el telescopio Sigma Ori 25 el 18 de diciembre antes del amanecer a las 04 horas 27 minutos, cuando se encontraba en la constelación Leo y a una distancia de 269 millones de kilómetros de la Tierra.

3I/ATLAS no es un Cometa común, es el tercer objeto interestelar detectado cruzando nuestro Sistema Solar, lo que significa que se formó alrededor de otra estrella, muy lejos del Sol. Durante millones de años ha viajado por la Galaxia, hasta que, por casualidad cósmica, su camino lo trajo a nuestra región del espacio. El Cometa 3I/ATLAS se ha convertido en uno de los fenómenos astronómicos más fascinantes del año, recordándonos que el Universo aun guarda muchos secretos por descubrir.

En relación al peligro que este viajero espacial puede representar y a pesar de las teorías alarmantes, debido a que el objeto pasará tan lejos de la Tierra, no representa ninguna amenaza para nuestro planeta.

lunes, 22 de diciembre de 2025

LA GRAN PROCESIÓN METEÓRICA DE 1913 EXPLICADA

 

En la entrada anterior nos referimos a uno de los eventos meteóricos más extraños registrados: un desfile de bólidos que cruzaron el cielo por más de 3 minutos en 1913. Ahora vamos a referirnos a la teoría más aceptada para su explicación. Los primeros estudiosos de este extraño fenómeno (Chant, Denning, Pickering) ya consideraban que se trataba de un pequeño asteroide capturados como satélite temporario por la Tierra, o por su nombre técnico “temporarily captured orbiters (TCO)”, obviamente se trata de asteroides cercanos a la Tierra o NEOs. Modernamente se considera que hay al menos un TCO, o mini-Luna, orbitando a la Tierra permanentemente, una vez cada 10 años habría un TCO de 5 a 10 metros de diámetro, y una vez cada 100000 años la Tierra capturaría un TCO de 100 metros de diámetro. El momento más probable para que la Tierra capture un TCO es cerca del perihelio (desde finales de diciembre a inicios de febrero), lo que coincide con la gran procesión de meteoros de 1913 (fue el 13 de febrero). El estudio más reciente (2018, en el American Journal of Astronomy and Astrophysics) es de Martin Beech y Mark Comte: “The Chant Meteor Procession of 1913-Towards a descriptive model” (a este evento también se lo conoce por el apellido del primer astrónomo que lo estudión, Clarence Chant). Asi podemos resumir la explicación que se esboza en este estudio (la traducción nos pertenece): “La Procesión de Meteoros Chant del 13 de febrero de 1913 parece ser un buen candidato para la categoría de TCO. La hora del evento, a principios de febrero, y su baja velocidad aparente coinciden con las predicciones de Granvick et al. Sin embargo, aquí se sugiere que el objeto original se fragmentó antes de que los fragmentos individuales, o cúmulos de meteoroides, entraran en contacto con la atmósfera terrestre siguiendo trayectorias de ángulos poco profundos. Por lo tanto, se considera que el objeto original tenía una estructura de poca cohesión, una pila de escombros escasamente cohesionados, y se supone que, en algún momento de su órbita, pasó cerca o incluso dentro del radio de Roche (es decir, a menos de 200.000 km) y se separó gradualmente en una serie de fragmentos y cúmulos de meteoroides. Fue la entrada de estos fragmentos, de forma escalonada y secuencial, lo que provocó la aparición de la Procesión de Meteoros Chant”. Según Beech y Conte, “Los relatos recopilados de testigos oculares de la Procesión de Meteoros Chant, si bien siempre enfatizan el vuelo lento, prolongado y casi horizontal de los cúmulos de meteoros individuales, rara vez enfatizan el brillo, lo que sugiere que las masas de los meteoroides debieron ser relativamente pequeñas, ya que cuanto mayor sea la masa del meteoroide, más brillante parecerá para una velocidad dada. Por consiguiente, parece apropiado poblar la cadena inicial de grupos de meteoroides con una serie de, digamos, 50 meteoroides de 1000 kg de masa, y al menos un número igual de meteoroides de 500 kg, moviéndose al unísono pero distribuidos en un arco de unos 15 000 km de longitud antes de chocar con la Tierra. La masa y el diámetro de un objeto progenitor capaz de producir tal cadena de fragmentos serían del orden de 75 000 kg y 3,5 metros, respectivamente. Obviamente, un cuerpo de mayor masa inicial podría proporcionar más fragmentos, y posiblemente de mayor tamaño, que las cifras recién presentadas (…) Con un diámetro inicial de varios metros, el supuesto objeto precursor de la Procesión de Meteoros Chant podría considerarse de un tamaño bastante típico para un TCO, ya que la Tierra encuentra este tipo de objetos cada década. Lo que hizo a la Procesión de Meteoros Chant tan espectacular y, a la vez, inusual es que el objeto precursor debió haber experimentado una desagregación mucho antes de que los componentes individuales entraran en contacto con la atmósfera terrestre, y que el ángulo de entrada de las trayectorias de los meteoroides era muy cercano a la horizontal. Es esta condición de bajo ángulo de entrada la que reduce drásticamente la probabilidad de que se produzca un espectáculo similar a la Procesión del Chant”.

Un evento espectacular pero difícil de repetir, entonces, ¿o no? Se conocen al menos dos eventos muy similares, registrados en 1783 en Inglaterra y en 1860 en el norte de Estados Unidos, lo que implicaría que estaríamos cerca de ver una gran procesión meteórica pronto. ¡A estar atentos en enero!


viernes, 19 de diciembre de 2025

EL DESFILE DE BÓLIDOS CIRÍLICOS DE 1913

 


Así se vieron desde Toronto, una pintura de Gustav Hahn

Fue en la fiesta de San Cirilo, el 9 de febrero de 1913, a las 9.15 de una noche de invierno, cuando numerosos residentes de los Estados Unidos y Canadá pudieron presenciar un evento sumamente extraño: un desfile de bólidos atravesando el cielo, ocupando una estrecha franja del firmamento desde el noroeste hacia el sureste. Su trayectoria no era la de los meteoros, que parecen radiar desde una pequeña área del cielo, sino que cruzaban el cielo uno de tras de otro, como en una procesión de bólidos.

No hay números exactos, pero habrían sido centenares según los testigos. Los números son imprecisos, pero los testigos no tuvieron mucho tiempo: todo el evento duró entre 3 minutos y medio y 5 minutos. Corto pero espectacular: el desfile iba acompañado de un estruendo que, según algunos testigos, hizo temblar las casas.

Los bólidos iban agrupados en 4 o 5 grupos separados, los más grandes abriendo camino y los más pequeños detrás. Los bólidos que llevaban la delantera eran los más grandes (unos 60 en total, con una duración de unos 40 segundos), algunos ¡con el tamaño de la Luna! El color de los bólidos “principales” era entre rojizo-amarillento y violáceo y varios eran seguidos por colas, como si fueran cometas.

Este evento fue verdadero, también se lo conoce como “La gran procesión meteórica de 1913” ¿Cuál sería la explicación astronómica? La veremos en la próxima entrada.


miércoles, 17 de diciembre de 2025

¿Por qué el jet anti-cola dirigido hacia el Sol del 3I/ATLAS está estrechamente colimado? POR AVI LOEB

 





Imágenes del jet anticola estrechamente colimado de 3I/Atlas en dirección al Sol (abajo a la izquierda), procesadas mediante un filtro de gradiente Larson-Sekanina el 15 (arriba) y el 9 (centro) de diciembre de 2025 por Toni Scarmato, y el 13 de diciembre de 2025 (abajo) por Teerasak Thaluang.

Mi último ensayo sobre la decimocuarta anomalía del objeto interestelar 3I/ATLAS se centró en la alineación de su eje de rotación con la dirección al Sol a grandes distancias. El hecho de que un jet estrechamente colimado aparezca como anticola en dirección al Sol tanto antes como después del perihelio tiene una probabilidad mínima de ocurrir aleatoriamente: 0,000025. Pero la colimación del jet con un margen de 8 grados a una distancia de medio millón de kilómetros, como se observa en las últimas imágenes de 3I/ATLAS del 15 de diciembre de 2025, también es muy improbable.

Mis brillantes colegas, el Dr. Eric Keto y el Dr. Frank Laukien, aportaron de forma independiente importantes perspectivas sobre este asunto.

Eric escribió:

"La anticola preperihelio es un chorro orientado hacia el Sol situado cerca del eje de rotación, que se alinea con el vector orientado hacia el Sol. Esto hace que gire como una bala de fusil alrededor de su dirección de desplazamiento, que era hacia el Sol. No existe una conexión necesaria entre los jets a ambos lados del perihelio".

El artículo que Eric y yo escribimos en coautoría sobre la imagen del Telescopio Espacial Hubble del 21 de julio de 2025 concluyó que la anticola antes del perihelio debe ser un jet estrechamente colimado, aproximadamente diez veces más largo que ancho. Esto se debe a que su eje mayor se extiende en la imagen del Hubble hacia el Sol el doble de su anchura, pero el jet se observa desde un ángulo de 10 grados con respecto a su eje mayor, lo que añade un factor de proyección adicional de [1/sin(10)]=5,8, lo que hace que la relación longitud-anchura real sea de aproximadamente 11,6. De hecho, las últimas imágenes de 3I/ATLAS de esta semana muestran un jet hacia el Sol aproximadamente diez veces más largo que ancho, con un ángulo de apertura de entre 6 y 8 grados.

 

¿Qué mecanismo natural podría explicar un jet anticola estrechamente colimado tanto antes como después del perihelio en dirección al Sol?

El eje de rotación de 3I/ATLAS entre julio y agosto de 2025 se alineó con una precisión de 8 grados respecto a la dirección del Sol, según un nuevo informe publicado aquí. Esto implica que la base del nuevo jet anticola después del perihelio debió estar en el lado nocturno de 3I/ATLAS antes del perihelio, y la base del antiguo jet anticola debió estar en el lado nocturno de 3I/ATLAS después del perihelio. Para que solo estén activos cuando miran al Sol, deben estar bien aislados en el lado nocturno, una anomalía decimoquinta bastante común para un cometa natural.

¿Por qué estas bases independientes, cerca de los polos opuestos del eje de rotación, producirían jets estrechos con un ángulo de apertura de entre 6 y 8 grados? Frank escribió:

“Avi,

Solo una cola cometaria natural típica (no una anticola) podría estar estrechamente colimada por la luz solar, ya que el Sol es esencialmente una fuente puntual desde el punto de vista del cometa, y el gas o el polvo que se sublima por la luz solar en un hemisferio completo de ángulo sólido de 2pi, luego es rápidamente expulsado en una cola cometaria estrechamente colimada por el viento solar y la luz.

Por otro lado, no veo cómo podría crearse una anticola natural estrechamente colimada: cualquier campo de hielo grande o que cubra un objeto generaría una columna frontal que llenaría un ángulo sólido de 2pi, suponiendo un objeto aproximadamente esférico y una sublimación principalmente en una dirección ortogonal a la superficie, y no principalmente colineal con la luz solar incidente.

Hipotéticamente, una bolsa de hielo muy profunda, con forma de cañón de pistola, podría emitir un haz de gas natural y polvo estrechamente colimado, pero la luz solar solo incidiría en ese 'cañón' de un objeto en rotación durante un breve instante.

Si la anticolas colimadas que apuntan al Sol son tecnológicas; podrían ser:

• para propulsión (no tiene sentido), a menos que la propulsión lejos del Sol tuviera algún efecto intencional de navegación para lograr o evitar "algo", o

• como armas dirigidas (no tiene sentido después del perihelio, ya que ya no "despejan el camino" del objeto de escombros), o

• para crear un escudo dirigido contra la luz solar y el viento solar para proteger la electrónica, el contenido biológico o la superficie del objeto tecnológico.

Saludos cordiales,

Frank.

Resulta que estaba contemplando la última posibilidad en el contexto de un propulsor tecnológico antes de que llegara el mensaje de Frank. Sus ideas son importantes.

Observar el 3I/ATLAS en una trayectoria retrógrada, alineada con una precisión de 5 grados respecto al plano eclíptico de los planetas alrededor del Sol, fue el detonante inicial para considerar su origen tecnológico. La casi alineación de su eje de rotación con la dirección del Sol a grandes distancias es otra razón para considerar esta posibilidad. Finalmente, la aparición de anticolas estrechamente colimadas antes y después del perihelio aumenta el misterio.

Todas estas son raras coincidencias geométricas que la narrativa de la NASA no puede ignorar fácilmente. En la conferencia de prensa, se afirmó: «El 3I/ATLAS es definitivamente un cometa con cualidades que se pueden explicar naturalmente por su diferente entorno de nacimiento». ¿Cómo puede un entorno de nacimiento diferente explicar estas anomalías geométricas, únicas en relación con la orientación del sistema solar?

La sugerencia de la NASA de que «ocurren cosas raras» debe tener en cuenta que la probabilidad de una alineación de trayectoria de 5 grados con el plano eclíptico (0,002) multiplicada por la probabilidad de una alineación del eje de rotación de 8 grados con la dirección del Sol a grandes distancias (0,005) multiplicada por la probabilidad de dos bases independientes que producen chorros estrechamente colimados a 8 grados de los polos de rotación (0,000025), da una probabilidad neta de una parte en 4 mil millones.

Esta probabilidad resultante de 0,00000000025 no considera otras anomalías (como las enumeradas aquí), como la detección de mucho más níquel que hierro, como se encuentra en las aleaciones de níquel producidas industrialmente. Esto plantea dos preguntas:

1. ¿Qué es 3I/ATLAS?

2. ¿Por qué los autoproclamados "expertos en cometas" no sienten curiosidad por la primera pregunta?


lunes, 15 de diciembre de 2025

LA LLUVIA DE METEOROS GEMÍNIDAS DESDE CÓRDOBA

 


Este hermoso video de Aldo Frezzi (Grupo Austral de Observadores de Meteoros), a quién seguimos, muestra el pico de las Gemínidas desde Santa Eufemia, Provincia de Córdoba, República Argentina.

viernes, 12 de diciembre de 2025

El plan de Europa para interceptar al próximo visitante interestelar como 3I/Atlas

 La misión 'Comet Interceptor' de la ESA tiene como objetivo viajar hasta uno de los futuros objetos interestelares que crucen el sistema solar. Un estudio reciente analiza las dificultades de la misión

 


Ilustración de un objeto interestelar atravesando el sistema solar. (NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello)

Por Andy Tomaswick

Ha habido mucha especulación en los últimos meses sobre la naturaleza del objeto interestelar 3I/ATLAS, gran parte de la cual probablemente se deba a la baja calidad de los datos que obtenemos al observarlo desde la Tierra o desde Marte. En cualquier caso, está mucho más lejos de lo que sería ideal para su análisis. Sin embargo, esto puede cambiar en poco tiempo. La Agencia Espacial Europea (ESA) está planeando una misión para acercarse al próximo objeto interestelar o un cometa que esté de camino hacia el sistema solar interior.

 Dadas las limitaciones de la misión, cualquier objeto objetivo potencial tendría que cumplir una serie de condiciones. Un nuevo artículo todavía pendiente de publicación, del profesor Colin Snodgrass de la Universidad de Edimburgo y sus colegas, analiza cuáles son esas condiciones y evalúa la probabilidad de que encontremos un buen candidato en un plazo razonable desde el lanzamiento de la misión.

 Comet Interceptor (CI) es una misión de clase F de la ESA, lo que significa que está diseñada para desarrollarse y lanzarse rápidamente. Después permanecerá en una órbita de espera en el punto de Lagrange L2 Tierra-Sol hasta que aparezca un objetivo adecuado: un Dynamically New Comet (DNC), un tipo de cometa como el 3I/Atlas que estaría entrando en el sistema solar interior por primera vez.

 Si la misión tiene éxito, también podría observar un objeto interestelar mientras atraviesa nuestro sistema solar en su viaje de ida, aunque la probabilidad de que eso ocurra a una distancia razonable en el momento preciso en que CI esté esperando es asombrosamente baja.

 Sin embargo, los DNC son más comunes. El artículo señala 132 de ellos desde 1898 hasta 2023, aunque tienen sus propias peculiaridades con las que lidiar. Muchos son extremadamente tenues y solo se descubren unos meses o años antes de su llegada al sistema solar. Aquí es donde entra en juego otra nueva misión: se espera que el Legacy Survey of Space and Time (LSST) del Observatorio Vera C. Rubin encuentre muchos más DNC de los que jamás se hayan visto antes y, con suerte, proporcione suficiente tiempo para que el equipo de la misión CI pueda analizar un objetivo potencial y determinar su idoneidad.



Representación gráfica de la ESA de la misión Comet Interceptor. (ESA)

Pero incluso si LSST encuentra un candidato razonable, no hay garantía de que un cometa se ilumine hasta un punto que resultara interesante a medida que se acerca al Sol. Tampoco hay garantía de que no se desintegre simplemente antes de que CI se acerque lo suficiente para inspeccionarlo. Dado que la misión solo puede elegir un objetivo potencial, estas incógnitas añaden un elemento de azar lo suficientemente grande como para pensárselo dos veces.

 

Por ello es mejor buscar mediante la teoría de juegos los posibles escenarios para tener una mejor idea de qué esperar al seleccionar un objetivo real. Ese análisis comenzó con algunas restricciones básicas de la misión. Había un delta-v limitado, la energía necesaria para alcanzar el cometa, dadas las limitaciones de la nave espacial que transporta el combustible necesario hasta el punto L2. Los autores lo calcularon en 1,5 km/s, no particularmente rápido según los estándares de las misiones interplanetarias.

CI tendría que interceptar el cometa en algún lugar entre 0,9 y 1,2 ua —aproximadamente en la trayectoria orbital de la Tierra— y, lo que es importante, debe cruzar el plano de la eclíptica donde realmente está la Tierra para estar dentro del alcance. La nave espacial también debe mantener el Sol en un ángulo entre 45° y 135° para garantizar que sus paneles solares funcionen. Y, quizás lo más importante, el sobrevuelo del cometa no puede producirse a más de 70 km/s, ya que el daño resultante del polvo podría destruir las sondas más pequeñas que CI liberaría para estudiar la coma del cometa. Junto con eso, existe un punto óptimo de desgasificación, donde el cometa objetivo debe producir suficiente gas para ser interesante, pero no tanto como para destruir la sonda. El cometa Halley parece ser un límite superior razonable de la desgasificación requerida, según el artículo.

 Los autores abordaron su análisis de cometas históricos desde dos ángulos diferentes. Primero examinaron los ejemplos más interesantes científicamente. Las restricciones para este enfoque incluyeron observar solo cometas que se dirigían hacia el sistema solar en lugar de salir de él, y tener un brillo de magnitud 10, que los autores utilizaron como indicador de actividad. Tras seleccionar con estos criterios, les quedaron nueve candidatos potenciales. Pero tras una inspección más detallada, ninguno era realmente alcanzable dadas las restricciones de ingeniería de la misión. La mayoría estaban demasiado lejos de cruzar la trayectoria de la Tierra o requerían demasiado delta-v para alcanzarlos.

Así que probaron otro mecanismo de selección: filtrar primero por viabilidad. Lo que en la práctica significaba que seleccionaron aquellos que pudieran alcanzarse dentro del presupuesto de delta-v de 1,5 de la misión, manteniendo los requisitos de actividad. Esto lo redujo a tres cometas, todos los cuales fueron encontrados en los últimos 25 años. El más interesante fue C/2001 Q4 (NEAT), que se encontró en 2001, unos 2,5 años antes de que alcanzara su perihelio. Tenía buenos niveles de actividad y podía alcanzarse dentro del presupuesto de delta-v de 1,5 km/s. El único problema era una velocidad de sobrevuelo relativamente alta de 57 km/s, lo que significa que las sondas que CI liberaría para estudiar la coma podrían dañarse, y que habría un tiempo limitado con el cometa para recopilar datos valiosos.

 La probabilidad de encontrar un candidato ideal en la ventana de 2-3 años de la misión CI no es muy alta. Por lo tanto, los operadores de la misión probablemente tendrán que encontrar uno que sea suficientemente bueno y recopilar los datos que puedan sobre él. Esta es una limitación inherente de este tipo de misiones en las que el objetivo final no se conoce hasta después de que la misión haya sido diseñada y lanzada. Pero, con algo de suerte, CI podrá encontrar un buen candidato, muy probablemente con la ayuda de LSST, cuando se lance en 2029. Quizás, si tiene muchísima suerte, incluso encuentre un visitante interestelar con el que encontrarse; si eso sucede, apostaría por nombrar a ese objeto interestelar en particular Rama.

https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2025-12-08/investigacion-objeto-interestelar-3i-atlas-esa_4261245/

jueves, 11 de diciembre de 2025

Detectan compuestos clave para la vida en cometa 3I/ATLAS

 El cometa interestelar expulsa metanol a unos 40 kilogramos por segundo, muy por encima de lo observado en cometas locales, lo que apunta a una química poco común en este visitante de otro sistema estelar.



El cometa interestelar 3I/ATLAS captado por el observatorio espacial STEREO-A entre el 11 y 25 de septiembre de 2024.Imagen: NASA/Lowell Observatory/Qicheng Zhang

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Habrá que acostumbrarse a las noticias sobre el cometa interestelar 3I/ATLAS, al menos hasta que abandone definitivamente nuestro sistema solar tras su máxima aprobación a la Tierra el 19 de diciembre y su posterior paso cercano a Júpiter en marzo de 2026. 

Y es que su presencia resulta especialmente relevante para la ciencia: es apenas el tercer objeto identificado que procede de más allá de nuestro sistema solar y se está revelando como un laboratorio químico excepcional, capaz de ofrecer pistas sobre la química de objetos formados en otros sistemas estelares.

Metanol y cianuro en el cometa interestelar

Ahora, gracias a observaciones realizadas con el Atacama Large Millimeter/submilliter Array (ALMA) en Chile, un equipo encabezado por Martin Cordiner, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, detectó en 3I/ATLAS abundantes cantidades de metanol (CH₃OH) –una molécula considerada fundamental en la química prebiótica por su papel en la formación de compuestos orgánicos más complejos– y de cianuro de hidrógeno (HCN), otro precursor clave en la síntesis de aminoácidos y bases nitrogenadas, componentes esenciales del ADN y el ARN.

Si bien ambos compuestos se han identificado anteriormente en otros cometas, lo que distingue a 3I/ATLAS es su proporción relativa. Según el nuevo estudio publicado en la revista de preimpresión arXiv, aún pendiente de revisión por pares, la relación entre metanol y cianuro en este objeto alcanza valores solo superados por un caso registrado previamente: el del cometa C/2016 R2 (PanSTARRS), perteneciente a nuestro propio sistema solar.

"Moléculas como el cianuro de hidrógeno y el metanol están en abundancias traza y no son los constituyentes dominantes de nuestros propios cometas", explicó Cordiner a New Scientist. "Aquí vemos que, en realidad, en este cometa alienígena son muy abundantes", agregó.



Mapas espectrales integrados muestran la distribución de cianuro de hidrógeno (HCN) en el cometa 3I/ATLAS durante observaciones realizadas en Chile.Imagen: N. Roth et al./Creative Commons

Cuatro veces más metanol que en cometas locales

En concreto, según reporta el medio científico, el metanol representa alrededor del 8 % del vapor total que emana del cometa –cuatro veces más de lo habitual en los cometas locales– y se está produciendo a un ritmo de unos 40 kilogramos por segundo. 

El cianuro de hidrógeno, por su parte, alcanza una tasa de entre 0,25 y 0,5 kilogramos por segundo, pero proviene principalmente del núcleo rocoso del cometa. En cambio, el metanol también aparece en la coma, la nube de polvo y gas que lo rodea, lo que sugiere un origen más complejo, posiblemente debido a reacciones químicas adicionales en su entorno.

Desde un punto de vista químico, este hallazgo resulta provocador. Y es que, aunque el metanol es relativamente simple, su importancia es fundamental en la cadena que lleva hacia moléculas más complejas esenciales para la vida, como proteínas y aminoácidos, según recogen medios científicos. 

"Parece realmente implausible químicamente que pudieras seguir un camino hacia una complejidad química muy alta sin producir metanol", afirmó Cordiner a New Scientist.

 


Mapas de flujo del metanol (CH₃OH) detectado en el cometa 3I/ATLAS el 18 de septiembre y el 1 de octubre de 2024.Imagen: N. Roth et al./Creative Commons

Características únicas del visitante interestelar 3I/ATLAS

Además de su composición poco común, 3I/ATLAS presenta también características visuales inusuales: su aspecto rojizo sugiere una química superficial distinta, y, además, mostró actividad gaseosa cuando aún estaba muy lejos del Sol lo que sugiere que podría haber pasado cientos de millones de años viajando sin acercarse a otra estrella. En conjunto, estos rasgos apuntan a un cometa muy distinto de los que orbitan dentro de nuestro sistema solar.

El estudio describe además una curiosa asimetría en la distribución de gases: mientras el cianuro parece agotarse en la cara del cometa expuesta al Sol, el metanol se intensifica precisamente en esa dirección. Esta discrepancia podría reflejar diferencias térmicas o estructurales en el núcleo, lo que a su vez ofrecería pistas sobre el origen y la evolución de este inusual visitante interestelar, según explican los investigadores.

Algunos científicos, como Josep Trigo-Rodríguez del Instituto de Ciencias del Espacio en España, ya habían predicho que un cometa rico en metales, como el hierro, podría generar cantidades significativas de metanol debido a reacciones químicas desencadenadas por el calor del Sol, según recoge New Scientist. 

Según su hipótesis no se trataría necesariamente de agua líquida en el sentido clásico, sino de un flujo de líquido oxidante dentro del núcleo –posiblemente resultado de procesos de criovolcanismo– capaz de transformar materiales metálicos en compuestos como el metanol. Que ahora se observe precisamente esa firma química en 3I/ATLAS parece dar peso a esa teoría, aunque aún no permite confirmarla.



El visitante interestelar 3I/ATLAS mostró actividad gaseosa a gran distancia del Sol, sugiriendo cientos de millones de años viajando por el espacio.Imagen: Gianluca Masi/AP Photo/picture alliance

¿Semillas de vida extraterrestre en la Tierra?

Y aunque la explicación científica es ya de por sí apasionante, no han faltado interpretaciones más creativas. El astrónomo de Harvard Avi Loeb, conocido por sus teorías poco ortodoxas sobre visitantes alienígenas, escribió en su blog que esta desproporcionada presencia de metanol podría ser una señal de "amistad interestelar" y bromeó con que 3I/ATLAS podría ser un "jardinero cósmico" más que una amenaza.

Excentricidades aparte, hallazgos como este invitan inevitablemente a un viejo debate: ¿podrían objetos como este haber sembrado los ingredientes de la vida en la Tierra hace miles de millones de años? No se trata de una conclusión del estudio ni existen pruebas directas, de modo que la idea permanece en el terreno de la especulación. Aun así, funciona como un recordatorio de cuánto nos queda por descubrir sobre los visitantes que llegan desde otras estrellas.

Editado por Felipe Espinosa Wang con información de New Scientist, arXiv y Futurism.

Fuente:

https://www.dw.com/es/cient%C3%ADfico-de-la-nasa-detecta-mol%C3%A9culas-esenciales-para-la-vida-en-cometa-3i-atlas/a-75076846

lunes, 8 de diciembre de 2025

GUENNADI BORISOV, UN HÉROE COMETARIO

 


En nuestro ámbito de conversación, la astronomía amateur, hay una cierta tendencia a admirar a los divulgadores de la astronomía, es un sesgo muy común, otro sesgo común es la tendencia a abordar temas cosmológicos (con aproximaciones divulgativas, obviamente), que parecen ser un tema de conversación que nos permitiría brillar como “nerds” en las redes sociales. Pues bien, los héroes de este blog son los astrónomos amateurs que han cimentado la astronomía cometaria. Y el más reciente de ellos es Guennadi Borisov. Nacido en 1962 en la entonces Unión Soviética, Borisov trabaja en el mantenimiento de los telescopios de la Universidad de Moscú y en el diseño de telescopios experimentales para RosCosmos. No es un astrónomo profesional y, sin embargo, es más importante que muchos de ellos. Borisov solamente puede observar en su tiempo libre desde su observatorio personal en Nauchni, en el sur de Crimea. Y lo hace con telescopios diseñados y construidos por el mismo. Ha descubierto varios asteroides y nada menos que 14 cometas desde 2013 (todos con su nombre): C/2013 N4, C/2013 V2, C/2014 R1, C/2014 Q3, C/2015 D4, C/2016 R3, C/2017 E1, C/2019 V1, C/2020 Q1, C/2021 L3, C/2023 T2, C/2024 V1, C/2025 V1 y nada menos que uno de los tres objetos interestelares, claramente un cometa, el I2 Borisov. El cometa interestelar fue descubierto con su telescopio de 0.65 metros, construido en 2019.



Borisov es uno de los últimos héroes de la raza de los descubridores amateur de cometas. Hoy los descubrimientos los hacen los sistemas de grandes telescopios automáticos. Él mismo es un pesimista sobre los descubrimientos de aficionados, que considera próximos a extinguirse. No importa, rindamos más homenajes a Borisov y menos a Santaolalla.

viernes, 5 de diciembre de 2025

¿Está la anticola de 3I/ATLAS orientada hacia el Sol compuesta por un enjambre de objetos? POR AVI LOEB

 


Imagen de 3I/ATLAS del 22 de noviembre de 2025, entre las 3:00 y las 5:00 UTC, basada en el apilamiento de 106 imágenes con exposiciones de 60 segundos, tomadas con un telescopio de 0,30 metros en Sternwarte Feuerstein (http://sfeu.de) en Alemania. La imagen muestra una coma en forma de lágrima con una anticola orientada hacia el Sol, apuntando hacia la esquina inferior izquierda. (Crédito de la imagen: Prof. Dra. Christina Birkenhake).

Durante noviembre de 2025, las imágenes postperihelio del objeto interestelar 3I/ATLAS mostraron una coma en forma de lágrima con una extensión de aproximadamente un minuto de arco hacia el Sol.

Durante el mismo período, el seguimiento de 3I/ATLAS por parte del JPL Horizons reportó una aceleración no gravitacional. Su magnitud es una pequeña fracción, del orden de Δ=0,0002, de la aceleración gravitacional del Sol. En la última versión de JPL Horizons, la aceleración no gravitacional es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia heliocéntrica (separación entre el objeto y el Sol), al igual que la aceleración gravitacional del Sol. Esto significa que la relación entre ambas aceleraciones permanece constante a lo largo de la órbita de 3I/ATLAS.

El componente dominante de la aceleración no gravitacional se encuentra en la dirección radial que se aleja del Sol. Una forma sencilla de incorporarla es considerar que 3I/ATLAS acelera en respuesta a una masa solar ligeramente reducida, en una fracción de Δ.

Si 3I/ATLAS está rodeado por un enjambre de objetos que no comparten su aceleración no gravitacional, estos objetos tenderán a estar más cerca del Sol en relación con 3I/ATLAS, ya que 3I/ATLAS se aleja del Sol en relación con los objetos debido a su aceleración no gravitacional. La energía por unidad de masa es una constante que se conserva en las trayectorias moldeadas por la gravedad solar. Sin embargo, la trayectoria de 3I/ATLAS tiene una energía de enlace gravitacional ligeramente menor debido a su reducida masa efectiva solar.

Si los objetos partieran a la misma velocidad y posición que 3I/ATLAS, tendrían un excedente de energía de enlace gravitacional de una fracción de Δ con respecto a 3I/ATLAS. Sin embargo, tendrían la misma energía de enlace y seguirían a 3I/ATLAS si tuvieran la misma velocidad y estuvieran desplazados de su distancia heliocéntrica una fracción de Δ.

En la corriente del perihelio.

Un gran enjambre de objetos tendría una superficie mucho mayor que la de 3I/ATLAS, incluso si su masa total fuera una pequeña fracción de la masa de 3I/ATLAS. Por ejemplo, un billón (=10^{12}) de objetos que contienen una fracción total de tan solo el 0,001 de la masa de 3I/ATLAS equivaldría a una superficie total 100 veces mayor que la de 3I/ATLAS. Este enjambre crearía la apariencia de una coma que refleja el 99 % de la luz solar en el resplandor alrededor de 3I/ATLAS. Esto concuerda con la fracción de luz en la coma que se observa en la imagen de 3I/ATLAS tomada por el Telescopio Espacial Hubble el 21 de julio de 2025 (analizada aquí).

Mientras la aceleración no gravitacional de 3I/ATLAS sea inversamente proporcional al cuadrado de la distancia heliocéntrica, la extensión espacial de los objetos sería del orden de Δ veces la distancia heliocéntrica de 3I/ATLAS, apuntando siempre hacia el Sol. Esta configuración explicaría por qué la forma de lágrima hacia el Sol existía con una extensión angular similar en el resplandor alrededor de 3I/ATLAS mientras se acercaba al Sol, así como ahora, cuando 3I/ATLAS se aleja del Sol.

Si la anticola está asociada con un enjambre de objetos que no se evaporan alrededor de 3I/ATLAS, la pregunta interesante es: ¿cuál es la naturaleza de estos objetos? ¿Son fragmentos rocosos o algo más?

jueves, 4 de diciembre de 2025

Desvelada la naturaleza del cometa interestelar 3I/ATLAS POR JOSEP TRIGO

 

Fuente:

https://theconversation.com/desvelada-la-naturaleza-del-cometa-interestelar-3i-atlas-269565

El desconocimiento y la superstición siguen siendo un caballo de batalla en nuestra sociedad. En torno al cometa 3I/ATLAS se han publicado numerosos titulares sensacionalistas, pero de nuevo la evidencia científica, la interpretación rigurosa y la corroboración de los datos pueden abrirse paso entre todo el ruido generado. En un artículo anterior recogimos su descubrimiento y campaña internacional de estudio, en esta ocasión revisamos su naturaleza y composición.

Composicionalmente similar a los objetos transneptunianos

Desde mi equipo de investigación lidero un reciente artículo que muestra nueva evidencia sobre la naturaleza cometaria de 3I/ATLAS. Este visitante interestelar se muestra como un cuerpo similar a objetos transneptunianos conocidos en el sistema solar, de los que pensamos que proceden ciertas condritas carbonáceas –los meteoritos más antiguos conocidos–. Nuestro estudio corrobora la similitud del visitante interestelar con cuerpos helados transneptunianos.

Nuestro conocimiento sobre meteoritos nos permite ahora ir más allá, revelando su naturaleza prístina, es decir, su estado más puro, original e intacto, sin haber sido alterado. Encontramos presencia significativa de hielo de agua y un contenido en granos metálicos que tampoco es demasiado común en los materiales formativos de esos objetos transneptunianos en la actualidad, tras miles de millones de años de exposición a colisiones y otros procesos.

Estas características han sorprendido a la comunidad científica, y explican su capacidad de desarrollar criovulcanismo –expulsión energética de gases y partículas– conforme se aproxima al Sol.

 


Concepto artístico del comienzo de la actividad criogénica localizada del cometa interestelar 3I/ATLAS, aquí representada hipoteticamente en proximidad a Marte. Josep M. Trigo (CSIC/IEEC)


Incluso si este primitivo cometa tuvo su origen en un sistema planetario distante, los materiales formativos no fueron tan diferentes a los de nuestra vecindad. Una corroboración de que la química que da origen a los planetas, y que empezamos a comprender, suele reproducirse.

Su peculiar envoltura gaseosa

Uno de los aspectos que han sorprendido más a la comunidad científica es que la componente gaseosa que forma la envoltura exterior del cometa 3I/ATLAS es significativamente diferente a la de buena parte de los cometas. ¿Cómo podemos reconciliar esa evidencia?

Final del formulario

En las observaciones realizadas a mayor distancia, obtenidas por los grandes telescopios que lograron captarlo espectroscópicamente, se detectó la presencia de monóxido y dióxido de carbono. Se interpretaron como productos de la sublimación de los primeros hielos, a temperaturas inferiores a las requeridas para la sublimación de hielo de agua. Generalmente, estos compuestos no son comunes en la mayoría de cometas, que suelen mostrar una química más reductora –moléculas en estado reductor–, y están caracterizados por otras especies químicas como el metano o amoníaco.

Una pista clave en la cambiante luminosidad del cometa

Nuestro análisis de la luminosidad del cometa en función de su distancia al Sol muestra que, cuando se acercó a unos 378 millones de kilómetros, se produjo una transición hacia una etapa de sublimación más intensa. En ese punto, la temperatura, cercana a los –71 ⁰ C, había superado el umbral necesario para sublimar el dióxido de carbono sólido –hielo seco–. Como consecuencia, un material líquido de carácter oxidante comenzó a penetrar en el interior del objeto y a interactuar con sus componentes más reactivos: granos metálicos y sulfuros de hierro.

En ese momento, diversas regiones de la superficie se activaron y multiplicaron la producción de gas y polvo micrométrico, incrementando la luminosidad de la coma en varias magnitudes de brillo. A aquella distancia del Sol, el cometa salió de su letargo definitivamente para experimentar lo que denominamos criovulcanismo.

La sublimación de los hielos condujo a una potente desgasificación del núcleo cometario, generando chorros desde las regiones activas, que rotan. El núcleo de 31/ATLAS gira sobre sí mismo en unas 16 horas, como concluyó un estudio reciente.

 


La magnitud de brillo del cometa en función del día juliano y la distancia heliocéntrica (r) en unidades astronómicas. Una flecha marca el comienzo de la activación criogénica del cometa interestelar 3I/ATLAS y también se indica la localización del perihelio, punto más próximo al Sol. Imagen adaptada de (Trigo-Rodríguez et al., 2025) Josep M. Trigo (CSIC/IEEC)

 

La explicación a la abundacia de niquel

Tras nuestra investigación, también podemos explicar la sobreabundancia observada de niquel en la coma del 3I/ATLAS: es consecuencia de los procesos que tienen lugar en la superficie y el subsuelo del cometa. Concretamente de procesos conocidos como reacciones Fischer-Tropsch. En ellas, el agua caliente interacciona con los granos metálicos y genera la catálisis de compuestos orgánicos complejos. Estas reacciones tienden a favorecer la emisión a la coma de compuestos de níquel frente a los de hierro.

Es decir, la fuente del criovulcanismo de 3I/ATLAS debe ser consecuencia de esos procesos de corrosión extensiva de los materiales prístinos preservados en el interior del visitante interestelar. De hecho, hemos calculado que el pasado 29 de octubre, durante su punto más próximo al Sol alcanzó una temperatura media de 4 ⁰ C, permitiendo la extensa participación del agua líquida y promoviendo la aparición de nuevos criovolcanes, como corroboran nuestras imágenes.



A la izda. 3I/ATLAS el 17 de noviembre visto desde Breda, Girona, obtenido por Pau Montplet con un Celestron de 15 cm a distancia focal f:7. A la dcha. el procesado de Josep M. Trigo con un filtro Larson Sekanina revela los abundantes chorros que surgen del núcleo de 3I/ATLAS (aquí visible en negativo). La flecha hacia abajo indica la dirección de la anticola en dirección solar. (Pau Montplet/AstroMontseny)

 

Empleando el telescopio robótico Joan Oró del Observatori del Montsec (IEEC) hemos podido obtener las imágenes más resolutivas de los diferentes chorros de gas y partículas de polvo que se desprenden del cometa 3I/ATLAS.

 


Diferentes chorros emanando del núcleo del cometa 3I/ATLAS en una imagen obtenida con el Telescopio Robótico Joan Oró el pasado 13 de noviembre, empleando un filtro Larson-Sekanina. Josep M. Trigo (CSIC/IEEC)

 

Estudios previos sobre condritas carbonáceas

Para interpretar los procesos que ocurren en el cometa 3I/ATLAS han resultado fundamentales nuestros estudios sobre los procesos de alteración acuosa que experimentaron los llamados asteroides transicionales hace 4 550 millones de años, de donde proceden las condritas carbonáceas, trabajo que venimos realizamos desde la Sala Blanca de Meteorítica y Muestras Retornadas y otros laboratorios del ICE-CSCI.

Anteriores trabajos de nuestro grupo de investigación desvelaron el importante papel de ciertos minerales contenidos en las condritas carbonáceas. Demostramos sus impresionantes propiedades como catalizadores de compuestos orgánicos complejos. Asimismo, la composición química de los más cercanos podría situarlos como interesantes objetivos para la extracción de recursos en el futuro.

El interés científico sobre el 3I/ATLAS continúa con una campaña observacional promovida por el International Asteroid Warning Network (IAWN). Seguiremos participando en el estudio de este cometa interestelar para aprender más detalles sobre su comportamiento.

Vida en otros mundos

Si asumimos un diámetro kilométrico y una composición condrítica para el cometa interestelar 3I/ATLAS, la masa estimada sería superior a seiscientos millones de toneladas. Por tanto, este interesante vagabundo celeste, con su contenido en hielos, materia orgánica, metales y una gran capacidad catalítica para generar compuestos orgánicos complejos, parece buscar un entorno propicio para promover la aparición de vida en otros mundos. Afortunadamente, en nuestro caso pasará de largo.

Fuente:

https://theconversation.com/desvelada-la-naturaleza-del-cometa-interestelar-3i-atlas-269565

El desconocimiento y la superstición siguen siendo un caballo de batalla en nuestra sociedad. En torno al cometa 3I/ATLAS se han publicado numerosos titulares sensacionalistas, pero de nuevo la evidencia científica, la interpretación rigurosa y la corroboración de los datos pueden abrirse paso entre todo el ruido generado. En un artículo anterior recogimos su descubrimiento y campaña internacional de estudio, en esta ocasión revisamos su naturaleza y composición.

Composicionalmente similar a los objetos transneptunianos

Desde mi equipo de investigación lidero un reciente artículo que muestra nueva evidencia sobre la naturaleza cometaria de 3I/ATLAS. Este visitante interestelar se muestra como un cuerpo similar a objetos transneptunianos conocidos en el sistema solar, de los que pensamos que proceden ciertas condritas carbonáceas –los meteoritos más antiguos conocidos–. Nuestro estudio corrobora la similitud del visitante interestelar con cuerpos helados transneptunianos.

Nuestro conocimiento sobre meteoritos nos permite ahora ir más allá, revelando su naturaleza prístina, es decir, su estado más puro, original e intacto, sin haber sido alterado. Encontramos presencia significativa de hielo de agua y un contenido en granos metálicos que tampoco es demasiado común en los materiales formativos de esos objetos transneptunianos en la actualidad, tras miles de millones de años de exposición a colisiones y otros procesos.

Estas características han sorprendido a la comunidad científica, y explican su capacidad de desarrollar criovulcanismo –expulsión energética de gases y partículas– conforme se aproxima al Sol.

 

Concepto artístico del comienzo de la actividad criogénica localizada del cometa interestelar 3I/ATLAS, aquí representada hipoteticamente en proximidad a Marte. Josep M. Trigo (CSIC/IEEC)

Incluso si este primitivo cometa tuvo su origen en un sistema planetario distante, los materiales formativos no fueron tan diferentes a los de nuestra vecindad. Una corroboración de que la química que da origen a los planetas, y que empezamos a comprender, suele reproducirse.

Su peculiar envoltura gaseosa

Uno de los aspectos que han sorprendido más a la comunidad científica es que la componente gaseosa que forma la envoltura exterior del cometa 3I/ATLAS es significativamente diferente a la de buena parte de los cometas. ¿Cómo podemos reconciliar esa evidencia?

Final del formulario

En las observaciones realizadas a mayor distancia, obtenidas por los grandes telescopios que lograron captarlo espectroscópicamente, se detectó la presencia de monóxido y dióxido de carbono. Se interpretaron como productos de la sublimación de los primeros hielos, a temperaturas inferiores a las requeridas para la sublimación de hielo de agua. Generalmente, estos compuestos no son comunes en la mayoría de cometas, que suelen mostrar una química más reductora –moléculas en estado reductor–, y están caracterizados por otras especies químicas como el metano o amoníaco.

Una pista clave en la cambiante luminosidad del cometa

Nuestro análisis de la luminosidad del cometa en función de su distancia al Sol muestra que, cuando se acercó a unos 378 millones de kilómetros, se produjo una transición hacia una etapa de sublimación más intensa. En ese punto, la temperatura, cercana a los –71 ⁰ C, había superado el umbral necesario para sublimar el dióxido de carbono sólido –hielo seco–. Como consecuencia, un material líquido de carácter oxidante comenzó a penetrar en el interior del objeto y a interactuar con sus componentes más reactivos: granos metálicos y sulfuros de hierro.

En ese momento, diversas regiones de la superficie se activaron y multiplicaron la producción de gas y polvo micrométrico, incrementando la luminosidad de la coma en varias magnitudes de brillo. A aquella distancia del Sol, el cometa salió de su letargo definitivamente para experimentar lo que denominamos criovulcanismo.

La sublimación de los hielos condujo a una potente desgasificación del núcleo cometario, generando chorros desde las regiones activas, que rotan. El núcleo de 31/ATLAS gira sobre sí mismo en unas 16 horas, como concluyó un estudio reciente.

 

La magnitud de brillo del cometa en función del día juliano y la distancia heliocéntrica (r) en unidades astronómicas. Una flecha marca el comienzo de la activación criogénica del cometa interestelar 3I/ATLAS y también se indica la localización del perihelio, punto más próximo al Sol. Imagen adaptada de (Trigo-Rodríguez et al., 2025) Josep M. Trigo (CSIC/IEEC)

 

La explicación a la abundacia de niquel

Tras nuestra investigación, también podemos explicar la sobreabundancia observada de niquel en la coma del 3I/ATLAS: es consecuencia de los procesos que tienen lugar en la superficie y el subsuelo del cometa. Concretamente de procesos conocidos como reacciones Fischer-Tropsch. En ellas, el agua caliente interacciona con los granos metálicos y genera la catálisis de compuestos orgánicos complejos. Estas reacciones tienden a favorecer la emisión a la coma de compuestos de níquel frente a los de hierro.

Es decir, la fuente del criovulcanismo de 3I/ATLAS debe ser consecuencia de esos procesos de corrosión extensiva de los materiales prístinos preservados en el interior del visitante interestelar. De hecho, hemos calculado que el pasado 29 de octubre, durante su punto más próximo al Sol alcanzó una temperatura media de 4 ⁰ C, permitiendo la extensa participación del agua líquida y promoviendo la aparición de nuevos criovolcanes, como corroboran nuestras imágenes.

A la izda. 3I/ATLAS el 17 de noviembre visto desde Breda, Girona, obtenido por Pau Montplet con un Celestron de 15 cm a distancia focal f:7. A la dcha. el procesado de Josep M. Trigo con un filtro Larson Sekanina revela los abundantes chorros que surgen del núcleo de 3I/ATLAS (aquí visible en negativo). La flecha hacia abajo indica la dirección de la anticola en dirección solar. (Pau Montplet/AstroMontseny)

 

Empleando el telescopio robótico Joan Oró del Observatori del Montsec (IEEC) hemos podido obtener las imágenes más resolutivas de los diferentes chorros de gas y partículas de polvo que se desprenden del cometa 3I/ATLAS.

 

Diferentes chorros emanando del núcleo del cometa 3I/ATLAS en una imagen obtenida con el Telescopio Robótico Joan Oró el pasado 13 de noviembre, empleando un filtro Larson-Sekanina. Josep M. Trigo (CSIC/IEEC)

 

Estudios previos sobre condritas carbonáceas

Para interpretar los procesos que ocurren en el cometa 3I/ATLAS han resultado fundamentales nuestros estudios sobre los procesos de alteración acuosa que experimentaron los llamados asteroides transicionales hace 4 550 millones de años, de donde proceden las condritas carbonáceas, trabajo que venimos realizamos desde la Sala Blanca de Meteorítica y Muestras Retornadas y otros laboratorios del ICE-CSCI.

Anteriores trabajos de nuestro grupo de investigación desvelaron el importante papel de ciertos minerales contenidos en las condritas carbonáceas. Demostramos sus impresionantes propiedades como catalizadores de compuestos orgánicos complejos. Asimismo, la composición química de los más cercanos podría situarlos como interesantes objetivos para la extracción de recursos en el futuro.

El interés científico sobre el 3I/ATLAS continúa con una campaña observacional promovida por el International Asteroid Warning Network (IAWN). Seguiremos participando en el estudio de este cometa interestelar para aprender más detalles sobre su comportamiento.

Vida en otros mundos

Si asumimos un diámetro kilométrico y una composición condrítica para el cometa interestelar 3I/ATLAS, la masa estimada sería superior a seiscientos millones de toneladas. Por tanto, este interesante vagabundo celeste, con su contenido en hielos, materia orgánica, metales y una gran capacidad catalítica para generar compuestos orgánicos complejos, parece buscar un entorno propicio para promover la aparición de vida en otros mundos. Afortunadamente, en nuestro caso pasará de largo.